El Arte Renacentista: Características Fundamentales en Pintura, Escultura y Arquitectura
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 5,72 KB
Pintura Renacentista: Características Esenciales
La pintura del Renacimiento se distingue por una serie de rasgos fundamentales que la separan de la tradición medieval y la proyectan hacia una nueva era artística:
- Es narrativa: Expone historias y sucesos, reales o ficticios, extraídos de la religión, la mitología o la historia.
- Es realista: Las figuras humanas o de animales, y los objetos inanimados, están reproducidos con el mayor cuidado para que se asemejen en todo a sus modelos reales.
- El cuadro se presenta como un escenario: Un espacio cúbico, sugerido mediante los recursos que enseña la perspectiva geométrica, recién descubierta, que proporciona la ilusión de profundidad.
El punto de vista del pintor suele estar en el centro del cuadro. La composición está sometida a esquemas intelectuales, es decir, razonados. Se prefiere la forma simétrica en la distribución de las figuras. En cuanto a los esquemas de composición preferidos, destacan el triangular (con el vértice arriba o invertido) y el rectangular con la división del espacio en segmentos áureos. En algunos casos, los triángulos se combinan.
En general, es una pintura dibujística, que se fundamenta en el poder definidor y expresivo de la línea, y considera el color como un accidente de la materia de importancia secundaria. Las formas se cierran con un dibujo de trazo continuo y su separación del fondo es absoluta.
Se da un interés preferente al cuerpo humano, en particular al desnudo, cuya anatomía se estudia y copia cuidadosamente.
A partir del siglo XV, se usará la técnica del óleo en vez del temple, inventada por los pintores flamencos, lo que facilitará el desarrollo de la pintura de caballete.
Escultura Renacentista: Innovación y Perfección
La escultura del Renacimiento se caracteriza por un profundo interés en el cuerpo humano y la búsqueda de la perfección técnica y formal:
Materiales y Acabados
Se utilizan piedra, madera, terracota y bronce, logrando con ellos una gran perfección técnica. Hay un gran interés por las texturas de las superficies, con acabados muy pulidos y tersos y, en ocasiones, muy expresivas. La luz ilumina de forma homogénea y el color no suele aparecer.
Volumen y Relieve
Se domina el volumen, aunque existe un marco ilusorio de referencia y un punto de vista preferencial hasta el Manierismo. El relieve tiene carácter pictórico y se ajusta a las leyes de la perspectiva lineal, consiguiendo efectos de profundidad.
Composición y Movimiento
Los esquemas compositivos son simples y geométricos, basados en la clara articulación y el equilibrio. El movimiento se aprecia en el contrapposto y en la tensión del movimiento en potencia, hasta la llegada del Manierismo, que utilizará las posiciones inestables.
Expresión y Temática
La expresión es figurativa, naturalista e idealizada, con interés por la belleza formal basada en las proporciones y en la armonía. Se domina la representación del cuerpo humano y proliferan los tratados sobre las proporciones. El plegado de los paños mantiene la elegancia formal del gótico, pero en el siglo XVI evoluciona hacia una simplicidad monumental. Se acentúa el naturalismo, la búsqueda de la representación de la realidad, el interés por el hombre y por su anatomía, así como un perfeccionamiento de los conocimientos y medios técnicos.
Los temas son el hombre y la naturaleza, con un contenido religioso o profano, y se multiplican los retratos de todo tipo.
Arquitectura Renacentista: Armonía y Clasicismo
La arquitectura del Renacimiento rompe con la tradición medieval, buscando la armonía, la proporción y la recuperación de los elementos clásicos:
Elementos Estructurales y Soportes
Elementos sustentantes: muros y columna. El elemento de soporte por excelencia es el muro. El estilo de capitel más empleado es el corintio y, junto a él, aparecen el dórico, jónico y compuesto.
Bóvedas y Cubiertas
Se utilizan las bóvedas de arista o de cañón, aunque la cúpula es la solución más representativa, ya sea para cubrir partes del edificio o el edificio entero. También se utilizan cubiertas adinteladas; tanto unas como otras suelen aparecer decoradas con casetones. Se utilizan el ladrillo, el mármol y aparejos pequeños. Los sillares en algunos casos son almohadillados.
Decoración y Elementos Clásicos
Destacan áureas guirnaldas, amorcillos, grutescos, candelieri y balaustradas. También son importantes los elementos arquitectónicos del arte clásico como frontones, entablamentos, etc.
Concepción Espacial y Plantas
Desaparece la concepción medieval que se basa en una visión longitudinal hacia el altar mayor. Partiendo de una planta basilical, se llega a las plantas centrales, que son las más características a partir del Cinquecento. Se utiliza la planta longitudinal o central. El interior es amplio, buscando la unidad espacial. Se propugna la pared limpia y luminosa, sin vidrieras, con pequeñas ventanas que dejan pasar la luz natural. El exterior es muy cuidado, buscando la belleza y el interés por el urbanismo.
Tipologías Arquitectónicas
Adquiere gran importancia la arquitectura religiosa. El palacio se organiza en torno a un patio y la fachada se articula en tres plantas separadas por cornisa y rematadas por una gran cornisa. Se utiliza sobre todo el aparejo de sillar almohadillado y se abren un gran número de ventanas.