Al-Ándalus y los Reinos Cristianos en la Edad Media

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Al-Ándalus: La Conquista Musulmana

El Emirato y Califato de Córdoba

La llegada de los musulmanes a la Península Ibérica se debió a la crisis interna de la monarquía visigoda y al movimiento expansivo del Islam. La conquista se inició en el 711 con la derrota de Don Rodrigo frente a Tarik, en la Batalla de Guadalete. A partir de entonces, y en muy pocos años, los musulmanes dominaron la Península. Esta rapidez se explica por la descomposición del reino visigodo, su falta de cohesión, la tolerancia religiosa de los musulmanes y sus pactos de capitulación.

Tras la conquista, se establece el Emirato Dependiente de Damasco. La Península Ibérica era una provincia del Imperio Musulmán gobernada por un valí. Fueron años de inestabilidad política y enfrentamientos entre musulmanes por el reparto de las tierras, pero continuaron con las campañas militares de conquista, aunque también cosecharon derrotas (Covadonga, 722 y Poitiers, 732).

En el 756, Abderramán I se proclama Emir Independiente de Bagdad, pero mantiene la dependencia religiosa. Fue una etapa de consolidación y reorganización del poder musulmán, durante la cual se constituye un ejército de mercenarios, Al-Ándalus se divide en 22 coras, se fijaron los límites de las tres marcas fronterizas, se centraliza la administración, se mejoró la Hacienda y se potenció el comercio con Oriente. Pero las revueltas, tensiones sociales e intransigencia religiosa con los mozárabes se sucedieron; situación que solucionará Abderramán III cuando, en el 912, llegue al poder, pacifique Al-Ándalus y, en el 929, se proclame Califa. Es el periodo de mayor esplendor político, cultural, económico y artístico musulmán en la Península.

Abderramán frenó a los cristianos, creó un cuerpo de funcionarios palatinos constituidos por eslavos libertos, sustituyó a los árabes por bereberes en el ejército y estableció relaciones con Bizancio y el Imperio. Los califas más importantes son Abderramán III, Al-Hakan II y Hishan II. En el campo militar, destacó Almanzor, que convirtió el Califato en una dictadura militar; llevó a cabo numerosas razias contra los cristianos. A su muerte, en el 1002, le suceden sus hijos, los "amiríes", hasta 1009. De 1009 hasta 1031 son años de confusión política y luchas entre bandas. En 1031, desaparece el Califato, dando lugar a los Reinos de Taifas.

Al-Ándalus: Reinos de Taifas y Reino Nazarí

En el 1031, el Califato se fragmentó en 26 Reinos de Taifas: pequeños reinos que se enfrentaron frecuentemente entre ellos, a veces con ayuda cristiana mediante el pago de las parias.

En 1085, Alfonso VI de Castilla conquista Toledo, y las taifas de Sevilla, Zaragoza y Badajoz pidieron ayuda a los almorávides, que, tras la derrota de los cristianos en la Batalla de Zalaca en 1086, unificaron Al-Ándalus y establecieron el Imperio Almorávide. Pero su poder no se consolidó debido a su fanatismo, la pérdida de ciertos territorios (Zaragoza en 1118) y la aparición, en el norte de África a mediados del siglo XII, de los almohades, más estrictos con la ortodoxia religiosa.

Hacia 1145, la descomposición del poder almorávide favoreció la llegada de los Segundos Reinos de Taifas, menos numerosos y más débiles. Duraron hasta la llegada de los almohades en el 1170, que unificaron Al-Ándalus y establecieron su Imperio Almohade con capital en Sevilla. Los almohades derrotaron a Alfonso VIII de Castilla en la Batalla de Alarcos en 1195, pero no lo detuvieron y, en 1212, al frente de una coalición de reyes cristianos, los derrotará en la Batalla de las Navas de Tolosa.

En torno a 1224, surgirán los Terceros Reinos de Taifas, que estuvieron en una constante inestabilidad política. Todos ellos acabaron bajo la soberanía cristiana en el siglo XIII, salvo el Reino Nazarí de Granada, que abarcaba Granada, Almería y Málaga.

El Reino de Granada surgió a consecuencia de la sublevación de Ben Yusuf Ben Nasir, en 1232, contra el rey de Murcia. En 1237, conquistó Granada y, después, incorporó Málaga y Almería. Colaboró con Fernando III en la conquista de Sevilla en 1248, se declaró vasallo de Castilla y le pagó parias. Granada recibió a los musulmanes que no quisieron someterse a Castilla, lo que le reportó gran esplendor cultural y artístico, pero sufrió la presión de los cristianos y los enfrentamientos entre los principales linajes. El reino sobrevivió hasta 1492, cuando los Reyes Católicos lo incorporaron a Castilla.

Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura

La base económica de Al-Ándalus fue la agricultura, con predominio de la trilogía mediterránea: introducen nuevos cultivos, expanden el regadío y explotan la ganadería, la pesca, la minería y la silvicultura. La tierra, trabajada por colonos, estaba en manos de latifundistas absentistas que vivían en las ciudades, importantes centros artesanales, comerciales y administrativos, donde tenía su sede la burocracia.

En artesanía, destaca el sector textil (seda), los trabajos en pieles, cuero, cerámica, metales preciosos, vidrio y papel. El comercio interior se desarrollaba en el zoco. Su comercio exterior con Occidente, el norte de África y, principalmente, con Oriente se activó por la existencia de una moneda fuerte. Su Hacienda tenía tasas aduaneras y diezmos sobre las ganancias.

La sociedad islámica se dividía según la religión. Entre los musulmanes, destaca la clase dirigente, que estaba formada por la aristocracia terrateniente con importantes cargos en la Corte. Las clases medias estaban formadas por profesionales liberales, comerciantes y propietarios de talleres. La clase popular estaba formada por campesinos, trabajadores urbanos y esclavos. Los no musulmanes eran los judíos y los mozárabes, con menos derechos y dos impuestos más: uno personal y otro territorial.

En la cultura andalusí, el individuo y la sociedad se regían por la ley islámica o sharia. Había una gran fusión entre lo religioso y lo social; la filosofía y la teología estaban profundamente entrelazadas. El mundo intelectual se basa en la interpretación del Corán. La cultura andalusí era una suma de elementos orientales y occidentales. El árabe culto se impuso como lengua oficial; también se hablaban el latín y el hebreo.

En filosofía, destaca Averroes, que intentó unificar la filosofía aristotélica con el islam, o el judío Maimónides, que hizo lo mismo con el judaísmo. La medicina profundizó en el conocimiento de la cirugía, la oftalmología y la farmacología. En matemáticas, destacan los estudios de álgebra, trigonometría y la introducción de la numerología india. La poesía clásica tenía gran relevancia entre la clase alta; destaca Ibn Hazm con El Collar de la Paloma. La poesía popular creará composiciones como la jarcha, de gran influencia en la literatura romance.

Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana y la Reconquista

Principales Etapas y Modelos de Repoblación

El Reino Astur surge a partir del 722, tras la batalla de Covadonga. Los sucesores de Don Pelayo se extendieron desde el norte de Galicia a las tierras de los vascones. Alfonso III (866-910) alcanzó el Duero, trasladó la capital a León y se transformó en Reino de León. En la parte oriental del reino, se crea el Condado de Castilla, pero, en el siglo X, con Fernán González, se independiza y, en el XI, cae bajo soberanía navarra.

En el siglo IX, Íñigo Arista constituye el Reino de Pamplona y, en el X, la Dinastía Jimena lo transforma en Reino de Navarra. Por su política matrimonial, incorporó el Condado de Aragón. En el siglo IX, el Condado de Aragón se independiza de los francos con Aznar Galindo. En el X, pasa a Pamplona conservando su autonomía. A la muerte de Sancho III, se independiza como reino.

En el siglo IX, Wifredo I el Velloso unificará los Condados Catalanes. En el siglo X, Ramón Borrell II (898-911) se independiza de los francos.

La Reconquista es el proceso de ocupación militar de Al-Ándalus por los cristianos. Se inició durante los siglos VIII-X. Se ocupan los territorios semivacíos al norte del valle del Duero y del Ebro. El Califato de Córdoba frenó la expansión.

Desde el siglo XI hasta la primera mitad del XII, los cristianos, militarmente más fuertes, les imponen las parias, avanzan por el valle del Tajo y del Ebro, conquistan Toledo (1085), Lisboa (1147), Zaragoza (1118) y Tortosa (1149).

En la segunda mitad del siglo XII, las Órdenes Militares conquistan los cursos altos del Turia y Júcar, y el curso medio del Guadiana. Se firman tratados (Tudillén, 1151 y Cazorla, 1179), reflejo de una estrategia global.

Durante el siglo XIII, prevalecen los objetivos nacionales y dinásticos. Alfonso VIII de Castilla venció a los almohades en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). A partir de ahora, y en pocos años, Aragón y Portugal concluyeron la Reconquista. Castilla conquistó el Valle del Guadalquivir; sólo quedaba el Reino Nazarí, que conquistarían los Reyes Católicos en 1492.

