Arquitectura Bizantina: Estructura y Evolución de Santa Sofía
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La Majestuosidad Estructural de Santa Sofía
Esta cúpula es una obra maestra con 31 metros de diámetro y 55 metros de altura desde el suelo hasta la clave. Presenta 13.8 metros de alto desde la línea de imposta hasta la clave. Es un edificio que, en general, ha sido muy maltratado. Se puede decir que la cúpula tiene 40 nervios. Los nervios que apoyan en el arco oriental (que da hacia el ábside) son cruciales. Los arcos Norte y Sur estaban totalmente desconchados. El desarrollo de esta obra fue muy rápido, lo que, sumado a los terremotos mencionados, provocó su colapso inicial.
Correcciones Arquitectónicas y Modificaciones
El segundo arquitecto, Isidoro el Joven, corrigió estos errores. Su intervención principal consistió en reengrosar el arco toral y elevar la cúpula siete metros más. Además, la cúpula es más ancha en el eje Norte-Sur que de Este a Oeste debido al crecimiento de los soportes.
Historial de Reparaciones y Transformaciones
- Año 989: Se repararon trece de los cuarenta nervios.
- Año 1346: Se retocaron otros tantos nervios.
- Año 1453: Los turcos, al invadir la ciudad, respetaron este edificio.
- Años 1847-1849: Los arquitectos suizos y hermanos Gaspar y José Passoti se encargaron de la restauración del edificio.
Decoración y Programa Iconográfico
En cuanto a la decoración, se debe señalar que fue destruida en gran medida durante la crisis iconoclasta vivida en Bizancio. Procopio no describe el programa iconográfico original, lo que invita a pensar que no existió uno formalmente extenso, o al menos no como se esperaba. Sin embargo, se describen los mosaicos realizados por Justiniano II (565-578), que representan a la Virgen con el Niño, y en la cúpula un Pantocrátor.
La Percepción de la Cúpula
Las descripciones de Santa Sofía enfatizan la cúpula, destacando la “flotabilidad” que parece tener con la luz del ocaso, un efecto admirado tanto por Procopio como por los viajeros que contemplaban el edificio.
Actualmente, existen elementos que alteran estas imágenes históricas.
Anatomía Arquitectónica de Santa Sofía
Desde el punto de vista arquitectónico, estamos ante un espacio centralizado caracterizado por:
- Un patio porticado.
- Un nártex.
- Un espacio cupulado.
No obstante, un análisis detallado revela que el edificio posee una planta basilical, donde las dos naves laterales están subordinadas a la realización de la cúpula, la cual ocupa el espacio de la nave central.
Sistemas de Soporte y Distribución de Cargas
El plano central de ambas plantas está cubierto por un elemento abovedado (en el caso de la basílica de Majencio por una bóveda de cañón y en el caso de Santa Sofía por una cúpula). Esto genera una sensación de espacio unitario. La nave central, coronada por la cúpula, posee a Este y Oeste dos grandes exedras. Estas exedras recogen el peso de la cúpula y lo expanden por toda la nave central. A su vez, estas exedras están provistas de otras tres exedras que vuelven a recoger el peso y lo dirigen hacia el exterior de la iglesia.
Las Naves Laterales y Tribunas
Sobre las dos naves laterales se construyen dos tribunas, que eran el lugar destinado a las mujeres.
Legado e Influencia
Esta iglesia fue construida en el siglo VI. En el siglo XV se realizaron cuatro grandes alminares. La trascendencia de Santa Sofía se observa perfectamente en la denominada Mezquita Azul.
Este edificio es fundamental tanto para el cristianismo como para la arquitectura oriental, abarcando las tradiciones cristianas y musulmanas.
Comparativa: Santa Catalina del Sinaí y la Miniatura
Santa Catalina del Sinaí
En cuanto a Santa Catalina del Sinaí, se puede afirmar que su ubicación, muy alejada del Imperio Bizantino, le permitió no sufrir la crisis iconoclasta. Esto posibilitó que su decoración se conservara in situ. Se aprecian inscripciones que aluden al emperador. La disposición de sus dependencias se adapta a la construcción de un patio en Occidente, mientras que la iglesia propiamente dicha se sitúa en Oriente, presentando una planta totalmente irregular y delimitada por una cerca.
La Crisis Iconoclasta en las Artes Menores
En el ámbito oriental, el problema de la destrucción de imágenes durante la Crisis Iconoclasta también afectó a las miniaturas y los libros ilustrados. Se considera que la miniatura del siglo VI no se rige por una norma específica, sino que es muy aleatoria. Constantinopla era la ciudad donde se trabajaba con mayor lujo y donde se producían las mejores obras. Del taller de Constantinopla, como parte del ornato de Justiniano, nos han llegado tres grandes códices, aunque de forma muy fragmentada.