La Asociación Internacional de Trabajadores: Orígenes y Evolución del Movimiento Obrero

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Orígenes y Evolución de la Asociación Internacional de Trabajadores

Primeros Debates y Divisiones Ideológicas

En los albores del movimiento obrero organizado, surgieron dos corrientes principales de pensamiento con respecto al papel del Estado y la estrategia para mejorar las condiciones de los trabajadores:

  • Los que negaban la existencia del Estado, considerándolo una herramienta de clase inútil, y buscaban medidas directas contra él.
  • Aquellos que defendían la participación de la clase obrera en la política para transformar las condiciones laborales desde dentro.

Posteriormente, durante la Segunda Internacional, se produjo la expulsión de los anarquistas y una marcada división entre marxistas y revisionistas. Mientras los marxistas abogaban por la democracia como vía de cambio, los revisionistas buscaban tomar el poder por cualquier medio.

La Fundación de la Primera Internacional

Los primeros contactos que sentaron las bases de la Primera Internacional se establecieron en 1863, con una delegación de obreros franceses visitando el Consejo Sindical de Londres con motivo de la Exposición Industrial Universal. En julio de ese mismo año, los sindicatos ingleses invitaron a representantes del proletariado parisino a una manifestación conjunta.

La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) quedó formalmente constituida en 1864, tras un nuevo viaje de Tolain, Perrachon y Limousin a Londres. La asamblea fundacional tuvo lugar el 28 de septiembre en Saint-Martin's Hall, donde se adoptaron las líneas generales del proyecto de Tolain sobre la organización internacional.

Congresos Clave y Debates Ideológicos

Una característica distintiva de los congresos de la Internacional fue la influencia de las ideas de Marx en las delegaciones de países con un alto desarrollo industrial, mientras que en los países agrarios predominaban las concepciones proudhonianas y bakuninistas.

Primer Congreso (Ginebra, 1866)

  • Se reconoció la importancia del movimiento sindical y la huelga.
  • Se exigieron medidas en favor de las mujeres y los niños.
  • Se planteó la limitación de la jornada laboral a ocho horas.

Los proudhonianos se opusieron a la intervención del Estado en la regulación laboral contractual.

Segundo Congreso (Lausana, 1867)

  • Se caracterizó por la oposición entre las tendencias mutualistas y colectivistas.
  • Se adoptaron decisiones para abolir los ejércitos permanentes.
  • Se planteó la emancipación de la clase obrera, la superación del poder del capital y la formación de una Confederación de Estados Libres de Europa.

La Guerra Franco-Prusiana y la Represión

El estallido de la guerra entre Francia y Alemania facilitó a los gobiernos la movilización de sus pueblos, dejando a los seguidores de la Internacional aislados. Tras la derrota de Sedán, la revolución de la Comuna de París (1871) marcó un punto de inflexión. La posterior derrota de la Comuna sumió a la organización obrera en un clima de represión con repercusiones internacionales.

En España, la Internacional fue declarada ilegal, y en el norte de Europa se persiguió y encarceló a los internacionalistas. Paralelamente, se intensificó la controversia entre los antiguos miembros de la Alianza Internacional de la Democracia Socialista de Bakunin y el Consejo General dirigido por Marx, un conflicto que precipitaría el fin de la Primera Internacional. La caída de París aniquiló las esperanzas de una nueva ola de revoluciones democráticas en Europa.

La Internacional antiautoritaria celebró su último congreso en Verviers en septiembre de 1877.

Hacia la Segunda Internacional y Nuevas Aspiraciones

En los años posteriores a la disolución de la Primera Internacional, los diversos partidos obreros emergentes centraron sus aspiraciones en:

  • La democratización del poder político.
  • La mejora de las condiciones laborales y los salarios.
  • La garantía de seguridad para los obreros en casos de enfermedad, invalidez o desempleo.

Congreso de Londres (1896)

Este congreso concluyó con el acuerdo de invitar únicamente a aquellas organizaciones que aceptasen la transformación del orden capitalista de propiedad y producción hacia el sistema socialista.

Congreso de París (1900)

Se crearon los instrumentos técnicos necesarios para la colaboración internacional entre las organizaciones afiliadas.

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