Borromini y Guarini: Arquitectura Barroca en Roma y Turín

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Francesco Borromini: Un Genio del Barroco Romano

Francesco Borromini nació cerca del lago Lugano. Después de una corta estancia en Milán, llegó a Roma hacia 1620. Su obra fue considerada en vida como extravagante y fantástica. Los edificios más representativos de este autor son San Carlo alle Quattro Fontane y San Ivo alla Sapienza, en Roma.

San Carlo alle Quattro Fontane

Este templo presenta una planta romboidal. En su interior, las gigantescas columnas se disponen en intervalos de cuatro en cuatro, y entre ellas se sitúan vanos, nichos y molduras. Un entablamento sirve como barrera horizontal y, a la vez, unifica el espacio. Sobre el entablamento se elevan pechinas y arcos de medio punto, que sostienen la cúpula ovalada. Esta está decorada con artesonados hexagonales, octagonales y en forma de cruz, que disminuyen su tamaño a medida que adquieren altura.

La fachada no puede desligarse del interior del templo. Verticalmente, la fachada se compone de tres vanos: los laterales cóncavos y el central convexo. Horizontalmente, estos vanos están divididos en dos cuerpos. El inferior se remata con un entablamento ondulante, y el superior con un entablamento fragmentado en tres partes debido a un enorme medallón sostenido por ángeles.

San Ivo alla Sapienza

Este templo debía ser construido al extremo de un prolongado patio, obra de Giacomo della Porta. Borromini dispuso una planta basada en la geometría, que combinaba dos triángulos equiláteros para formar un hexágono estrellado. En su interior, la compleja estructura de la planta se manifiesta en líneas cóncavas y convexas. Un marcado entablamento, que reposa sobre pilastras corintias, remarca en altura la planta del edificio.

Del entablamento arranca una esbelta cúpula, cuya linterna refleja la forma estrellada del plano y, además, proporciona iluminación. La decoración del interior de la cúpula juega con la perspectiva a través de elementos estrellados, los recercados de las ventanas, los escudos pontificios y los querubines, proporcionando al conjunto un fuerte simbolismo religioso. En su exterior, el elevado tambor hexagonal apenas deja adivinar la plasticidad interna. La cúpula se corona con una linterna de ingenioso remate oriental.

Guarino Guarini y la Capilla del Santo Sudario

La Capilla del Santo Sudario se encuentra adosada a la Catedral de Turín y se ideó para depositar el Santo Sudario. Cuando Guarini se encargó de las obras, en 1667, ya se hallaba levantada hasta el entablamento del primer piso y tenía una planta circular que debía cubrirse con una cúpula esférica. Guarini transformó el espacio circular en triangular mediante tres pechinas y lo cubrió con una cúpula en forma de cono. Del tambor de la cúpula parten nervaduras segmentadas que repiten la forma hexagonal. El conjunto se remata con una linterna escalonada.

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