Bipedismo, Cognición y Citoarquitectura Cerebral: Un Vínculo Evolutivo

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La Evolución del Bipedismo y su Impacto Cognitivo

Texto de Natalia Acevedo y Javier Rosique basado en un resumen del Capítulo 11 de Boyd R. y Silk J.B. (2001) "Cómo evolucionaron los humanos?". Ariel. Barcelona.

Desde Darwin, los evolucionistas han especulado sobre por qué la selección natural favoreció el bipedismo. Son cuatro las hipótesis más reconocidas:

  1. Por permitir una locomoción eficiente en el suelo.
  2. Por mejorar la regulación de la temperatura corporal.
  3. Por permitir la liberación de las manos.
  4. Por mejorar la alimentación por recolección.

Análisis de las Hipótesis del Bipedismo

1. Por permitir una locomoción eficiente en el suelo. Esto parece poco probable, ya que existen muchas más especies cuadrúpedas que bípedas y los estudios sobre locomoción demuestran que los cuadrúpedos terrestres, como los caballos, se mueven de manera más eficiente que los humanos (alcanzan más velocidad en el suelo). Si el bipedismo es una forma de locomoción mejor, se esperaría que fuera mucho más común y que permitiera escapar de los depredadores cuadrúpedos a mayor velocidad que ellos. Peter Rodman y McHenry, de la Universidad de California, estudiaron la locomoción humana y la de los primates cuadrúpedos en el suelo y llegaron a la conclusión de que la locomoción bípeda y la cuadrúpeda son igual de eficientes, pero esto genera un interrogante: entonces, si la locomoción bípeda y la cuadrúpeda son igual de eficientes, ¿por qué los humanos se convirtieron en bípedos cuando dejaron los árboles? Estos dos autores creen que la respuesta está relacionada con el tipo de cuadrupedalismo de los antepasados de los homínidos. Es decir, los antepasados de los simios terrestres eran cuadrúpedos arborícolas que se alimentaban en lo alto de las ramas, mientras que los ancestros de los homínidos eran braquiadores. La selección natural podría haber favorecido el cuadrupedalismo entre los descendientes de aquellos animales que se alimentaban por encima de las ramas y el bipedismo entre los descendientes de los braquiadores y así favoreció en cada caso la forma de locomoción terrestre que requería menos cambios anatómicos.

2. Por mejorar la regulación de la temperatura corporal. La postura erecta permitía a los homínidos mantenerse frescos. El calor es un problema grave en las sabanas abiertas bañadas por el sol respecto a la vida bajo la sombra de los bosques. Los simios modernos sólo se encuentran en las áreas forestales y los homínidos parece que se trasladaron a áreas más abiertas. Si un animal está activo en un espacio abierto en mitad del día, es porque posee un sistema para prevenir que su temperatura corporal suba demasiado, y también dispone de adaptaciones que mantienen la temperatura de la sangre del cerebro muy por debajo de la temperatura de la sangre del resto del cuerpo. Pero ésto, no está a disposición de los homínidos, en su lugar los humanos han desarrollado un sistema que les permite refrescarse por evaporación: la sudoración. Peter Wheeler de la Universidad John Moores de Liverpool, dice que la postura erecta asociada a una locomoción bípeda ayuda a reducir el calor y disminuye la cantidad de agua necesaria para refrescarse mediante evaporación.

3. Por permitir la liberación de las manos. La locomoción bípeda deja las manos libres para transportar cosas. La habilidad para transportar cosas, es muy útil para los mamíferos, por ejemplo: transportar las crías sujetándolas con la boca (en gatos). De hecho, los cuadrúpedos no pueden transportar cosas con las manos sin que ello interfiera con su habilidad para caminar y trepar, es por eso que tiene que transportar las cosas con la boca; algunos simios del Viejo Mundo guardan grandes cantidades de comida en los abazones, que posteriormente mastican y guardan; otros primates deben comer el alimento cuando lo encuentran.

