Arte Románico: Orígenes, Características y Tipos de Construcción

Orígenes: Tras la caída del Imperio Romano y la invasión de los pueblos bárbaros, se produjo un proceso de regionalización y la adopción de modelos romanos con técnicas más deficientes. El poder uniformizador de la Iglesia emergió como el nuevo gran poder universal, dando un sentido homogéneo al arte medieval.

Características Generales

Se emplearon elementos preexistentes, fundamentalmente del arte romano. La novedad radicó en la fusión de elementos para crear algo nuevo. Se trata principalmente de una arquitectura religiosa, con la Iglesia como principal mecenas.

• Monumentalidad: Imitación de los grandes edificios romanos.
• Perdurabilidad: Los edificios debían ser duraderos, utilizando materiales como la piedra.
• Predominio de la masa sobre el vano: Muros gruesos con escasas aberturas.

Materiales

Debido al deseo de perdurabilidad, el material esencial fue la piedra, cortada en sillares regulares. En la zona de influencia francesa y lombarda predominó la piedra labrada e irregular, el mampuesto. En el Tirreno, el mármol, y en las zonas de influencia musulmana o bizantina, abundó el ladrillo.

Elementos Constructivos

Elementos de Soporte

• Muros: Asentados sobre sólidos cimientos, muy gruesos a base de sillares. Su carácter macizo adquirió una nueva dimensión plástica al ornamentarse exteriormente con arquillos ciegos o bandas verticales (Lombardía).
• Columnas: Exentas o adosadas, manteniendo la base ática, el fuste liso y el capitel.
• Pilar: Uso frecuente del pilar compuesto.

Elementos de Carga

La bóveda de piedra se convirtió en elemento definidor del románico al permitir cubrir espacios superiores a los de un dintel y solucionar los frecuentes incendios en las techumbres de madera.

• Arco de medio punto: Para evitar el efecto de túnel ante muros tan gruesos.
• Bóveda de cañón: Usada especialmente en la nave central y reforzada por arcos fajones.

Plantas

La planta más común fue la basilical de una, tres o cinco naves, con crucero dividido en ocasiones en tres naves, cabeceras de ábsides semicirculares y, en ocasiones, pórticos y torres a la entrada. Progresivamente este modelo fue agrandando el crucero hasta configurar la planta de cruz latina. El fenómeno de las peregrinaciones obligó a la construcción de girolas o deambulatorios, que permitieran el tránsito de los fieles, y la multiplicación de capillas y altares (absidiolos) que permitieran duplicar los oficios.

Ornamentación

Los motivos decorativos constituyen otra de las señas de identidad del edificio. Estos se reparten por toda la iglesia, fundamentalmente en las portadas, ventanas y capiteles. Para romper con la monotonía del macizo muro, se multiplicaron los frisos y cornisas a modo de bandas ornamentales divididas en partes y constituidas por motivos geométricos abstractos.

Tipos de Construcciones Religiosas

• Iglesias rurales: Muy abundantes, fueron el centro de reunión, justicia y rezo de la población. Son templos pequeños (mampuesto, sillarejo, ladrillo). Sus plantas son muy variadas, predominando las de una sola nave cuyo ábside se cubre por una bóveda de horno, pudiendo estar el resto de la nave cubierta de madera o por bóvedas de cañón y arista.
• Iglesias basilicales: Localizadas en ciudades importantes o pertenecientes a monasterios, iglesias muy amplias de tres naves con transepto y cabecera con tres ábsides semicirculares y, a veces, coronadas por un cimborrio situado en el crucero que marca una cúpula sobre trompas o pechinas. Típicas del románico pleno, fueron muy abundantes a lo largo del camino de Santiago (Catedral de Jaca, San Martín de Frómista, San Isidoro de León).