Arquitectura Japonesa y el Metabolismo: Principios, Innovación y Legado Urbano
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Principios Fundamentales de la Arquitectura Japonesa y su Influencia
Impermanencia
En Japón, la constante amenaza de terremotos ha moldeado profundamente su arquitectura. Las viviendas tradicionales, por ejemplo, se construyen con estructuras de madera y materiales ligeros, diseñadas para minimizar el daño en caso de colapso. Aunque esta arquitectura requiere constante mantenimiento, su flexibilidad es una característica distintiva.
Materialidad
Se valora la honestidad de los materiales, es decir, mostrarlos en su estado natural. Materiales tradicionales como la madera, el barro y el bambú se emplean en su estado original, sin recubrimientos. Esta característica fue adoptada ampliamente por los arquitectos del movimiento Metabolista.
Receptividad
Se refiere a la capacidad de integrar influencias de otras culturas sin perder su esencia. La arquitectura japonesa ha demostrado una notable adaptabilidad, incorporando elementos occidentales de manera armoniosa.
Detalle
La meticulosa atención al detalle es una constante en la cultura japonesa, manifestándose en arreglos florales, jardines zen y la ceremonia del té. La arquitectura Metabolista mantuvo esta precisión, considerándola fundamental, ya que cada componente se integra armónicamente en el conjunto.
El Movimiento Metabolista: Visión y Legado
El movimiento Metabolista se originó con la audaz propuesta de Kenzo Tange para la urbanización de Tokio, buscando expandir la ciudad hacia la bahía. Esta visión marcó el inicio de nuevas propuestas urbanísticas radicales.
Apogeo y Reconocimiento Internacional
El Metabolismo alcanzó su apogeo en 1970, durante la Exposición Universal de Osaka, la primera de su tipo en Asia en presentar este estilo. Este evento, que atrajo a numerosos visitantes, fue un escaparate del renacimiento japonés post-Segunda Guerra Mundial. Kenzo Tange fue el responsable del proyecto urbanístico de la exposición y también de la reconstrucción de Hiroshima. La exposición, titulada "Progreso y Armonía para la Humanidad", buscaba mostrar la recuperación y el crecimiento de Japón tras el conflicto bélico.
Obras Emblemáticas del Metabolismo
Torre Nakagin Capsule (1970) de Kisho Kurokawa
Considerada el edificio más emblemático del Metabolismo, la Torre Nakagin Capsule es una megaestructura de hormigón armado con puentes que conectan 144 cápsulas modulares (de 6 m², construidas con acero ligero), distribuidas en 14 pisos. Cada unidad incluía mobiliario. Las cápsulas estaban diseñadas para ser reemplazadas cada 15 años, aunque esto nunca se llevó a cabo. Este edificio influyó significativamente en el concepto de los hoteles cápsula.
El Visionario Plan de Tokio (1960) de Kenzo Tange
Este plan introdujo con fuerza el hormigón en Japón y reveló la radical visión de Tange como urbanista Metabolista, transformando sus investigaciones en un proyecto utópico. Presentó su Plan para Tokio como una lucha visionaria contra la desorganización espacial y el crecimiento improvisado de la ciudad.
El enorme eje monumental, proyectado sobre la bahía de Tokio, estaba diseñado principalmente para el tráfico vehicular, separando las áreas peatonales mediante una jerarquía de vías expresas. La propuesta se distanciaba de las ideas del CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna), que planteaban "centros urbanos", proponiendo en su lugar "ejes cívicos" como columna vertebral de la nueva metrópolis.