Arte Medieval: Pintura Románica, Arquitectura Bizantina y Mosaicos Paleocristianos

Pintura en el Arte Románico

La modalidad fundamental es la pintura mural, aunque también se encuentran ejemplos de pintura sobre tablas y miniaturas. La técnica que se empleaba en la pintura mural era el fresco seco, con retoques al temple. La textura solía tener un acabado pulido.

Es una pintura figurativa de tema religioso, con una clara función doctrinal. El tema principal es el Juicio Final, según el Apocalipsis, presidido por el Todopoderoso, junto al Tetramorfos, los 24 ancianos y los coros celestiales. El hombre no aparece individualizado, sino en representaciones genéricas. La mujer es representada por Eva, reflejando el mundo del pecado. Los animales, por su parte, sirven para simbolizar el mal, siguiendo la estética del feísmo.

Las imágenes son antinaturalistas, priorizando el contenido sobre la forma. Se desmaterializa la imagen; las figuras se representan con un planteamiento lineal, sin interés por el volumen. La luz es intrínseca a los colores, que son casi siempre planos, resultando en una pintura bidimensional. Las composiciones son cerradas y las figuras siguen la ley del marco, que determina sus formas y fuerza sus posturas. Es frecuente la aplicación del tamaño jerárquico: a mayor importancia, mayor tamaño.

Ejemplos Destacados:

• Estilo Italo-bizantino: Pantocrátor de San Clemente de Tahull.
• Estilo Franco-bizantino: Panteón de San Isidoro de León.
• Estilo Local-hispánico: San Baudelio de Berlanga.

La Arquitectura Bizantina: El Caso de Santa Sofía

En el exterior, a primera vista, lo que más destaca es la gran cúpula, asentada sobre un tambor de ventanas, y el muro, repleto de aperturas y secundado por grandes contrafuertes.

En el interior, la cúpula presenta dimensiones inauditas. La planta es un rectángulo cuyo centro está formado por cuatro enormes pilares que delimitan un cuadrado. Estos pilares soportan gran parte del peso de la cúpula, apoyada sobre cuatro gigantescos arcos de medio punto que, ayudados por un sistema de pechinas, definen el círculo. Al este y oeste de la cúpula principal, se encuentran dos semicúpulas sostenidas por pilares dispuestos octogonalmente.

En el caso específico de la basílica de Santa Sofía, las 40 ventanas que forman el tambor de la cúpula principal, sumadas a las de las semicúpulas y exedras, dibujan un impresionante anillo de luz. Finalmente, todo su interior está revestido de riquezas.

Pintura y Mosaico Paleocristiano: Iconografía y Evolución

La pintura y el mosaico paleocristiano respondían a las directrices de la jerarquía cristiana. Los ciclos de imágenes evocaban la providencia de Dios para con los hombres, la salvación o los sacramentos.

Símbolos Recurrentes:

• La paloma
• El pez
• El cordero
• El pavo real
• Alfa y Omega
• El crismón

Temas Iconográficos:

• El Buen Pastor
• Adán y Eva en el Paraíso
• La Madre con el Niño
• El Orante
• Jesús

Características Clave del Arte Bizantino

En la arquitectura, el exterior presenta materiales más modestos como la piedra y el ladrillo, contrastando con la riqueza del interior, donde se emplean teselas, mármoles, cerámica vidriada y láminas de oro. Su gran aportación fue el empleo de la cúpula sobre pechinas, el arco de medio punto y la columna con un capitel muy decorado, generalmente con motivos vegetales o geométricos. Existe una gran variedad de plantas, aunque se muestra preferencia por la planta centralizada. Se encuentran edificios de planta basilical y de cruz griega.

Hay una fuerte presencia de colores y temas religiosos, destacando la importancia del cristianismo a través de frescos e iconos. Recibió influencias tanto del arte oriental como del grecorromano, resultando en una rica síntesis de diferentes aspectos culturales.