Biodiversidad Española: Explorando la Flora y el Paisaje
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La biodiversidad es un tema crucial para entender la riqueza y la diversidad de España. Este documento explora la vegetación y los paisajes de España, destacando la importancia de la biodiversidad y la influencia de la acción humana.
1.1 La Biodiversidad del Territorio Español
España es un espacio con una gran biodiversidad, ocupando el segundo puesto después de las selvas tropicales. La posición de la península ibérica en el extremo suroccidental de Europa favorece la presencia de dos grandes dominios vegetales: el dominio atlántico y el mediterráneo.
- El efecto refugio: Durante los grandes periodos glaciales, la península sirvió de refugio para especies vegetales y animales europeas. Asimismo, acogió especies animales africanas que cruzaron el estrecho de Gibraltar aprovechando épocas en las que el nivel de las aguas era muy bajo.
- La presencia de sistemas montañosos: La existencia de numerosos sistemas montañosos y de la meseta reproduce en altitud la gradación vegetal que se da entre el norte y el sur de Europa.
1.2 La Acción Antrópica
La biodiversidad se ha visto afectada durante muchos siglos por la intervención del ser humano o acción antrópica. Esta acción ha provocado la progresiva sustitución de los bosques por campos de cultivo. A esto se suma la pérdida de superficie de vegetación natural por la expansión de las áreas urbanas, la construcción de infraestructuras y equipamientos, que ocupan casi el 10% del territorio.
1.3 Paisajes Vegetales
La diversidad climática y altitudinal hace posible la existencia de varios tipos de vegetación. La vegetación es el componente principal de los paisajes vegetales. En ocasiones, identificamos estos paisajes vegetales como paisajes naturales.
El Paisaje Vegetal Oceánico
En España, este tipo de paisaje ocupa la zona con mayor influencia del clima atlántico. Cuando las condiciones ambientales son propicias, las precipitaciones son abundantes y hay temperaturas poco calurosas, el bosque templado-oceánico alcanza un desarrollo en altura de unos 30 m. Las especies típicas son el roble y el haya.
- Los robledales ascienden por las laderas de las montañas porque precisan de humedad. El crecimiento de un roble puede prolongarse entre 150 y 300 años. En el siglo pasado, la sobreexplotación de los robledales hizo disminuir su superficie; actualmente, gracias a los escasos cuidados necesarios, ha aumentado de nuevo su extensión.
- Los hayedos se combinan a veces con los robledales, pero su tolerancia al calor es menor y necesita mucha humedad. Las hayas tienen un crecimiento más rápido que los robles, entre 80 y 100 años.
- Por encima de los 1600-2000 m de altura, allí donde el frío y la sequedad dificultan el crecimiento del bosque atlántico, aparece un matorral, la landa. Se trata de un matorral tupido, formado principalmente por brezos, enebros y retamas, y su altura puede llegar hasta los 4 m.
Paisaje Vegetal Mediterráneo
Este tipo de paisaje, en sus diversas variantes, ocupa la mayor parte de la superficie peninsular. El encinar es la formación boscosa más extensa de la península y, junto con los alcornocales, forman el bosque típico mediterráneo. Al bosque mediterráneo también se le llama esclerófilo. Este tipo de bosque está siempre verde y se desarrolla lentamente. Las copas de los árboles del bosque mediterráneo son amplias y cerradas, para evitar que el calor llegue al suelo. Sus hojas son duras, pequeñas y dentadas. Sus troncos son leñosos y sus raíces profundas. La encina es una especie de hoja perenne, que no pierde las hojas. El alcornoque es más termófilo y más exigente en lluvias que la encina. La acción del ser humano ha provocado la regresión del encinar y la gran expansión del matorral, que ocupa mayor superficie que los propios encinares. Este matorral forma maquis, garrigas y estepas.
Paisaje Vegetal de Canarias
La vegetación canaria es escasa y está adaptada a una acusada aridez. Existe una gran variedad de especies y numerosos endemismos producto de la insularidad. Las condiciones climáticas hacen que se cree una secuencia vegetal escalonada en diversos pisos altitudinales:
- Por debajo de los 400 m, se desarrolla un matorral costero adaptado a la sequía y a los terrenos salados (tabaiba).
- Por encima crecen el bosque de sabinas, palmeras y dragos.
- En las zonas más húmedas, entre 600 y 1200 m, aparece la laurisilva.
- Por encima de los 1500 m en el Norte y los 800-1000 m en el Sur se extiende el pinar canario; en la parte meridional se entremezcla a veces con jaras.
- En las islas con altitudes superiores a los 2000 m se extiende el matorral de cumbre. A partir de los 2600 m crecen las violetas del Teide.