El Barroco Español: Crisis y Arte en el Siglo XVII

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El Barroco fue un movimiento artístico que se desarrolló durante el siglo XVII en Europa. En este periodo, los intelectuales dejaron de creer en los ideales del Renacimiento (como el heroísmo, el amor platónico o los mitos clásicos) y cayeron en un hondo pesimismo. Esta desmoralización se debió a la penosa situación que entonces vivía Europa: guerras de religión, gobiernos absolutistas, crisis económica y empobrecimiento de la población.

Por su parte, los artistas abandonaron la idea renacentista de que solo debían reflejar en sus obras la belleza. Pensaban, por el contrario, que lo cargado, feo, extravagante y deforme, o sencillamente la angustiosa realidad que aparecía ante sus ojos, tenían también un sitio en el mundo del arte. El Barroco no representó un corte radical respecto al Renacimiento, sino una evolución.

1. La Literatura Barroca: Características

  • Intencionalidad: La literatura barroca difundió los valores sobre los que se sostenía el imperio español del siglo XVII: la monarquía absolutista, los privilegios de la casta de los cristianos viejos y los dogmas del catolicismo establecidos por el Concilio de Trento.
  • Literatura de masas: La literatura barroca va dirigida a un público muy amplio y heterogéneo: pueblo llano, burguesía, clero y nobleza; espectadores cultos y analfabetos. Los escritores pretenden satisfacer los gustos de todos.
  • Temas: En el Barroco perviven los temas y tópicos del Renacimiento, pero adoptan un tono pesimista o burlesco. Los temas característicos del Barroco son el desengaño y la angustia existencial: la ruina y la muerte. A partir de esta actitud pesimista surge la reflexión moral: ¿qué hacer ante la fugacidad de la vida? Muchos escritores barrocos huyen de la sociedad conflictiva para disfrutar de las cosas sencillas (aurea mediocritas), olvidan el lujo.
  • Estilo literario: Los escritores barrocos tienen el objetivo de sorprender y, como consecuencia, divertir a lectores y espectadores. Por lo tanto, no les vale la sencillez del lenguaje renacentista. El escritor barroco aspira a ser original e ingenioso. Sus obras son lujos verbales muy elaborados que retan la capacidad de comprensión del receptor. Los recursos literarios que se utilizan se acumulan y se exageran. Dos formas de expresión que oscurecen y dificultan la comprensión del significado de las obras: el culteranismo y el conceptismo.

3. Francisco de Quevedo, Escritor Conceptista

Francisco de Quevedo nació en Madrid en 1580. Licenciado en artes por la Universidad de Alcalá, se dedicó a la literatura desde muy joven y a las actividades políticas en la corte. Fue encarcelado varias veces durante el reinado de Felipe IV. Fue testigo privilegiado de la decadencia económica, política y militar de la España del siglo XVII, y dio buena cuenta de ello en sus obras. Sus reflexiones políticas, morales y religiosas alcanzan una gran profundidad, pero tienen el contrapunto negativo, desde la sensibilidad moderna, de sus prejuicios antisemitas, racistas y misóginos.

Clasificación de su Obra Poética

  1. Poesía satírica y burlesca (humor escéptico sobre la vida humana).
  2. Poesía amorosa (definición del amor).
  3. Poesía filosófica y moral (tempus fugit).

4. Luis de Góngora, Escritor Culterano

Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba, en 1561. Perteneció a una familia acomodada, de origen judío, circunstancia que aprovecharía Francisco de Quevedo para escribir versos satíricos contra él. Desde muy joven se dedicó a la poesía. Pasó bastantes apuros económicos, se hizo sacerdote y fue nombrado capellán del rey Felipe III. Sus poemas culteranos crearon una gran polémica entre defensores y detractores de su novedoso estilo. Sostuvo una guerra literaria con Quevedo, en la que ambos demostraron su mutua antipatía y su ingenio para dedicarse versos burlescos.

Es el poema que mejor representa la escuela barroca de estilo culterano.

6. El Teatro Popular en los Siglos de Oro

  • El gusto del público: Las obras teatrales que se representaban en el siglo XVI no cumplían las reglas que Aristóteles había establecido para el teatro (unidad de acción, lugar y tiempo). Esas obras tenían un gran éxito de público. Aquellos autores que escribían sus obras respetando los rígidos preceptos aristotélicos fracasaban. A principios del siglo XVII, Lope de Vega llegó a la conclusión de que, en relación con el teatro, los gustos del público español eran radicalmente contrarios a las normas clásicas. Lope ignoró las normas que imponían los expertos en literatura y empezó a escribir para satisfacer a los espectadores. Creó la llamada comedia nueva. Su teatro significó una revolución en la escena.

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