Ascenso y Consolidación de la Dictadura de Primo de Rivera: Contexto, Evolución y Legado

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 8,92 KB

Contexto Histórico del Ascenso de la Dictadura de Primo de Rivera

El golpe de estado de Primo de Rivera en 1923 se enmarca en un contexto de profunda crisis política y social en España. Entre los factores que propiciaron este acontecimiento, destacan:

El Creciente Protagonismo del Ejército

El ejército había adquirido un papel cada vez más relevante en la vida política del país, como se evidenció en la crisis de 1917 con la formación de las Juntas de Defensa.

El Problema de Marruecos

El desastre de Annual en 1921 agravó el descrédito de políticos y militares. El Expediente Picasso, abierto para investigar y depurar responsabilidades, sacó a la luz una serie de escándalos que involucraban a militares y políticos.

Agudización de los Problemas Sociales

Desde 1917, los problemas y conflictos sociales se generalizaron y agudizaron. Las repercusiones negativas del final de la Primera Guerra Mundial para la clase obrera española, el contagio revolucionario tras la Revolución Soviética, la incapacidad del sistema político para responder a las reivindicaciones de los trabajadores, la intransigencia de los patrones y la violencia de ciertas fuerzas obreras, especialmente las anarquistas, crearon un clima de tensión. La situación fue especialmente tensa en Andalucía (Trienio Bolchevique, caracterizado por continuas ocupaciones de fincas y sublevaciones locales por parte de los jornaleros) y en Cataluña, donde se hicieron frecuentes los enfrentamientos armados entre obreros y pistoleros contratados por la patronal.

Esta situación, unida a la transitoriedad con que se presentaba la dictadura, le granjeó el apoyo o, al menos, la pasividad, de buena parte de la masa neutra del país, y algunos partidos republicanos e, incluso, socialistas. Solo comunistas y anarquistas se opusieron, convocando una huelga general que fracasó.

Auge de los Nacionalismos Periféricos

El auge de los nacionalismos periféricos hacía temer a las fuerzas más conservadoras del país por una posible desmembración de España.

Apoyo de la Patronal y Sectores Católicos y Castrenses

La dictadura contó con el apoyo de la patronal y de los sectores católicos y castrenses.

Ambiente Político Internacional

El ambiente político internacional estaba caracterizado por la crisis de los sistemas democráticos tras la Primera Guerra Mundial y la emergencia de las ideologías totalitarias de derechas (Albania, Portugal, Grecia, Polonia, Hungría), especialmente el fascismo de Mussolini en Italia.

Apoyo del Rey Alfonso XIII

El rey Alfonso XIII apoyó el golpe y confió al golpista la tarea de formar gobierno.

Falta de Contestación del Movimiento Obrero

El movimiento obrero carecía de una clara conciencia política y estaba incapacitado para una unidad de acción. Es más, el Partido Socialista y la UGT adoptaron una actitud de aceptación y colaboración con la dictadura, al menos en los primeros años.

Objetivos del Manifiesto del 13 de Septiembre

Teniendo en cuenta estas circunstancias, los objetivos enunciados en el manifiesto del 13 de septiembre eran:

  • Sanear el sistema político, acabando con el caciquismo y procurando una administración honesta.
  • Garantizar el orden público poniendo fin a la oleada de violencia.
  • Solucionar el problema de Marruecos y acabar con el problema regionalista.

Todo ello se presentaba como una solución transitoria, un paréntesis de curación, tras el cual se volvería a la normalidad constitucional. Algunos historiadores han apuntado recientemente que lo que en realidad pretendía Primo de Rivera y quienes apoyaron políticamente el golpe no era poner fin a un régimen caduco, corrupto y anquilosado, sino evitar que se democratizase, como, en efecto, parecían apuntar las medidas del último gobierno de concentración de García Prieto.

