Arquitectura Moderna Española: Obras Emblemáticas y Transiciones Generacionales

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Este documento explora momentos clave y figuras influyentes en la arquitectura española del siglo XX, desde la vanguardia modernista hasta la denominada "crisis disciplinar" de los años 70, destacando la evolución y las distintas aproximaciones a la modernidad.

Apartamentos en la Casa Milà, Barcelona

La Casa Milà, obra cumbre de Antoni Gaudí en Barcelona, es un ejemplo fascinante de la utilización de espacios no convencionales. Los antiguos trasteros bajo cubierta fueron transformados en lujosos apartamentos para la burguesía catalana. Gaudí, en su búsqueda de una obra de arte total, intentó unificar todas las artes aplicadas: desde los muebles y textiles hasta la cerámica. La burguesía de la época apostó decididamente por la modernidad, buscando nuevas fórmulas para sus residencias, especialmente en los interiores, donde la innovación era más palpable que en las fachadas.

Contrastes en la Arquitectura Española: Torres Blancas y Gobierno Civil de Tarragona

Dos obras significativas, aunque de diferentes épocas y propósitos, marcan hitos en la arquitectura española:

  • Torres Blancas (Francisco Javier Sáenz de Oíza, 1961-1968): Un proyecto de mecenazgo privado que se erige como un icono de la arquitectura orgánica y experimental.
  • Gobierno Civil de Tarragona (Alejandro de la Sota, 1957): Un edificio público, resultado de un concurso estatal, que representa la modernidad institucional.

La importancia de estas obras radica en el magisterio que ejercieron sobre las generaciones posteriores de arquitectos en España, consolidando un camino hacia la modernidad y situando la arquitectura española en un plano de igualdad con la producción internacional.

El Pabellón de España en la Exposición de Bruselas (Corrales y Molezún, 1958)

El Pabellón de España en la Exposición de Bruselas, diseñado por Corrales y Molezún, fue un punto de inflexión. Construido junto a los pabellones de potencias como Francia y Alemania, su reconocimiento internacional (fue premiado) demostró que la arquitectura española ya no estaba rezagada. Este hito marcó el inicio del "período dulce" de la arquitectura española, un tiempo de recuperación de la modernidad que abarcó de 1957 a 1964.

En este contexto, se pueden diferenciar dos grupos generacionales de arquitectos:

  • Primer Grupo Generacional: Aquellos que estudiaron la modernidad, la "olvidaron" durante un período y luego la recuperaron. Alejandro de la Sota es un claro exponente de este grupo.
  • Segundo Grupo Generacional: Arquitectos que no se formaron inicialmente en la modernidad, pero que se sumaron a su recuperación una vez que las puertas se abrieron. Corrales y Molezún pertenecen a este segundo grupo.

Este pabellón fue pionero al demostrar que las arquitecturas de carácter público podían ser plenamente modernas.

Miguel Fisac: Innovación y Arquitectura Orgánica

Miguel Fisac, figura destacada del primer grupo generacional, evolucionó de un estilo tradicionalista hacia una aproximación vanguardista a la arquitectura orgánica y las influencias escandinavas. A pesar de su innovación, su obra no siempre fue valorada internacionalmente como merecía.

Obras destacadas de Miguel Fisac:

  • Los Laboratorios JORBA (La Pagoda): Un edificio de oficinas donde las plantas se articulan de forma romboidal o ortogonal, superponiendo formas geométricas para lograr una expresión única y dinámica.
  • El Colegio de la Asunción: Ejemplo de su incursión en la arquitectura escolar, donde la enseñanza de la modernidad se integra con el diseño del espacio.

Fisac también exploró la arquitectura industrial. La creación de espacios educativos modernos se consideraba crucial para la comprensión de la modernidad, y la arquitectura de los años 60 se caracterizó por su modernidad y alta calidad.

La Continuidad y la "Crisis Disciplinar" de los Años 70

El proceso de recuperación de la modernidad (la "segunda modernidad"), impulsado por estos dos grupos generacionales, continuó por inercia en los años 60. La arquitectura parecía avanzar por sí misma, sin la necesidad de un esfuerzo colectivo tan marcado como en etapas anteriores. Sin embargo, los años 70 trajeron consigo nuevas dinámicas, distintas a la prolongación de la década anterior. Internacionalmente, este período se conoce como la crisis disciplinar, un momento de reflexión y redefinición en la práctica arquitectónica.

Edificio Bankunión (Corrales y Molezún)

Corrales y Molezún continuaron su evolución, ganando importantes concursos. El Edificio Bankunión es un ejemplo de su enfoque innovador. Un desafío común en la arquitectura de la época era la integración de instalaciones voluminosas. Al externalizar estas instalaciones (como se vería más tarde en el Centro Pompidou), los arquitectos lograban liberar espacio interior y, además, convertían estos elementos funcionales en componentes expresivos y articuladores de la forma. Sin estas instalaciones visibles, la obra podría recordar la pureza de una creación miesiana, con su énfasis en la estructura y las carpinterías, reflejando una "pequeña utopía tecnológica" española.

Torre de Valencia (Javier Carvajal)

Javier Carvajal, un maestro de la arquitectura y profesor, fue reconocido internacionalmente al ganar un premio en la Exposición de Nueva York en 1964. Su Torre de Valencia presenta plantas muy interesantes, aunque su forma está fuertemente ligada a la estética de su época, lo que le confiere una cierta "fecha de caducidad" en términos de atemporalidad.

Todas estas obras, de una u otra manera, abordan una arquitectura que trasciende la "segunda modernidad" y se adentra en lo que internacionalmente se denomina la crisis disciplinar. Aunque esta crisis se manifestó de forma distinta en cada lugar, comparte elementos comunes que permiten articularla en varias "familias" o corrientes de pensamiento arquitectónico.

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