El Antiguo Régimen: Sociedad, Economía y Política en Europa (Siglos XVII-XVIII)
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El Antiguo Régimen se define como el conjunto de relaciones sociales, económicas y políticas que caracterizaban a Europa y sus colonias durante los siglos XVII y XVIII. Este término fue acuñado por los revolucionarios franceses para describir las estructuras del país en el que vivían, consideradas decadentes e injustas.
Economía Agraria y Sociedad Estamental
La economía del Antiguo Régimen era predominantemente agraria. Tres cuartas partes de la población activa se concentraban en el sector primario, basado en la agricultura.
El trabajo agrario se fundamentaba en la sociedad feudal, donde el señor ejercía poder sobre los campesinos. Estos últimos tenían arrendadas sus tierras y debían pagar al señor un alquiler, además de un porcentaje de sus cosechas. El señor poseía una capacidad jurídica sobre los campesinos, estableciéndose una relación de servidumbre.
La sociedad estaba organizada de forma estamental, en grupos cerrados a los que se accedía por nacimiento. A continuación, se describe la estructura social:
- Rey: Ejercía el poder absoluto, considerado de origen divino. Era dueño de las tierras y tenía el poder jurisdiccional.
- Nobleza y Clero: Poseían tierras, fuente de riqueza. Existía el mayorazgo, que aseguraba que las tierras permanecieran en la misma familia. Hasta el siglo XVIII, la propiedad de la tierra no se comercializaba, sino que estaba vinculada a un titular. Vivían de las rentas proporcionadas por quienes trabajaban para ellos. No pagaban impuestos y también tenían poder jurisdiccional.
- Tercer Estado: Constituía la mayoría de la población y trabajaba para los estamentos privilegiados, por lo que estaban obligados a pagar impuestos. Incluía a los campesinos, que mantenían la relación de servidumbre con los señores de las tierras.
Evolución del Tercer Estado: Gremios y Protoindustria
Con el surgimiento de las ciudades, dentro del Tercer Estado se diferenciaron varias clases sociales:
- Profesionales liberales: Médicos, abogados, maestros, etc. Ocupaban la primera posición por ser considerados intelectuales y no realizar trabajos manuales.
- Gremios: Agrupaciones de maestros artesanos. Eran dueños del producto desde su creación hasta la venta. Se regían por sus propios estatutos y privilegios, con el beneplácito del rey, lo que les otorgaba capacidad jurídica y cierta independencia de las clases altas. Dentro de los gremios, además de los maestros, estaban los oficiales y aprendices.
- Aprendices: Tenían un contrato con el maestro desde los 10-14 años, formando parte de su familia. No podían ser oficiales hasta los 20 años.
- Oficiales: Accedían a este título tras un contrato y debían realizar una obra maestra para ser aprobados como maestros.
Era difícil llegar a ser maestro por razones económicas y porque las maestrías se heredaban. Con el tiempo, los oficiales reclamaron mayor participación política.
Por debajo de estos grupos se encontraba el resto de la población, trabajadores no cualificados (jornaleros, criados, mozos de carga, etc.) que carecían de identidad jurídica. También existían grupos marginales (mendigos, prostitutas, enfermos, ancianos sin recursos) al margen de la economía urbana.
Para paliar las dificultades, surgieron las cofradías, de origen religioso. Eran abiertas y requerían el pago de cuotas. Fueron creadas por los oficiales como una forma de ejercer su trabajo y como una arcaica Seguridad Social.
La Unidad Familiar y el Surgimiento del Capitalismo Mercantil
La unidad familiar era fundamental en esta época, siendo la unidad de producción y reproducción social. Toda la familia trabajaba en el taller, ubicado en el hogar, y contribuía a la renta familiar. Sin embargo, solo el trabajo del maestro era reconocido.
Con el desarrollo de los mercados alrededor de las ciudades, surgió el comercio, la sociedad de consumo y el capitalismo mercantil. Aparecieron las manufacturas y la protoindustria, una producción aislada en domicilios rurales. Los comerciantes contrataban a los agricultores para realizar tareas industriales, lo que llevó a una medición más estricta del tiempo, denominándose "jornada" al tiempo dedicado al trabajo. Las familias campesinas comenzaron a alternar el trabajo en el campo con la producción industrial.
En el País Vasco, por ejemplo, se desarrolló una protoindustria del hierro desde el siglo XVII hasta principios del siglo XIX.
Este panorama general del Antiguo Régimen muestra una sociedad jerarquizada y una economía en transición hacia el capitalismo, con importantes cambios sociales y económicos que sentarían las bases para las transformaciones de los siglos posteriores.