Evolución Política

Directorio Militar (Septiembre 1923 - Diciembre 1925)

Se formó un gobierno (Directorio) integrado exclusivamente por militares, en el que el general Primo de Rivera concentraba todos los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y era responsable de todas las decisiones; el resto de los generales no tenían sino un papel asesor. Los aspectos más importantes de este periodo, que respondía a los propósitos anunciados inicialmente de un breve paréntesis constitucional para poner orden y limpieza en el sistema político (idea del cirujano de hierro), son:

  • Las Cortes fueron disueltas y la Constitución suspendida.
  • Reordenación de la administración central, provincial y local. Se mantuvo el personal de los ministerios y de la administración, pero todos los altos cargos fueron ocupados por militares. Se nombraron gobernadores militares en sustitución de los gobernantes civiles.
  • Política social fuertemente represiva (pacto con la UGT y persecución de comunistas y anarquistas).
  • Desarrollo de una política anticaciquil mediante el nombramiento de delegados gubernativos. Cientos de concejales y funcionarios fueron condenados por delitos de favoritismo o corrupción. En la práctica, lo que se hizo fue sustituir unos caciques por otros afines al dictador.
  • Se creó un Somatén Nacional, especie de milicia ciudadana, dispuesta a hacer frente a cualquier peligro revolucionario.
  • Creación de la Unión Patriótica: partido conservador, derechista y católico concebida como partido único —presidido por el propio dictador— para apoyar y colaborar con el régimen. Los afiliados provenían de las filas del catolicismo, funcionarios y caciques rurales.

Directorio Civil (Diciembre 1925 - 1930)

El Directorio Militar fue sustituido por un gobierno de civiles (Conde de Guadalhorce, Eduardo Aunós, José Calvo Sotelo, con la inclusión de algún militar como Martínez Anido) y se intentará organizar una estructura política nueva, en sustitución del régimen de la Restauración y de la Constitución de 1876. Los tres elementos fundamentales del intento de formación de este nuevo sistema son:

  • La Unión Patriótica, creada en 1924 como partido gubernamental.
  • Asamblea Nacional Consultiva: compuesta por 400 miembros, en representación corporativa y sin atribuciones legislativas.
  • Proyecto de Constitución, que, terminada en 1929, no llegó a entrar en vigor.

Política Económica

Se caracterizó por la fuerte intervención del Estado en todos los ámbitos de la economía del país, dando lugar a una auténtica economía planificada dirigida por el Consejero Nacional que controlaba todos los sectores productivos y supervisaba todos los detalles de todas las actividades económicas. Se reforzó el proteccionismo arancelario y se incrementaron las inversiones en obras públicas: carreteras (Plan de Firmes Especiales que preveía construir 7000 km de modernas carreteras), ferrocarriles (las empresas ferroviarias recibieron grandes créditos para su modernización), pantanos (Confederaciones Hidrográficas), casas sociales, etc. Se crearon los monopolios de Tabacalera, Telefónica (concedida a la compañía norteamericana ITT) y CAMPSA (encargada de la importación y refinado de petróleo y controlada por un consorcio de 41 bancos españoles). Puede decirse que es el momento en el que España experimentó un mayor crecimiento económico hasta esos momentos, hecho que se resaltó de manera propagandística mediante la celebración de grandes exposiciones en 1929 (Internacional en Barcelona, Hispanoamericana en Sevilla). Sin embargo, no se abordó el principal problema económico del país: el agrícola, que mantenía en la miseria a millones de jornaleros en los latifundios del sur y a muchos pequeños propietarios en el norte.

Las causas del crecimiento económico son:

  • La buena coyuntura económica internacional.
  • La armonización de las actividades productivas.
  • El fuerte endeudamiento del Estado que, a pesar de una buena política recaudatoria que consiguió terminar con superávit en el presupuesto ordinario, creció muchísimo mediante presupuestos extraordinarios dirigidos a la financiación de las obras públicas.

Política Colonial en Marruecos

Fue el aspecto en el que la dictadura obtuvo un éxito más rotundo. Primo de Rivera, partidario en un principio de abandonar el protectorado, fue convencido por los militares africanistas (Franco, Millán Astray, Sanjurjo) de lo contrario. Una victoria en Marruecos reforzaría el prestigio de la dictadura y de España. El momento era propicio. Abd el-Krim se había proclamado emperador del Rif y había invadido la zona francesa. Una intervención conjunta hispano-francesa, que se convirtió en la primera operación militar en la historia en que se combinaron fuerzas de tierra, mar y aire (desembarco de Alhucemas, septiembre de 1925), significó una victoria total sobre los rifeños.

Entradas relacionadas: