El Bienio Reformista (1931-1933) en la Segunda República: Claves de un Periodo Transformador

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El Bienio Reformista (1931-1933)

La Coyuntura Económica

España no se vio gravemente afectada por el crac del 29, dado que su economía era bastante cerrada. Los datos muestran, en realidad, una situación de estancamiento en esos años, y una economía estancada no era suficiente para las reformas que se querían acometer.

Dos factores claramente negativos agravaron la situación: la crisis del comercio exterior, ya que muchos gobiernos extranjeros emprendieron medidas proteccionistas, y un aumento claro y creciente del paro, debido tanto a problemas internos como al retorno de emigrantes ante la falta de trabajo en los países de acogida.

Las Reformas Sociales y Sectoriales

Durante los años 1932 y 1933, las reformas iniciadas se continuaron.

Reforma Laboral

Francisco Largo Caballero, ministro de Trabajo, siguió con su reforma laboral: se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo y la de Jurados Mixtos, y también se estableció la Inspección de Trabajo.

Reforma Educativa

En cuanto a la reforma de enseñanza, se continuó con la construcción de escuelas, el aumento de plazas de profesores y se prohibió la enseñanza por parte de las congregaciones religiosas.

Reforma Militar

El Gobierno continuó la reforma militar iniciada por Manuel Azaña. Se intentó reducir el ejército y modernizar su preparación y material. También se reorganizaron las plantillas para reducir el número de oficiales y generales. No obstante, la prioridad del Gobierno por los gastos sociales impidió llevar a cabo algunas de estas mejoras.

La Reforma Agraria

El objetivo de la reforma agraria era asentar a los campesinos en las tierras de latifundio. Tras meses de discusión, se tomó la decisión de expropiar tierras a los grandes propietarios para dárselas a los campesinos, especialmente en el sur de España. En la Ley de Bases de la Reforma Agraria (1932) se declaraba la expropiación de tierras siguiendo ciertos criterios (el texto original menciona que uno de ellos era que los propietarios tuvieran una renta catastral mayor a 1000 pesetas, si bien los criterios eran diversos y complejos). Para llevar a cabo esta ley, se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA).

Sin embargo, su aplicación fue, en gran medida, un fracaso, dado que se tardó más de un año en llevarla a cabo de forma efectiva y el escaso presupuesto impidió expropiar suficientes fincas.

La Oposición al Gobierno y los Conflictos Sociales

El Gobierno contó desde el principio con una oposición abierta. Esta provenía de:

  • Por la derecha, sectores como el Partido Radical de Alejandro Lerroux (que fue virando su posición) y otras agrupaciones conservadoras y monárquicas.
  • Por la izquierda revolucionaria, organizaciones como la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Comunista de España (PCE), que consideraban las reformas insuficientes.

A raíz de estas oposiciones, se crearon tensiones sociales y conflictos continuos. Además, los cambios impulsados por el Gobierno eran ralentizados por la resistencia de los propietarios e industriales.

Ante estas movilizaciones, el Gobierno respondió frecuentemente utilizando las fuerzas del orden público, lo que ocasionó una serie continua de incidentes graves (como los de Castilblanco, Arnedo o Casas Viejas), que contribuyeron al desgaste del ejecutivo.

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