Arquitectura Cristiana Primitiva: Santo Sepulcro y Elementos Arquitectónicos
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El Nártex y el Ábside
El nártex se sitúa a los pies del edificio. Algunos estudios señalan que a los lados habría cámaras penitenciales (de penitencia).
Interior
En el interior, vemos un arco triunfal de herradura con friso decorado. Los capiteles fueron sustituidos por dos grandes impostas, las del sol y la luna. El ábside presentaría una bóveda baída de la que sólo se conservan los arranques. La techumbre es de madera, pero de este ábside sólo conservamos el arranque, que son arranques para ábside y no para cubierta plana.
Exterior
En el exterior, encontramos arcos de medio punto abocinados, por eso se pensaba que muchas de estas construcciones eran de repoblación. También se observa un friso continuo con grandes sillares regulares. La datación se basa en varios monogramas. En la cabecera vemos unos monogramas que, conjuntamente con la inscripción, indicarían que se podría fechar entre finales del siglo VI e inicios del siglo VIII.
Las saeteras al exterior quedan como abocinadas en el interior.
Monogramas y Epigrafía
- Monograma del testero: Un friso en el que parecen aislados monogramas. Los dos primeros se interpretan como las letras de los nombres de los donantes, y el tercer monograma se reproduce como FeCeRuNt (hacer en pasado plural). Dispuestos como cruz (posible lectura).
- Por el carácter paleográfico también se pueden fechar las construcciones. Se ponen de moda tipos de letras.
- Otra inscripción. Epígrafe del Sol: OC EXIGUUM EXIGUA OFF(ert) D(e)O FLAMMOLA VOTUM. La modesta Flamola ofrece a Dios este obsequio.
Lo que sabemos por los estudios de nombres propios de este momento es que el nombre de Flamola era bastante corriente en el siglo VII. Otros investigadores piensan que Flamola es de origen condal y se debe fechar entre los siglos X y XI.
Palestina: Basílica del Santo Sepulcro (Jerusalén, 325-336)
Es el primer edificio que se construye en este lugar. El obispo de Jerusalén, tras el Concilio de Nicea, pide permiso a Constantino para derribar lo que habían construido los romanos allí (el Capitolio y un templo a Afrodita). Constantino le concede el permiso, así que lo derriba para construir una basílica.
Cuando llega Elena, madre de Constantino, ya se había desescombrado hasta el hoyo donde fueron arrojados los elementos de la crucifixión, y a ella se atribuye el hallazgo de estos instrumentos. Cuando Constantino se entera del hallazgo, da todas las facilidades al obispo para que se construya allí una basílica.
La Basílica del Santo Sepulcro engloba a dos edificios unidos por un peristilo. En realidad, consta de tres partes:
- La cueva/gruta del sepulcro donde fue enterrado Cristo y canceles - Anástasis
- El Gólgota en el patio/la cruz/ montículo del Gólgota - Atrio (ad crucem/ ante crucem)
- El lugar donde supuestamente encuentran la cruz e instrumentos de la pasión (cripta de Santa Elena o depresión de la pasión) - Basílica del Martyrium (post crucem).
La Anástasis
En el caso de la cueva, lo que se hace es retirar el resto del terreno dejando aisladas las cámaras. Se corta la roca y se dejan las cámaras del sepulcro cortando el terreno, y en torno a esas cámaras se construye un edificio circular, como eran los mausoleos romanos (para rendir honores). Esta era la forma idónea para la forma de la resurrección, pues no sólo fue el lugar de entierro de Cristo, sino también de la Resurrección, por eso se llama Anástasis a ese círculo.
La construcción circular permite a los peregrinos rodear la cueva. Esta forma del deambulatorio tendrá gran repercusión posterior. La van a incorporar algunas basílicas romanas (Santa Inés, San Sebastián...), y eso dará lugar a la girola románica y después gótica. Las iglesias de peregrinación toman este modelo para venerar las reliquias.
El Gólgota y la Basílica del Martyrium
A continuación, se deja en un ángulo el monte Gólgota y sobre este se levanta una cruz cubierta de piedras preciosas, o cruz gemata, sobre la que se pone un baldaquino. Sobre la depresión de la pasión se levanta una basílica sin transepto (basílica de la invención) y, que por lo que dice Eusebio, tenía un segundo piso para los peregrinos.