Ateísmo, Felicidad y Ética: Perspectivas Filosóficas Clave
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Ateísmo: Una Perspectiva Filosófica
El ateísmo es la negación de la existencia de Dios o de la posibilidad de conocer su existencia. Sostiene la teoría de que Dios no existe. Es importante diferenciarlo del agnosticismo.
Los filósofos materialistas son los que han sostenido la idea de un ateísmo práctico y teórico, excluyendo la idea de Dios y basándose en la realidad científica.
Críticas a la Religión desde el Materialismo
Marx
Filósofo materialista que critica la religión: "la religión es el opio del pueblo" y solo vale la realidad observable. Los cambios políticos se basan en las condiciones materiales en el interés de las clases sociales. La idea de Dios es una invención de la clase dominante para que los dominados no se rebelen. Al prometerles la vida eterna si obedecen a las normas, los dominados acatan esas normas y no luchan para mejorar su vida actual.
Nietzsche
Coincide con Marx sobre la idea de Dios. Se pregunta sobre el origen del bien y del mal y proclama una moral cuyo punto de partida es que "Dios ha muerto" y que lo que define a los seres humanos es su capacidad de crítica. El concepto de Dios es utilizado para legitimar (justificar) una moral que favorece a las clases dominantes desde el punto de vista ideológico (de ideas).
Freud
Considera que la religión es propia de la etapa infantil de las sociedades, controladas por una autoridad y donde no se piensa de forma individual. La religión es una ficción. Una sociedad madura no debe basar sus leyes en una ficción, sino que los miembros de dicha sociedad deben participar en la elaboración de las leyes mediante su razón.
La Felicidad: Un Bien Supremo
La felicidad no nos viene dada, sino que tenemos que conquistarla.
La felicidad es un bien supremo, es un fin en sí mismo. Es un estado de plenitud continuada, ligada a la satisfacción de nuestros deseos más fundamentales y al hecho, no del todo controlable por nosotros, de realizar nuestras potencialidades como seres humanos.
La felicidad es el ideal de realización más completo posible para el ser humano. Es lo que más buscamos y añoramos.
El placer es el principal componente de la felicidad, pero no cualquier placer, sino el placer como ausencia de perturbación y dolor.
Solo los deseos y las necesidades naturales deben satisfacerse.
Es un ideal al que solo nos podemos aproximar parcial y temporalmente.
A lo largo de la historia se han propuesto doctrinas éticas sobre la valoración de lo bueno y lo malo, de los fines prácticos y consecuencias que se derivan de ellos para la existencia humana.
Éticas Consecuencialistas y Formales
Éticas Consecuencialistas (ética eudaimonista y ética utilitarista) y Éticas Formales (ética formal kantiana).
Ética Eudaimonista
Según Aristóteles, la felicidad es el bien supremo y su búsqueda, el fin de la acción moral.
El que conoce y practica lo bueno, es por ello feliz.
El obedecer las prescripciones morales y someterse a las leyes no solo es lo más seguro, sino el único modo de conseguir la felicidad duradera.
Epicúreos
La finalidad de la existencia humana es la felicidad, y esta no es otra que el máximo placer. El placer está en la moderación ya que el abuso implica una consecuencia negativa que te aleja del placer.
Estoicismo
La felicidad no es igual al placer, ya que cuando disfrutamos de él y se acaba nos causa tristeza o dolor, así que para ellos la felicidad es la ausencia de dolor, y no el disfrutar de placeres porque genera dependencia y puede causar adicción.