Arte y Arquitectura Hispano-Musulmana: Influencia y Evolución en la Península Ibérica

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Contexto Histórico del Arte Hispano-Musulmán

El Islam, surgido en el siglo VII en la Península Arábiga con Mahoma como su profeta, combina elementos del judaísmo, cristianismo y tradiciones tribales. Estableció una civilización que une religión, política y economía sin separación Iglesia-Estado, con el Corán como ley suprema. Tras la Hégira (622), el Islam se expandió rápidamente, llegando a la Península Ibérica en 711, donde se fundó Al-Ándalus, que perduró cerca de 800 años y dejó un impacto duradero en la cultura y el arte cristiano. Su historia política incluye etapas como el Emirato Dependiente de Damasco, el Califato de Córdoba, los Reinos Taifas, las invasiones norteafricanas, y el Reino Nazarí, cuya capital, Granada, es testigo de un esplendor artístico destacado, culminado en la Alhambra.

Arquitectura Hispano-Musulmana

Como no está permitida la representación humana, la esencia del arte islámico es la arquitectura. A pesar de su escasa tradición arquitectónica, adoptaron elementos romanos, visigodos, bizantinos, persas y de otras zonas ocupadas. El gusto por lo decorativo, el empleo de cerámicas y la gran importancia concedida al patio y al agua, patentes tanto en la arquitectura civil como en la religiosa, son parte de sus rasgos esenciales. Su influencia dará origen al estilo mudéjar, típicamente español, que se desarrolla en las zonas cristianas entre los siglos XII y XIII (Románico-mudéjar) y del XIII al XV, alcanzando su esplendor en el XIV (Gótico-mudéjar). Esta influencia decae tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos.

Características Generales de la Arquitectura Hispano-Musulmana

Materiales

Generalmente son pobres: ladrillo, yeso, madera, mampostería, dependiendo de la zona geográfica y la función del edificio. A veces también utilizan la piedra y el mármol y reutilizan materiales de otras civilizaciones.

Soportes

Muro, pilares y columnas. Los capiteles van desde el de tradición corintia, a veces reutilizados de monumentos romanos, al de mocárabes y el cúbico. Las columnas son finas, sobre todo en la etapa nazarí, debido al escaso peso de las techumbres, generalmente de madera.

Arcos

  • Arco de herradura (influencia visigoda)
  • Arco túmido (de herradura apuntado)
  • Arco de medio punto
  • Arco lobulado
  • Arco de mocárabes

A veces superpuestos y entrecruzados. Se suelen enmarcar en alfices, marco que rodea la parte exterior de un arco, por influencia romana. Muchos de estos arcos sólo tienen función decorativa, y también alternan el color de sus dovelas o la superficie entera.

Cubiertas

Adinteladas de madera y abovedadas. Utilizan bóvedas de cañón, de crucería (crucería califal, consistente en el entrecruzamiento de los nervios paralelos dejando libre el espacio central de la bóveda) y cúpulas muy decoradas: de mocárabes, gallonadas, de plementería calada. Suelen ir sobre trompas.

Decoración

Es muy importante en el arte islámico ya que sirve, además de para embellecimiento, para ocultar la pobreza de materiales. Se cuida mucho la decoración interior mientras que en el exterior es más simple, excepto en las fachadas y en las cúpulas (influencia bizantina). El carácter iconoclasta del arte islámico le lleva a rechazar la representación de imágenes y a mostrar interés por otro tipo de decoración, destaca en este sentido:

  • Arabescos: figuras geométricas que se entrelazan infinitamente.
  • Decoración epigráfica: caligrafía cúfica (de trazos alargados y angulosos) y nesjí (trazos redondeados).
  • Ataurique: motivos vegetales que se entrelazan infinitamente.
  • Mocárabes: prismas que cuelgan de una superficie y se estrechan hacia la parte inferior a modo de estalactitas o ramilletes de ellas.

También se usa cerámica vidriada con un brillo metalizado. Es frecuente la combinación de distintos motivos decorativos en una misma superficie. Este tipo de decoración crea series infinitas, por lo que se pueden ampliar los edificios sin rupturas. Los elementos ornamentales se utilizan sobre cualquier material y técnica: alfombras, alicatados, yeserías, alabastro, mármol, madera, metal.

Otro elemento “decorativo” es el sensorial: sonido del agua, de la vegetación...

Plantas y Tipos de Edificios

Se puede hablar de una ausencia de formas específicas para funciones concretas, una misma planta y disposición puede servir como modelo para una mezquita, una madrasa (universidad) o un caravasar (hospedería). Los tipos de edificios son muy variados. Destacan: la mezquita (religioso), la madrasa (escuela), militares (alcazabas, murallas) y los palacios (civiles).

Ejemplos destacados:

  • Época califal: Mezquita de Córdoba y el Palacio de Medina al-Zahra.
  • Etapa almohade: Torre del Oro (militar) y la Giralda de Sevilla (religiosa).
  • Época nazarí: La Alhambra de Granada (civil).

La Ciudad Hispano-Musulmana

Las ciudades de Al-Ándalus, como Córdoba, Granada y Sevilla, tenían un trazado irregular con calles estrechas y medinas en su centro, destacando por avanzados servicios urbanos como baños, acueductos y alcantarillado. Los edificios más relevantes eran la mezquita y el palacio.

Arquitectura Civil: El Palacio

Los palacios musulmanes solían tener planta cuadrangular y estaban amurallados. En el centro se disponía un patio a partir del cual se organizaban las diferentes dependencias. Los palacios, que reservan sus mayores encantos para el interior, son edificios con tres zonas bien diferenciadas: el mexuar o recibidor; las dependencias destinadas a actos públicos, entre las que destaca la sala del trono (diwan); y el harem o zona íntima donde vive el señor con sus esposas.

Edificio Religioso: La Mezquita

Es el lugar donde se reúnen los musulmanes para rezar, pero en él no reside la divinidad. Los elementos imprescindibles son:

  1. Haram o sala de oraciones: Es la habitación principal de la mezquita; es más ancha que larga porque durante la oración colectiva los fieles ocupan filas paralelas mirando en dirección a La Meca. Está dividida en naves perpendiculares al muro de la quibla, orientado hacia la Meca.
  2. Patio (sahn): a la entrada de todas las mezquitas y en la que están las fuentes de las abluciones. Los fieles deben proceder a las abluciones rituales antes de entrar en el recinto del haram.
  3. El minbar: Es el púlpito sobre el que se sitúa el imán durante la predicación de los viernes. Para otros días u otros menesteres existe otra tribuna diferente.
  4. La quibla: Es el muro que indica la dirección a La Meca, menos en Al-Ándalus, que está orientado hacia el sur como símbolo de la independencia religiosa.
  5. El mihrab: Es un nicho o capilla construido en el muro de la quibla. Ocupa un lugar destacado, visible desde todo el haram. Es el lugar más sagrado y el más decorado. Delante está la macsura, cercada por arquerías y destinada a las autoridades.
  6. El minarete o alminar: Torre adosada desde la que se llama a la oración.

Evolución de la Arquitectura Hispano-Musulmana

La arquitectura hispano-musulmana tuvo una notable evolución a lo largo de los siglos. En la época cordobesa (siglos VIII-X), influida por el arte visigodo y romano, destacan elementos como el arco de herradura, las dovelas alternadas y las bóvedas gallonadas, ejemplificados en la Mezquita de Córdoba, que fue ampliada sucesivamente para adaptarse a las necesidades religiosas. Durante los reinos de Taifas (siglo XI), la arquitectura civil alcanzó su auge, como muestra la Aljafería de Zaragoza, un palacio con arcos polilobulados y rica decoración. En los siglos XII-XIII, las invasiones almorávides y almohades trajeron una arquitectura más austera, con predominio del ladrillo, arcos túmidos y decoraciones en sebka y mocárabes, visibles en edificios como la Giralda de Sevilla y la Torre del Oro. Finalmente, en el periodo nazarí (siglos XIII-XIV), el arte alcanzó su esplendor decorativo en la Alhambra de Granada, con jardines, fuentes y un interior profusamente ornamentado que contrastaba con la sobriedad exterior, empleando materiales simples embellecidos con mocárabes, atauriques y lacerías.

Arte Mudéjar

En los reinos cristianos peninsulares, como consecuencia de aportaciones islámicas y cristianas, surge un estilo artístico denominado mudéjar, considerado como típicamente español porque no aparece en otras zonas de Europa. Su desarrollo es paralelo a importantes estilos como el románico y el gótico, de los que toma algunos elementos que funde con materiales, técnicas y motivos islámicos. Es propio de las dos Castillas, Aragón, Andalucía y Extremadura. Se puede dividir su estudio en dos etapas:

Románico-Mudéjar (Siglos XII y XIII)

También llamado románico del ladrillo. Se desarrolla especialmente en Castilla y León, pero es Toledo el principal foco mudéjar. En Toledo destaca la iglesia de “Santiago del Arrabal” (siglo XIII) con torre exenta a modo de alminar y la sinagoga, actual iglesia de “Santa María la Blanca”, de clara influencia almohade.

Gótico-Mudéjar (Siglos XIII al XV)

Aparece en nuevas zonas, algunas de ellas recién conquistadas como Andalucía. Buen ejemplo de este estilo es la “Sinagoga del Tránsito” en Toledo. En Andalucía la obra más destacada es el “Alcázar de Sevilla”.

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