Anticuerpos: Inmunogenicidad, Especificidad y Tipos - Respuesta Inmune Específica

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Anticuerpos: Respuesta Inmune Específica

Funciones de los Anticuerpos

Los anticuerpos desempeñan un papel crucial en la respuesta inmune específica. Sus funciones principales se pueden resumir en dos categorías:

1. Inmunogenicidad

La inmunogenicidad se refiere a la capacidad de una sustancia para iniciar una respuesta inmune. Esta capacidad depende de varios factores:

  • Exogeneidad: Solo las moléculas que el organismo reconoce como extrañas son inmunógenas.
  • Naturaleza química: Las moléculas con alto peso molecular, incluyendo proteínas, polisacáridos, glucolípidos y ácidos nucleicos, tienden a ser más inmunógenas.
  • Tamaño: Las macromoléculas son generalmente más potentes como inmunógenos.
  • Complejidad: A mayor complejidad, mayor inmunogenicidad.
  • Cantidad de antígeno (Ag): La cantidad de antígeno presente influye en la intensidad de la respuesta inmune.
  • Vía de entrada: Las vías subcutánea e intradérmica suelen ser las más efectivas. En estas vías, los antígenos se localizan, produciendo una inflamación local que atrae a las células presentadoras de antígenos (CPA).

Existen moléculas que, por sí solas, no pueden inducir una respuesta inmune. Sin embargo, cuando se unen a una molécula transportadora (carrier), sí pueden hacerlo. Estas moléculas se denominan haptenos o inmunógenos incompletos. Los linfocitos ya sensibilizados pueden actuar sobre un hapteno. El carrier convierte al hapteno en un antígeno completo.

2. Especificidad

La especificidad depende de una pequeña región del antígeno conocida como determinante antigénico, epítopo o epítope. Este determinante antigénico es la zona capaz de unirse a la región complementaria del anticuerpo, una región con una estructura tridimensional específica. El tamaño del epítopo corresponde con el lugar de unión del anticuerpo. Un antígeno puede tener más de un determinante antigénico. La valencia es el número efectivo de determinantes antigénicos que posee un antígeno; la mayoría tienen múltiples valencias.

  • Homogéneos: Todos los determinantes antigénicos son iguales.
  • Heterogéneos: Los determinantes antigénicos son distintos entre sí, existiendo tantos tipos como epítopos.

Tipos de Antígenos

  • Xenoantígenos o heteroantígenos: Proceden de especies diferentes.
  • Aloantígenos u homólogos: Proceden de la misma especie. Se subdividen en:
    • Antígenos de la membrana de los hematíes (grupos sanguíneos).
    • Antígenos de histocompatibilidad presentes en las células nucleadas de todos los tejidos, incluida la sangre. Estos antígenos se repiten solo en individuos genéticamente idénticos.
  • Autoantígenos, autógenos o autólogos: Moléculas del propio individuo que pueden inducir una respuesta inmune autorreactiva.
  • Isoantígenos, singénicos o isólogos: Proceden de otro individuo genéticamente idéntico (gemelo univitelino).

Especificidad y Reacción Cruzada

La reacción antígeno-anticuerpo (Ag-Ac) es específica porque cada anticuerpo reacciona con el antígeno que indujo su formación. Un antígeno completo heterogéneo tiene varios determinantes antigénicos, por lo que induce la formación de distintos anticuerpos. Si un antígeno X tiene un determinante antigénico igual a otro determinante del antígeno Y, los anticuerpos producidos contra el antígeno X pueden reaccionar con el antígeno Y, fenómeno conocido como reacción cruzada.

Anticuerpos Monoclonales y Policlonales

Tradicionalmente, la producción de anticuerpos se realizaba mediante la inmunización de un animal con el antígeno para el cual se buscaban los anticuerpos. El sistema inmune del animal produce tantos tipos de anticuerpos como determinantes antigénicos tenga el antígeno. Este conjunto heterogéneo de anticuerpos procede de una población heterogénea de linfocitos, lo que se denomina producción de inmunoglobulinas (Ig) de tipo policlonal. Estos anticuerpos, llamados policlonales, no permitían establecer diferencias entre antígenos parecidos que compartieran determinantes antigénicos.

Esta limitación se superó con la obtención de anticuerpos monoclonales. Estos se obtienen mediante la fusión de células productoras de anticuerpos con células de gran capacidad de crecimiento, obteniendo así células híbridas con la información genética necesaria para la síntesis de anticuerpos con la especificidad deseada y la capacidad de proliferar.

Anticuerpos Quiméricos Humanizados

Un intento de disminuir la respuesta inmune frente a los anticuerpos monoclonales de ratón ha sido el desarrollo de anticuerpos quiméricos humanizados. En estos anticuerpos, se mantiene la parte del ratón que confiere la especificidad y se sustituye la región constante por una región constante del mismo isotipo pero de origen humano. Esto se logra mediante la unión de fragmentos de ADN de ratón (región variable) con fragmentos de ADN humano (región constante). La célula resultante, transfectada, produce anticuerpos quiméricos. Mediante técnicas de ADN recombinante, se intenta obtener anticuerpos monoclonales humanizados menos inmunógenos.

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