Arte Bizantino e Islámico: Evolución y Características en la Península Ibérica

Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades

Escrito el en español con un tamaño de 4,54 KB

El Arte Bizantino: Continuidad y Transformación

El arte bizantino se erige como heredero directo del arte paleocristiano oriental. Su desarrollo se enmarca en el periodo del Imperio Bizantino, con epicentros en Constantinopla, y su influencia se extendió por territorios que hoy comprenden Turquía, Grecia y Macedonia.

Etapas del Arte Bizantino

  • Primera Edad de Oro (Época de Justiniano): Caracterizada por una continuidad con las formas dóricas, sentando las bases estilísticas del arte bizantino.
  • Periodo de las Luchas Iconoclastas: Una etapa de división y reconfiguración que, paradójicamente, propició un renacimiento y maduración artística posterior.
  • Segunda Edad de Oro: Marcada por un florecimiento artístico que, sin embargo, preludia un posterior declive, culminando con la caída de Constantinopla y el fin del Imperio Bizantino.

Características Generales

El arte bizantino recupera elementos arquitectónicos de la tradición romana y paleocristiana. En cuanto a la planta de sus edificaciones, se distinguen dos tipologías principales según la época: la planta rectangular y la planta centralizada.

El Arte Islámico: Expansión y Diversidad Estilística

El arte islámico, cuyo desarrollo se consolida a partir del siglo VIII con la muerte de Mahoma, ha mantenido una presencia y evolución hasta la actualidad. Este arte asimila influencias previas, destacando las de origen bizantino y visigodo, y se caracteriza por su amplia extensión geográfica.

Aniconismo y Decoración

Una de las características fundamentales del arte islámico es el aniconismo, la tendencia a evitar la representación de figuras divinas. En su lugar, se manifiesta una profusión decorativa, con un marcado carácter geométrico y antinaturalista. Manifestaciones de esta ornamentación incluyen:

  • Lacería
  • Ataurique
  • Epigrafía cúfica y nazarí

Materiales y Arquitectura

Los materiales empleados suelen ser modestos, como el ladrillo, la madera y el yeso, a menudo policromados o revestidos para realzar su valor estético. En el ámbito arquitectónico, las creaciones más significativas son la mezquita, el palacio y la alcazaba. Se prioriza el espacio interior, enfatizando la horizontalidad y los volúmenes cúbicos. Los elementos de soporte incluyen bóvedas, columnas y arcos.

El Arte Islámico en la Península Ibérica (Al-Ándalus)

La llegada del arte islámico a la península ibérica en el año 711 marca el inicio del periodo de Al-Ándalus, que se extiende desde el siglo VIII hasta el XV. Este periodo se puede dividir en distintas etapas:

Etapa Califal

La Mezquita de Córdoba es la obra cumbre de este periodo. Su construcción, iniciada en el 786 bajo el reinado de Abderramán I, experimentó varias ampliaciones. Exteriormente, su aspecto recuerda a una fortaleza. Se empleó la piedra caliza en posición de soga y tizón, rematada con almenas. Algunas de sus puertas, como la de San José, exhiben decoraciones de lacería, ataurique y celosía, además de una rica variedad de arcos (polilobulados, de herradura, cruzados, ciegos). El interior se organiza en torno al patio de los naranjos, con el alminar y arcos peraltados. El espacio interior se caracteriza por su horizontalidad y uniformidad, acentuada por las dovelas y la doble arcada, resultado de reformas para aumentar la altura, y los artesonados en el techo. El mihrab, descentrado, presenta una decoración más profusa, artesonado y una cubierta con trompas.

Etapa Nazarí

El periodo granadino, con la Alhambra como máximo exponente, representa un momento de exquisito refinamiento, quizás como respuesta a la sobriedad de la etapa almohade. La Alhambra, cuyo nombre árabe significa "la fortaleza roja", es un complejo palaciego y fortaleza edificado por los reyes nazaríes. Alberga desde zonas ajardinadas hasta palacios y estructuras defensivas. Destacan las estilizadas columnas nazaríes, realizadas en mármol blanco y coronadas por diversos tipos de capiteles. Los materiales empleados son humildes, como el ladrillo recubierto de yeso y estuco en las paredes, la madera en los artesonados de los techos y el mármol para las columnas. La naturaleza se integra a través de fuentes y vegetación. La Alhambra es un compendio de los estilos anteriores, culminando en el estilo nazarí, lo que la convierte en una de las obras más ricas de la península ibérica.

Entradas relacionadas: