Arquitectura Medieval Española: Mezquita de Córdoba y Monasterio de Ripoll
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La Mezquita de Córdoba: Evolución Arquitectónica del Arte Califal
La Mezquita de Córdoba, joya del arte islámico califal, tiene sus orígenes en la antigua basílica visigoda de San Vicente. Esta fue derribada en el año 784, marcando el inicio de la construcción de la primera fase de la mezquita, que es el resultado de un proceso de sucesivas ampliaciones a lo largo de los siglos.
Fases de Ampliación de la Mezquita de Córdoba
Primera Ampliación: Abderramán I (784)
La fase inicial, impulsada por Abderramán I, constaba de once naves paralelas y un patio con su minarete.
Segunda Ampliación: Abderramán II (833)
En el año 833, Abderramán II llevó a cabo una ampliación significativa. Esta consistió en el derribo del muro de la quibla para reconstruirlo más hacia atrás. La reutilización de materiales de construcciones anteriores es evidente en la diversidad de formas y colores de los capiteles.
Tercera Ampliación: Abderramán III (936)
En el año 936, bajo el mandato de Abderramán III, se prolongó el patio y se construyó un nuevo minarete.
Cuarta Ampliación: Al-Hakam II (962)
En el año 962, Al-Hakam II (conocido como Al Hafan V en el documento original) amplió aún más la mezquita y construyó el mihrab definitivo, conocido por su riqueza decorativa.
Quinta Ampliación: Almanzor (finales del siglo X)
La última gran ampliación fue realizada por Almanzor, quien añadió ocho nuevas naves en dirección lateral. A diferencia de las fases anteriores, esta ampliación se caracterizó por el uso de materiales nuevos, no reutilizados.
Características Arquitectónicas Destacadas
La Mezquita de Córdoba se distingue por el uso predominante de la columna en lugar del pilar, lo que optimiza el espacio y permite una visión clara del mihrab desde cualquier punto. Las columnas, de altura relativamente baja, se complementan con un sistema de dobles arquerías superpuestas. Los arcos presentan una decoración bicolor en blanco y rojo, una innovación estilística que marcó un hito en el arte islámico de la época. Además, se emplean la bóveda de crucería y la cúpula gallonada. Los tramos laterales, aunque decorados, lo están de forma menos suntuosa que el tramo central, y las fachadas incorporan arquerías ciegas como elemento ornamental.
El Monasterio de Santa María de Ripoll: Icono del Románico Catalán
El Monasterio de Santa María de Ripoll, una obra cumbre del estilo románico, se localiza en la provincia de Gerona. El edificio actual puede datarse en el año 1020. Su estructura se compone de un conjunto de cinco naves y un transepto rematado por una serie de ábsides. A diferencia de otros monasterios contemporáneos como el de Sant Pere de Rodes, este no presenta girola. El claustro, adosado al cuerpo principal, consta de dos pisos. Destaca un ábside central flanqueado por otros tres a cada lado.
La Portada Monumental de Ripoll
La portada del monasterio es una de sus características más emblemáticas. Está compuesta por una serie de bloques de piedra adosados a la pared de la iglesia. A pesar de la complejidad iconográfica del conjunto de imágenes que la componen, la representación de las mismas exhibe una notable sencillez estilística.
Descripción del Relieve Frontal
La parte frontal de este pórtico está cubierta por un impresionante relieve, realizado a mediados del siglo XII (corregido de siglo XIII por precisión histórica). Se organiza en siete franjas horizontales:
Franjas Superiores: La Gloria Celestial
En las dos franjas superiores se representa a Dios en el trono, la figura del Pantocrátor, rodeado por los símbolos de los cuatro evangelistas (el Tetramorfos). Estas franjas se completan con las figuras de los bienaventurados y los ancianos del Apocalipsis, quienes, habiendo obrado con sabiduría y justicia, dedican la eternidad a la adoración divina.
Franjas Centrales: Historias Bíblicas
Las dos franjas centrales están dedicadas a narrativas bíblicas: a la izquierda, la Historia de David y Salomón; a la derecha, la de Moisés. A la altura de los ojos, en el lado izquierdo, se observa a David entre los músicos, mientras que a la derecha, Dios entrega las tablas de la ley a Moisés, acompañado por Aarón, un príncipe sin identificar y un obispo.
Franja Inferior: Visiones Proféticas
En la parte inferior se aprecian diversos animales míticos, comúnmente identificados con las visiones del profeta Daniel.
Estatuas Flanqueantes y Escenas Adicionales
El pórtico está flanqueado por dos estatuas, lamentablemente muy deterioradas, dedicadas a San Pedro y San Pablo, representados como guardianes de la puerta de la basílica. Alrededor de estas figuras se despliegan diversas escenas, como el ciclo de Caín y Abel y el ciclo de Jonás, entre otros. El conjunto se completa con una representación de los doce meses del año.