Arte y Arquitectura de Vanguardia

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CARNAVAL DEL ARLEQUÍN

Contexto: Tras la I Guerra Mundial (y la pérdida que ésta produjo en los valores del pensamiento occidental) algunos movimientos artísticos de vanguardia volvieron a preocuparse por la parte irracional del hombre. Las teorías psicológicas de Freud habían descubierto el subconsciente, la parte no racional del pensamiento humano. Según Freud, aquello que la razón escondía y reprimía salía a la luz mediante prácticas de automatismo que favorecían formas cercanas a la abstracción. Los surrealistas exploraron en las artes plásticas ese mundo subconsciente. Joan Miró fue uno de los principales representantes del surrealismo y creaba imágenes mediante recursos plásticos que, figurativos en un principio, evolucionaron hacia la abstracción. Frente al racional mundo adulto, Miró reivindicará el mundo infantil.

Función y Significado

Con esta obra Miró entra en su periodo de madurez surrealista. Miró muestra, como surrealista, un mundo irreal, fantástico y ambiguo; un mundo poético de ensoñación al mismo tiempo infantil y alucinado. Interpreta el surrealismo de una forma personal mediante el uso de formas simplificadas, esquematizadas y simbólicas que con el paso del tiempo se volverán aún más simples y abstractas. Además está realizada justo en el momento en que se publica el manifiesto del surrealismo por parte de André Breton. Sobre los dibujos preparatorios de esta pintura, el propio Miró dijo: «no es que pintara lo que veía en sueños, como decían entonces Breton y los suyos, sino que el hambre me provocaba una manera de tránsito parecido al que experimentaban los orientales». El tipo de formas usado (juguetón, alegre, ingenuo) se encuentra en perfecta sintonía con el tema, el carnaval. Inspirada directamente en la obra de Pieter Brueghel (siglo XVI), comparte con este autor (y especialmente con su obra “Combate entre Carnaval y la Cuaresma”) muchos puntos en común: una composición compleja, abigarrada y sin centro de atención y un gran detallismo en el tratamiento de los múltiples objetos y personajes, típicamente flamenca. La figura del arlequín no es extraña al arte moderno, con referentes como los de Daumier, Seurat, Toulouse Lautrec o Picasso.

CASA CASCADA

Contexto:

La innovación que las vanguardias históricas de principios de siglo llevaron a las artes plásticas se aplicó también en la arquitectura. Pero frente al racionalismo extremo que arquitectos como Le Corbusier o Mies van der Rohe van a practicar, otros arquitectos defenderán el carácter humanista de la arquitectura. Frank Lloyd Wright realizará durante la primera mitad del siglo XX una arquitectura que combinará el racionalismo con la integración en el entorno natural o la recuperación de materiales tradicionales.

Función y Significado

Pensada como vivienda unifamiliar para los fines de semana, la casa de la cascada encarna la materialización de un ideal de la arquitectura organicista: poder vivir en medio de la naturaleza sin renunciar a las comodidades de la arquitectura moderna, es decir, conjuntar ecología y progreso. La casa reproduce además un estereotipo propio del estadounidense: la cabaña de troncos en el bosque con un porche delantero y una chimenea de piedra natural. Acuñó el término arquitectura orgánica, mediante el cual Wright pretendía aunar el hombre, la arquitectura y la naturaleza, sin abandonar el concepto de funcional.

Frank Lloyd Wright asentó sus bases constructivas en el funcionalismo. La utilización de la planta libre es una buena prueba de ello, aunque también se inspiró en las vanguardias y en las prácticas y sencillas arquitecturas japonesas. La fusión de funcionalismo y organicismo también fue utilizada por el arquitecto Alvar Aalto, que adoptó la integración de la arquitectura en la naturaleza y el uso de la luz natural.

CASA SABOYA

Contexto:

La innovación que las vanguardias históricas llevaron a las artes plásticas en las primeras décadas del S XX se aplicó también en la arquitectura. La arquitectura de los años veinte y treinta volvió los ojos hacia las nuevas tecnologías constructivas, a la estética depurada de las máquinas, a la necesidad que tiene un edificio de cumplir una función y al sentido social que la arquitectura debía asumir. Le Corbusier será uno de los arquitectos más modernos y novedosos del momento: dará importancia al hormigón vertido como nuevo material de construcción y se replanteará los principios hasta entonces usados en la arquitectura.

Función y Significado

La villa Saboya no es solo un edificio doméstico (una casa particular construida para que viva en ella una familia burguesa), sino que constituye un verdadero tratado de arquitectura moderna y donde muestra mejor su estilo depurado. El modo en el que se construyen actualmente los edificios (incluida probablemente la casa en la que el lector de estas palabras vive) deriva del modo en el que se construyó esta casa. Fascinado por la apariencia simple y funcional de las máquinas, Le Corbusier considerará la casa como “Una máquina para habitar”. Este es su mejor ejemplo: la construye con la misma limpieza y precisión que usaría para construir una lavadora. Esta arquitectura encarna los ideales de la arquitectura funcionalista, donde la forma siempre sigue a la función; es decir, no habiendo lugar para la ornamentación.

La arquitectura de Le Corbusier, en su simplicidad y pureza, se relaciona con obras de artistas que en esos mismos años aspiran a la mayor austeridad: la obra de Brancusi, el suprematismo de Malévich o las composiciones neoplasticistas de Piet Mondrian son una muestra de la búsqueda contemporánea de lo austero y la forma simple. La influencia del modelo funcionalista de Le Corbusier será clarísima en la arquitectura producida en masa de las décadas 1960 y 1970, pero también en otras manifestaciones artísticas, como el Minimalismo, que hará suyo el lema “less is more” (“menos es más”), en obras como las de Carl Andre o Donald Judd.

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