Paralela a la Reconquista, se produce la repoblación. Entre los siglos VIII-X, se ocuparon el norte del Duero y el piedemonte pirenaico de forma espontánea por campesinos o por nobles y monasterios ("presura" o "aprisio"), lo que genera pequeña y mediana propiedad y campesinos libres.

Entre el Duero y el Tajo, y el valle medio del Ebro, durante los siglos XI y XII, la repoblación concejil generó propiedad media y tierras comunales defendidas por la caballería villana. El rey, a través de los fueros, concedía a los concejos privilegios y libertades.

En la segunda mitad del siglo XII y la primera mitad del XIII, las Órdenes Militares, mediante el sistema de encomiendas, repoblaron el sur de Salamanca, el valle del Guadiana, Teruel y el norte de Castellón. El resultado fue la formación de latifundios ganaderos en Castilla, pero, en Aragón, predominó la propiedad mediana.

Por último, de la segunda mitad del siglo XIII hasta el XV, se repoblaron el valle del Guadalquivir y el litoral valenciano por repartimientos. El rey distribuyó las tierras según el estatus social, lo que generó grandes latifundios.

Los Reinos Cristianos: Organización Política, Régimen Señorial y Sociedad Estamental

Los órganos políticos más importantes eran:

  • El Rey (pero su poder estaba limitado por la nobleza y el clero).
  • La Curia Real (asamblea consultiva formada por los magnates nobles y eclesiásticos).
  • Las Cortes (estaban constituidas por los tres estamentos; su función principal era votar impuestos).
  • El concejo (gobierno de las villas y ciudades).

El señorío era un territorio concedido por el rey a un particular o un colectivo. Se distinguían señorío real, nobiliar y eclesiástico. El señorío territorial o solariego apareció al inicio de la Reconquista en las tierras despobladas. El nuevo propietario pasaba a ser el señor. En el siglo XII, apareció el señorío jurisdiccional, en el que la autoridad real quedó limitada por la transferencia de bienes, derechos y privilegio de inmunidad.

La sociedad estamental se caracterizaba por una división social rígida: privilegiados (nobleza y clero, que disfrutaban de privilegios jurídicos y fiscales) y no privilegiados (estado llano). Cada estamento tenía sus normas y cumplía una función (defender, rezar y trabajar).

A la nobleza se pertenecía por nacimiento o concesión real. Había diferentes títulos, con diferentes grados de riqueza y posesiones en cada grupo. El clero era el único estamento abierto. Se distinguía: alto clero (poseía señoríos y de gran nivel cultural) y bajo clero (sin riquezas y de menor nivel cultural). El estado llano era el más numeroso y heterogéneo. Formado por campesinos (libres y siervos), artesanos y mercaderes, que, con el tiempo, formaron la burguesía.

Organización Política de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y el Reino de Navarra al Final de la Edad Media

En el Reino de Castilla, la autoridad real se fortaleció por la difusión de las teorías políticas basadas en el Derecho Romano, que favorecieron el proceso de centralización y el desarrollo institucional.

Por el contrario, en la Corona de Aragón, que era una confederación de estados, la monarquía era pactista. Para suplir al rey en su ausencia en cada reino, estaban los virreyes.

En el Reino de Navarra, la monarquía también era pactista.

Entre las instituciones centrales de gobierno, estaban:

  • El Consejo Real (organismo de carácter técnico integrado por legistas que asesoraban al rey; de él dependía la administración del reino; en Aragón, terminó siendo un cuerpo consultivo, como en Navarra).
  • Las Cortes (su máxima competencia era la concesión de impuestos extraordinarios y, a cambio, exigían al rey la promulgación de ciertas leyes; en Aragón, tenían las mismas funciones, pero aquí nunca se reunieron juntas y estaban compuestas por cuatro brazos; de ellas, en el siglo XV, nacieron las Diputaciones y la Generalitat para controlar los impuestos concedidos; en las Cortes de Navarra, el rey juraba los fueros del reino; además, aprobaban leyes; la Diputación de los Tres Estados recaudaba los impuestos aprobados en las Cortes navarras).
  • El Justicia de Aragón (defendía los pleitos entre el rey y los nobles).
  • Las Audiencias (se encargaban de la justicia).

En el ámbito regional, los reinos estaban divididos en merindades y veguerías (en Cataluña). El carácter democrático de los ayuntamientos castellanos desapareció con la institución de los regimientos y el control temporal del corregidor. En Aragón, los ayuntamientos terminaron bajo la oligarquía urbana.

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