El Antiguo Régimen: Ocaso de la Monarquía Absoluta y Ascenso de la Burguesía

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El Ocaso de una Época: El Antiguo Régimen en el Siglo XVIII

El desarrollo de las nuevas actividades económicas de la burguesía se veía obstaculizado por el mantenimiento de unas estructuras económicas y sociales caducas. Además, la burguesía aspiraba al reconocimiento político y social que la pervivencia del Antiguo Régimen le negaba. El siglo XVIII fue un período de tránsito entre el viejo mundo aristocrático en declive y el nuevo mundo burgués que emergía con fuerza. Esta pugna marcó el fin de una época y la gestación del mundo contemporáneo.

La Monarquía Absoluta de Derecho Divino

La forma predominante de gobierno en toda Europa era la monarquía absoluta de derecho divino. La autoridad del rey provenía de Dios y, en su nombre, ejercía el poder sobre sus súbditos. El rey Luis XIV de Francia, conocido como el "Rey Sol", fue el prototipo de monarca absoluto.

Concentración de Poderes

El rey concentraba todos los poderes:

  • Dictaba leyes.
  • Nombraba a los magistrados y ministros.
  • Administraba justicia.
  • Comandaba el ejército.
  • Dirigía la política exterior.

No se sometía a ningún control y no compartía la soberanía con nadie. Sin embargo, el poder del rey estaba limitado por la ley divina y por las leyes fundamentales del reino, que el monarca debía aceptar en el momento de su coronación.

Una Economía Agraria y Señorial

La economía del Antiguo Régimen era básicamente rural: más del 80% de la población se dedicaba a tareas agrícolas. La propiedad de la tierra era vinculada, es decir, no se podía comprar ni vender, y estaba concentrada en manos de la nobleza y la Iglesia.

En el campo seguía vigente el régimen señorial, heredado del feudalismo. Los señores vivían de las rentas e impuestos que los campesinos debían pagarles y, además, tenían la facultad de dictar órdenes y de impartir justicia. Los campesinos también estaban obligados a pagar el diezmo (el 10% de la cosecha) a la Iglesia.

La agricultura utilizaba métodos muy tradicionales, con escasas mejoras técnicas y una baja productividad que, a duras penas, podía alimentar a la población. La mayor parte de la producción se dedicaba al autoconsumo.

Una Sociedad Fundamentada en los Privilegios

La sociedad estaba dividida, según el derecho tradicional, en tres órdenes o estamentos:

  • El clero.
  • La nobleza.
  • El estado llano (o Tercer Estado), que comprendía grupos tan diversos como el campesinado, la burguesía y las clases populares de las ciudades.

La característica principal de la sociedad estamental era su desigualdad civil. La nobleza y el clero eran los estamentos privilegiados, que gozaban de derechos y privilegios exclusivos.

Los Factores Impulsores del Cambio

El crecimiento económico del siglo XVIII, unido a las aspiraciones de cambio del Tercer Estado impulsadas por la burguesía, resquebrajaron las bases del Antiguo Régimen.

Las Aspiraciones de la Burguesía y el Campesinado

La burguesía aspiraba a participar en el gobierno, criticaba los privilegios y reclamaba que el reconocimiento social fuese el resultado de los méritos de cada individuo y no de la familia en la que uno había nacido.

Por su parte, los campesinos y las campesinas se oponían al régimen señorial y rechazaban los fuertes impuestos que pesaban sobre ellos. A finales del siglo XVIII, la mayor parte de la sociedad deseaba acabar con el predominio de los privilegiados.

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