El Arte Barroco: Contexto, Estilo y Elementos Distintivos
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Contexto Histórico: El Barroco
El Barroco es un movimiento cultural y estilo artístico desarrollado entre el siglo XVII y mediados del siglo XVIII. Como estilo predominante, sucedió al Renacimiento y precedió al Neoclasicismo. Comenzó a popularizarse en Italia y luego se extendió hacia el resto de Europa y América. Se caracterizó por la ornamentación excesiva.
Este estilo se desarrolla en un ambiente de conflictos religiosos, marcado por la división del cristianismo, la crisis del clasicismo y la evolución del Manierismo. Era una sociedad caracterizada por el gusto por lo extravagante, lo elegante y lo refinado (la ornamentación excesiva es un rasgo distintivo), además de una nueva actitud espiritual y un profundo interés por los problemas religiosos y artísticos.
El Estilo Barroco
El Barroco es un estilo artístico y cultural que nace en Italia a finales del siglo XVI y se extiende por toda Europa, alcanzando su plenitud en el siglo XVII y primera mitad del siglo XVIII. No solo es un arte europeo, sino también americano, pues allí lo llevaron españoles y portugueses. El término es de origen portugués.
Al principio tuvo un matiz peyorativo, identificándose con 'algo confuso y extravagante'. En el siglo XIX se consideró como un periodo de estilo propio y original, y no como un periodo de decadencia. Se desarrolló en un contexto histórico complejo, con una Europa dividida desde el punto de vista religioso y político.
Técnica: El Tenebrismo
El Tenebrismo es una técnica pictórica característica del movimiento Barroco. Consiste en iluminar intensamente una parte del cuadro con un foco de luz, dejando el resto en penumbra.
El Tenebrismo lleva hasta las últimas consecuencias la técnica del Claroscuro. Los fondos de las composiciones suelen ser oscuros, e ilumina violentamente las figuras o partes de estas que tienen especial interés para el autor. Este tratamiento de la luz transmite dramatismo y sentimiento, intensificados a menudo por las composiciones diagonales. Las luces suelen atravesar diagonalmente, como en la obra La vocación de San Mateo.
Ejemplo Emblemático: El Baldaquino
El Baldaquino es un enorme dosel que resalta el altar, a manera de los cimborrios.
Bernini diseñó el Baldaquino de la Basílica de San Pedro del Vaticano, concebido para despertar la imaginación y los sentidos. Se levanta sobre cuatro enormes columnas salomónicas de bronce y mármol, es decir, de fustes helicoidales rematados con capiteles de órdenes compuestos. Sobre estas, unos entablamentos partidos sostienen el techo y los pendones.
De las cuatro esquinas parten cuatro volutas que, al unirse, rematan en una bola del mundo dorada sobre la que hay una cruz. Esto mezcla elementos arquitectónicos con escultóricos.
Su finalidad no es solo resaltar el altar situado en el crucero y la tumba de San Pedro, sino que también representa una exaltación del poder papal y un manifiesto del nuevo arte Barroco.