Arte Paleocristiano: Orígenes, Arquitectura e Iconografía

Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades

Escrito el en español con un tamaño de 4,97 KB

Contexto Histórico del Arte Paleocristiano

Tras la caída definitiva de Roma, transcurren tres siglos dominados por un arte espiritualmente en alza, pero económicamente en decadencia: el arte paleocristiano. Nace con los orígenes del cristianismo dentro del Imperio Romano, pero se manifiesta en su fase de esplendor a partir del 313, con el Edicto de Milán. Este arte finaliza con las invasiones germánicas.

Características Generales del Arte Paleocristiano

  1. Influencia anticlásica: Un arte tradicionalmente simbólico y expresivo.
  2. Difusión: Se difundió antes entre las clases sociales más bajas con un lenguaje más claro y fácilmente comprensible.
  3. Expresionismo cristiano: El realismo clásico es sustituido por el expresionismo cristiano.
  4. Adopción de modelos romanos: Adoptó modelos, técnicas y estilo del arte tardorromano.
  5. Adaptación arquitectónica: Adaptó a sus propias necesidades de culto tipos arquitectónicos preexistentes en el mundo romano.
  6. Artes figurativas: Se interesaban por la clara identificación y comprensión de los temas más que por la correcta representación de las imágenes, sustituyendo las figuras planas y sin fondos.
  7. Repertorio temático: Incluía temas del mundo clásico pagano.

Arquitectura Paleocristiana

La Arquitectura en la Clandestinidad

Los primeros cristianos se congregaban en casas particulares o en cementerios. Estas casas, llamadas tituli, tenían suficiente amplitud y condiciones de seguridad para acoger a los grupos cristianos y no levantar sospechas. Los cementerios, en especial los subterráneos o catacumbas, eran importantes, como los de Roma, Nápoles, Sicilia y el Norte de África.

La Arquitectura tras la Legalización: La Basílica

Tras los edictos de 311 y 313, los cristianos decidieron crear una arquitectura propia adaptada a las características y necesidades de su culto. El resultado fue la basílica cristiana, inspirada en edificios romanos destinados a reuniones y audiencias, como la basílica del foro romano o la basílica palatina. La más antigua fue la de San Juan de Letrán en Roma, a la que siguió la de San Pedro del Vaticano.

Estructura de la Basílica Cristiana Primitiva

  1. Planta: Rectangular, dividida en tres o cinco naves longitudinales, separadas por columnas que soportan arcos o un entablamento.
  2. Nave central: Más alta y ancha que las laterales, con cubierta a dos aguas y armadura de madera.
  3. Ábside: La nave central se prolonga en un ábside semicircular con bóveda de horno.

Espacios Adicionales en las Basílicas Occidentales

  1. Transepto: Una nave transversal.
  2. Atrio y Nártex: Un atrio porticado, con fuente en el centro, y un nártex en la entrada.

El espacio interior se articula a partir de un eje direccional que conduce desde la entrada hacia el altar y el ábside. Su recorrido es un simbólico camino de salvación.

El exterior apenas preocupa. Ejemplos de basílicas del siglo V son Santa Sabina y Santa María la Mayor.

Otros Edificios Paleocristianos: Baptisterios, Mausoleos y Martyria

Además de las basílicas, los primeros cristianos construyeron también baptisterios, mausoleos y martyria, que comparten algunos rasgos:

  1. Plantas centralizadas: Formas circulares, octogonales o de cruz griega.
  2. Cubiertas: Cúpulas.
  3. Deambulatorio: El espacio central está rodeado por un deambulatorio.

Los baptisterios, edificios para el bautismo, son de planta octogonal, por el significado del número ocho en la simbología cristiana. Un ejemplo es el Baptisterio de los Ortodoxos en Rávena.

Los mausoleos y los martyria eran de naturaleza y características similares. Los mausoleos se erigían en conmemoración de algún personaje destacado, cuya tumba se encontraba en su interior. Un ejemplo es la iglesia de Santa Constanza.

Iconografía Paleocristiana

Entre los temas más antiguos predominan los de origen pagano, pero reinterpretados a la luz de la nueva fe. Eran comunes las representaciones de Jesús bajo la apariencia de algunos dioses, héroes o tipos clásicos. Se utilizaban diversos motivos del mundo real: el pez, el ancla, la espiga y la vid, el pan y el vino. Un motivo de naturaleza distinta fue el anagrama de Cristo o crismón, compuesto por las letras X, P, A y Ω. Más explícitos eran los temas bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Entre ellos, dos que con frecuencia se representaban juntos: el sacrificio de Isaac y Daniel en el foso de los leones.

Entradas relacionadas: