Barroco Español: Culteranismo y Conceptismo a Través de Góngora y Quevedo

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Culteranismo y Conceptismo: Dos Corrientes del Barroco Español

El Culteranismo y el Conceptismo son dos tendencias barrocas que llevaron a sus extremos las innovaciones de la época, representadas por Luis de Góngora y Francisco de Quevedo, respectivamente. Ambas corrientes comparten el deseo de romper el equilibrio clásico entre forma y contenido.

  • El Culteranismo (o Gongorismo) altera este equilibrio retorciendo la expresión y haciéndola predominar sobre el contenido, buscando la belleza formal a través de un lenguaje ornamentado y complejo.
  • El Conceptismo, por su parte, desarrolla el contenido a expensas de la expresión, priorizando la agudeza de ingenio, la concisión y la profundidad de pensamiento.

Luis de Góngora y Argote (1561-1627)

Nacido y fallecido en Córdoba, Luis de Góngora fue cura y capellán de honor de Felipe III. Aunque su obra es predominantemente en verso, no toda su poesía está escrita con procedimientos culteranos. También compuso poemas muy claros y hermosos, como:

  • Romances
  • Letrillas
  • Otros poemas de corte más tradicional

Poemas Mayores: La Fábula de Polifemo y Galatea

Esta obra, escrita en 63 octavas reales, se inspira en las Metamorfosis de Ovidio. Narra cómo el cíclope Polifemo, enamorado de la ninfa Galatea y celoso del pastor Acis, mata a este último arrojándole una peña. La ninfa, en su dolor, convierte a su amado en un río.

El mito de Polifemo y Galatea ya aparece en la Odisea y había sido tratado abundantemente y de modo muy diverso en la poesía renacentista española e italiana. El tema también atrajo a los poetas del Barroco, quienes supieron ver la contradicción del gigante Polifemo: un ser monstruoso y feroz que, sin embargo, también puede ser delicado y tierno, manifestando una dualidad de "tiernamente gigantesco" o "gigantescamente tierno".

La originalidad del poeta cordobés no reside en la historia en sí, sino en la perfecta construcción y modulación del poema, así como en el lenguaje típicamente gongorino, caracterizado por su riqueza léxica, hipérbaton y alusiones mitológicas.

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)

Nacido en Madrid y fallecido en Villanueva de los Infantes, Francisco de Quevedo fue consejero del virrey de Nápoles. Sufrió fuertes persecuciones políticas y estuvo preso durante cinco años en León.

Su obra es muy rica y variada, abarcando tanto la prosa como el verso. Su personalidad literaria resulta muy compleja, uniendo en sí mismo al:

  • Moralista profundo
  • Satírico de afilado ingenio
  • Lírico de pureza exquisita
  • Escritor político de visión clara

Obra Poética y en Prosa

Como poeta, compuso multitud de poemas filosóficos, satíricos, burlescos, amorosos, etc.

Como prosista, son eminentes su tratado político Marco Bruto y sus fantasías morales y satíricas, tituladas Los sueños.

Obra Narrativa: El Buscón

Quevedo escribió una única obra narrativa, El Buscón (cuyo título completo es Historia de la vida del Buscón llamado Don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños). Es una novela picaresca en forma autobiográfica, donde Pablos, el Buscón, narra su miserable nacimiento en Segovia, el hambre que pasa de niño, sus travesuras y padecimientos en Alcalá (donde sirve a un caballero), la muerte de su padre (ajusticiado por ladrón), y su definitiva caída en el hampa.

Este argumento sirve de pretexto a Quevedo para una exhibición de sus formidables capacidades para la caricatura y el sarcasmo, así como de sus asombrosas dotes de escritor conceptista, utilizando juegos de palabras, dobles sentidos y una gran agudeza verbal.

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