El Arte Prerrománico Asturiano: La Monarquía y su Legado Artístico

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1. El Arte de la Monarquía Asturiana

El reino de Asturias surgió a principios del siglo VIII como un enclave cristiano aislado de otros reinos de su misma religión por la ocupación musulmana de la Península Ibérica. Desarrolló un arte muy peculiar en el que se reinterpretaron y recrearon elementos de la tradición romana, visigoda y germánica. Tanto su ámbito geográfico como su extensión en el tiempo son muy reducidos, y estas obras apenas tuvieron influencia sobre el arte medieval posterior.

1.1 Ámbito espacial y cronológico

Las principales manifestaciones del arte prerrománico asturiano se sitúan bajo los reinados de Alfonso II, Ramiro I y Alfonso III el Magno. Casi la totalidad de las obras artísticas del prerrománico se localizan dentro del actual territorio de Asturias.

1.2 Clientela

La monarquía asturiana se convirtió en el principal cliente de los monumentos prerrománicos, empleándolos como símbolo de concentración de poder, como manifestación de su fervor religioso y del prestigio de la propia institución monárquica. El dominio de la Iglesia seglar por la Corona y la escasa fuerza del movimiento monástico explican el escaso papel de la Iglesia en el patrocinio de las obras de arte. En conclusión, se trata de un arte áulico que busca la propaganda de la nueva monarquía asturiana.

1.3 Características generales

  • Empleo de muros de mampostería y no de sillares, excepto en las esquinas y en el despiece de algunos arcos.
  • Planta basilical, pero diferenciándose de las paleocristianas en los siguientes aspectos:
    • Se sustituyen columnas por pilares.
    • Mayor anchura de las naves laterales.
    • Tribuna a los pies de la iglesia.
    • Desarrollo de la nave transversal y su articulación con las capillas de la cabecera.
  • Cabecera recta, con una cámara supraabsidial sin apertura al interior, pero con ventanas al exterior.
  • Existen pórticos y habitaciones salientes en la fachada principal y en las laterales.
  • El edificio asturiano se compone de líneas y ángulos rectos.
  • El uso del arco de medio punto en vez del arco de herradura visigodo, califal o mozárabe. Sólo en la época de Alfonso III se utiliza el arco de herradura como elemento decorativo.

1.4 Influencias recibidas

  • Bajorromanas.
  • Arte paleocristiano oriental.
  • Hispanogoda.
  • Carolingia.

La originalidad del arte asturiano radica en cubrir pequeños edificios con sistemas abovedados y elementos escultóricos que acabarán triunfando en el arte románico.

2. La Época de Alfonso II y la Pervivencia del Arte Bajorromano

El arte de esta época se vincula con el establecimiento de la capital del reino en Oviedo. Aprovechando la ventaja de su ubicación para las comunicaciones, y los precedentes de la construcción de San Salvador y la ocupación temporal por Fruela I, Alfonso II proyecta la construcción de una ciudad-emblema del reino con una iglesia-catedral (San Salvador), un palacio, una capilla regia-relicario (la Cámara Santa), un panteón y una iglesia regia (San Tirso). La ciudad, realizada de nueva planta, con un trazado en cuadrícula y rodeada de una muralla, se erige en un periodo de estabilidad y despliegue político del reino. Emplea un lenguaje artístico de tradición romana, tanto en las técnicas como en material reutilizado.

3. El Arte Ramirense: Los Edificios del Naranco

El reinado de Ramiro I fue muy breve, pero supone la plena consolidación de la monarquía asturiana. Desarrolla gran actividad constructiva, siempre impulsada por la Corona, y, que a juzgar por la rapidez y los resultados, cuenta ya con talleres especializados. Las construcciones de este periodo reciben el nombre de ramirense no sólo porque sea el rey quien las impulsa, sino también por presentar un estilo unitario e introducir nuevas técnicas que suponen un avance en la arquitectura de la época (abovedamiento general y decoración escultórica que anuncian el arte románico). Los edificios ramirenses se localizan en la ladera sur del Naranco, coto de caza del rey. Se erige un palacio (Santa María) y una iglesia (San Miguel) para “su propia gloria y la de Dios”. La iglesia de Santa Cristina de Lena se ha atribuido a este estilo por guardar ciertas semejanzas, aunque presenta mayor influencia mozárabe.

4. La Época de Alfonso III

Este monarca muestra durante su reinado gran actividad constructiva, tanto en la capital como en el resto del reino. La frontera del reino se establece en el Duero, repoblándose el territorio con gentes del norte y mozárabes del sur que aportan elementos culturales árabes que se reflejan en los elementos decorativos.

Obras representativas de cada periodo:

  • Alfonso II: San Julián de los Prados, la Cruz de los Ángeles, la Cripta de Santa Leocadia.
  • Ramiro I: Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena.
  • Alfonso III: Foncalada, San Salvador de Valdediós, la Cruz de la Victoria.

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