4. Por mejorar la alimentación por recolección. La postura bípeda permite recolectar fácilmente los frutos de los árboles bajos. Kevin Hunt, antropólogo de la Universidad de Indiana, argumenta que la anatomía de A. afarensis es adecuada para mantenerse en pie, pero no para caminar de pie eficientemente, cree, que la postura bípeda fue favorecida porque permite recolectar fácilmente los frutos de los árboles bajos que predominaban en los montes africanos, dos datos apoyan esta hipótesis:

1. Los chimpancés casi nunca caminan sobre dos patas, pero se mantienen en pie más tiempo mientras recogen frutos de los árboles. Al mantenerse en pie pueden usar las dos manos para recoger frutos y caminan arrastrando lo que les permite moverse de un fruto a otro sin tener que subir y bajar el peso del cuerpo.

2. Diversos caracteres anatómicos de A. afarensis le permiten mantenerse en pie pero no caminar sobre dos patas. También afirma que los rasgos de los hombros, las manos, y los pies que muchos creen adaptaciones para trepar a los árboles, son adaptaciones que le permitían colgarse de una sola mano mientras se sostenía de pie y se alimentaba con la otra.

Conclusión: cualquiera de las cuatro hipótesis puede ser correcta, y también el conjunto, es decir, la selección podría haber favorecido el bipedismo porque resultaba más eficiente que caminar sobre nudillos, al permitir a los primeros homínidos mantenerse frescos, transportar comida y herramientas de un sitio a otro y alimentarse más fácilmente. Una vez el bipedismo evolucionó, facilitó otras formas de comportamiento como el uso de herramientas.

Competencias Cognitivas Básicas y su Desarrollo

La enseñanza escolar se ha centrado tradicionalmente en el contenido de las asignaturas, descuidando la enseñanza (y la consideración misma de la posibilidad de enseñar) de las capacidades y habilidades cognoscitivas que son indispensables para aprender, incluso de las mismas que se reiteran en planes y programas de estudio, tales como: capacidad de razonamiento, capacidad de auto aprendizaje, pensamiento autónomo, pensamiento crítico, solución de problemas, creatividad, etcétera. Tan corriente como la formulación de estos objetivos es la constatación de su débil cumplimiento en el ámbito escolar.

En general, planes y programas se limitan a nombrar estas competencias, sin explicitar lo que se entiende por cada una de ellas ni cómo se pretende desarrollarlas, dejándose su interpretación y manejo en buena medida librados al sentido común de los profesores (quienes tampoco son formados en ellas). Podría afirmarse, de modo general, que la formulación de objetivos se ha venido haciendo en este terreno sin atención a los avances y conceptualizaciones que al respecto han venido generándose en el campo científico (Nickerson, 1987).

Precisamente por tratarse de un campo poco tratado en el ámbito educativo y clave dentro de un nuevo enfoque curricular orientado por las necesidades básicas de aprendizaje, le dedicaremos aquí alguna atención.

Aprender a Pensar: Una Necesidad Básica del Aprendizaje

Hace ya más de una década, en 1979, un informe del Club de Roma urgía a adoptar un nuevo enfoque para la educación, ante el reconocimiento de la gran brecha existente entre el potencial de aprendizaje de los seres humanos y lo que el sistema educativo está consiguiendo. Para ello se reclamaba un cambio específico, vinculado con la necesidad de poseer un mejor conocimiento sobre la habilidad de pensar y cómo mejorarla. Al respecto, se hacía la distinción entre un aprendizaje de mantenimiento —basado en la adquisición de perspectivas, métodos y reglas fijos, destinados a hacer frente a situaciones conocidas y constantes, resolver problemas ya existentes, mantener un sistema o un modo de vida establecido— y un aprendizaje innovador que somete a examen las suposiciones para buscar perspectivas nuevas, permite prever los cambios y saber manejarlos, de modo que las personas puedan construir el futuro y no solamente acomodarse a él. El primer tipo de aprendizaje, el convencional, ya no es suficiente hoy ni lo será en el futuro; el segundo, por su parte, requiere un desarrollo del aprender a pensar (Botkin, 1982).

