Aníbal Barca: El Genio Militar Cartaginés que Desafió a Roma

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Aníbal Barca: El Genio Militar Cartaginés

Aníbal, hijo de Amílcar, fue con mucha diferencia el máximo de todos los generales cartagineses. Las victorias de Aníbal son brillantes en Italia. Casi venció al pueblo romano. Pero los cartagineses, por envidia de muchos, no enviaron tropas auxiliares a Aníbal hacia Italia. Así pues, convirtieron la virtud de un gran general en inútil.

Primeros Años y Juramento

Aníbal, niño de 9 años, juró odio perpetuo a los romanos. Vino hacia Hispania con su padre Amílcar, quien hacía la guerra contra los hispanos, pues deseaba aumentar el imperio de los cartagineses y sus fuerzas lo máximo posible. Los cartagineses nombraron a Asdrúbal general después de la muerte de Amílcar, quien puso a Aníbal al frente de toda la caballería. Sin embargo, los hispanos mataron a Asdrúbal. Entonces, el ejército entregó a Aníbal la suma del mando.

Conquista en Hispania e Inicio de la Invasión de Italia

Aníbal sometió a todas las gentes de Hispania con una guerra. Conquistó Sagunto, ciudad aliada, la cual toleró un asedio largo y atroz, también por la fuerza. Abandonó a su hermano Asdrúbal con grandes tropas en Hispania... Preparó un gran ejército el cual llevaría por los montes Pirineos hacia la Galia y desde allí con el mismo hacia Italia.

Las Victorias en Italia

Ningún ejército había hecho antes un camino a través de los Alpes. Aníbal trajo tropas y elefantes y llegó a Italia. Hizo huir al cónsul Publio Cornelio Escipión junto al río Tesino, venció a Tiberio Sempronio Longo junto a Trebia, después sorprendió al cónsul Cayo Flaminio en desfiladeros entre el lago Trasimeno y los montes, donde las legiones romanas sufrieron una gran derrota.

Poco después, Aníbal llegó a Apulia, donde venció a dos ejércitos consulares en una batalla junto al río Aufido e hizo una gran matanza de romanos. Después de la victoria de Cannas, Aníbal hizo el camino hacia la ciudad y puso el campamento en los montes cercanos. El terror era grande en Roma: la voz "¡Aníbal a las puertas!" llenó de pavor a los ciudadanos.

El Punto de Inflexión y la Estrategia Romana

Aníbal envió a Cartago el mayor botín, el cual había capturado después de la victoria de Cannas. Sin embargo, las tropas de auxilio que había pedido no recibió. Sin embargo, Quinto Fabio Máximo, prudentísimo general, inspiró nueva esperanza a los romanos, pues este rehusó el enfrentamiento directo con los cartagineses con gran prudencia por mucho tiempo. Igualmente, cuando encontró la ocasión, empezó una batalla y venció a Aníbal por primera vez. La fortuna de Aníbal, la cual había sido favorable durante muchos años (primero en Hispania, después en la Galia y finalmente en Italia), había empezado a ser desfavorable, sin duda.

Los asuntos en Italia eran contrarios a Aníbal. Así pues, perdió Capua, Tarento y otras fortalezas. Entretanto, los romanos nombraron general en Hispania a Publio Cornelio Escipión, hijo del cónsul al cual Aníbal había vencido junto al Tesino. Este, quien tuvo después el apodo "el Africano", luchó con suerte favorable en Hispania contra los cartagineses.

La Derrota de Asdrúbal y el Avance Romano

Los cartagineses enviaron a Asdrúbal desde Hispania hacia Italia, quien vendría en auxilio de su hermano Aníbal. Los ejércitos romanos interceptaron a Asdrúbal al lado del río Metauro, quien sufrió una grandísima derrota y perdió la vida en esta batalla. Los romanos cortaron la cabeza de este y la lanzaron hacia el campamento de Aníbal. Así, Aníbal perdió toda esperanza de subsidio.

Escipión en África y el Regreso de Aníbal

Escipión, quien había vencido a los cartagineses en Hispania, vino a Roma y desde allí hacia Sicilia, donde preparó todo para llevar la guerra hacia África. Construyó 400 naves de carga y 40 naves de guerra. Reunió un gran ejército, el cual trajo a África, donde venció a los cartagineses y a sus aliados en algunas batallas y consiguió la amistad de Masinisa, el rey de los númidas, para el pueblo romano y para sí mismo.

Las victorias de Escipión conmovieron vivamente a los cartagineses en África. Así pues, los senadores cartagineses llamaron a Aníbal desde Italia a África para que defendiera la patria. Aníbal reunió todas las tropas y abandonó Italia con el gran ejército y así pues llegó a África. Aníbal había puesto antes de la batalla en el frente a 80 elefantes, quienes inspiraron terror a los romanos y perturbaron sus filas. Pero el sonido de las tubas y el grito de los romanos aterrorizaron a los elefantes y desviaron su ímpetu hacia la formación de los cartagineses.

La Paz y el Exilio de Aníbal

La paz con los cartagineses fue hecha por los romanos. Aníbal volvió a Cartago y se ocupó de asuntos públicos, esperando aumentar la potencia púnica, sanar las heridas de la guerra, reparar las fuerzas de la patria y llevar a cabo de nuevo la guerra contra los romanos. Sin embargo, los romanos enviaron legados a Cartago los cuales le reclamaron. Aníbal, cuando conoció la llegada de los legados, se fugó, huyó hacia Siria, hacia el rey Antíoco. Los cartagineses, enfadados por su fuga, enviaron dos naves para capturarlo. Sus bienes fueron confiscados por el senado púnico, su casa fue destruida, él mismo fue juzgado y exiliado.

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