Aventuras Picarescas y el Secreto de la Ilustre Fregona
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La Inclinación Picaresca de Carriazo
Cuando Diego de Carriazo cumple los trece años, se marcha de su casa por una inclinación hacia la vida picaresca. Diego estuvo en Madrid, en las Ventillas de Toledo, entre otros lugares, y se gradúa en las artes de la picaresca. Cuando Diego se ve ya cansado de este tipo de vida, regresa con su familia, la cual lo recibe con mucha alegría.
Diego le cuenta sus historias a Tomás de Avendaño y lo convence para que lo acompañe en ese tipo de vida. Con la excusa de querer ir a estudiar a Salamanca, los dos logran engañar a sus familias y al preceptor que se les había asignado.
El Viaje a Toledo y la Ilustre Fregona
En el momento en que deciden seguir con su aventura, los dos escuchan una conversación entre unos mozos sobre una mujer llamada la Ilustre Fregona. Esto le causa mucha curiosidad al joven Avendaño y convence a Carriazo para ir a la Posada del Sevillano, en la ciudad de Toledo.
Logran entrar en la ciudad gracias a un engaño. Esa noche, Carriazo le dice a Avendaño que al día siguiente partirán hacia Orgaz, a lo que Avendaño se niega, ya que está decidido a conocer a Constanza, la bella joven que lo había cautivado.
La Vida en la Posada
Al día siguiente, en la posada, se escucha una canción que el hijo del corregidor le canta a Constanza, y el joven Avendaño siente celos por ello. Como ambos deciden quedarse, consiguen trabajo y se cambian los nombres: Avendaño se hace llamar Tomás Pedro y Carriazo, Lope Asturiano. El joven Carriazo tiene un enfrentamiento en su trabajo con un compañero y es encarcelado; logra salir de la cárcel después de un tiempo.
Pasado un tiempo, Tomás le entrega a Constanza una carta donde le expresa su amor, pero ella la rompe y le dice que no lo quiere.
Lope (Carriazo) se dirige a comprar un asno para su trabajo, pero se deja llevar por el juego y lo pierde apostando. En un último intento, reclama que aún no ha perdido la cola del asno, pues todavía no la había apostado. Con este engaño logra recuperarlo todo, pero esto, al final, lo termina llevando a la cárcel otra vez.
El Misterio de Constanza y la Revelación Final
El corregidor, que se encuentra en la posada y también desea conocer a Constanza, encantado por su belleza, pregunta por el origen de la joven. Así le cuentan que una mujer vestida de peregrina dio a luz a una niña en la posada y le dejó, junto a la niña, un trozo de pergamino que alguien debía venir a buscar, y que el posadero todavía esperaba.
Al día siguiente, llegan cuatro caballeros y dos ancianos, entre los que se encuentran los padres de Avendaño y Carriazo. Uno de los caballeros llama al huésped y le dice que viene a recoger una prenda suya dejada hace mucho tiempo. Aparece el corregidor, que tiene la parte final de las piezas que los caballeros buscan. Al juntar todas las piezas, se puede leer: «Esta es la señal verdadera». Se descubre que Don Diego de Carriazo (el padre del joven Carriazo) es el padre de Constanza. Después de explicarlo todo, Don Diego y Don Juan (padre de Avendaño) se encuentran con sus hijos, quienes se enteran de toda la verdad.