Desde entonces se ha avanzado en el análisis del tema y se ha desarrollado y aplicado propuestas específicas, algunas de las cuales han adoptado incluso la forma de programas y paquetes didácticos, diseñados en la línea del “enseñar a pensar” (De Bono, 1986; Nickerson, 1987; WCEFA, 1990b). En general, sin embargo, los sistemas escolares de la región parecen continuar en su mayoría ajenos a tales desarrollos y a tales necesidades. Desarrollar las habilidades del pensamiento es hoy —se afirma— más necesario que nunca, en la medida que se requiere no sólo saber muchas cosas, sino habilidad para aplicar esos conocimientos con eficacia, mucha capacidad de adaptación, aprender.

Las competencias cognoscitivas básicas

Enumeración de conciencias.
1- Los contenidos nos limita la capacidad de razonar, capacidad de auto aprendizaje, La creación de un pensamiento autónomo y el pensamiento critico para la solución de problemas, ya que no existe una enseñanza como tal (creatividad).
2- Cuando se crean los objetivos se hacen sin prestarle atención a los avances y actualizaciones de los mismos.
3- La necesidad de poseer nuevos conocimientos sobre la habilidad de pensar y como mejorar.
4- Adquirir nueva perspectivas y métodos para el mejoramiento de la enseñanza.
5- El primer tipo de aprendizaje fue el convencional pero hoy en día no es suficiente, el segundo requiere un desarrollo del aprender a pensar.
6- Desarrollo para aplicar los conocimientos.
7- Capacidad de adaptación.
8- Solución de problemas - no solo depende del pensamiento si no también del conocimiento que se tenga acerca del problema
9- Creatividad se manifiesta de diferentes formas (Arte, Literatura, Ciencia, Etc.)
10- Meta cognición - El aprender del propio conocimiento utilizando habilidades y conocimiento previos


La Citoarquitectura Cerebral y los Nuevos Arquetipos Cognitivos

PROF. ESP. LAURA CEJAS
ARGENTINA

En los albores de la humanidad, el proceso de encefalización de nuestros ancestros permitió formatear la estructura cerebral y alcanzar las adaptaciones necesarias en los sistemas neurales y de relación.

La postura bípeda se constituyó en la razón principal para el desarrollo y evolución de la neocorteza que se relaciona directamente con la inteligencia, el aprendizaje y la motricidad. PIERON expresa al respecto “El cortex cerebral del hombre(…) constituye para la mayor parte de los seres humanos una especie de cera virgen, dispuesta a ser modelada por registros, a sufrir estructuraciones funcionales propias para dirigir actividades eficaces que aseguran sutiles y maravillosas adaptaciones.”

De la interacción cerebro y manos, surgieron las primeras herramientas de nuestros ancestros.

A medida que evolucionó la citoarquitectura cerebral, y se evidenció que la corteza cerebral se distribuía en capas o estratos bien diferenciados, y que cada zona del cerebro poseía una modalidad particular en cuanto a la fisiología, interpretadas estas como fenómenos que posee una localización anatómica, las adaptaciones se sucedieron paulatinamente.

Las células especializadas de la corteza cerebral poseen muchas prolongaciones, reciben la excitación, se transmiten estas a otras partes del cerebro, a grandes, medianas y pequeñas distancias en milésimas de segundos, evidenciándose de esta manera la coordinación y comunicación anatomofisiológica de la arquitectura cerebral.

Por lo tanto, las distintas posturas y los mecanismos en el movimiento desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra poseen una fuerte implicancia en la cognición humana.

Por ejemplo, la falta de estimulación adecuada en el tálamo-zona cortical-, en las...

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