Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Legado Cultural Judío en la Península Ibérica
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Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura. El Legado Judío en la Península Ibérica
Economía
Al-Ándalus desarrolló una economía urbana, comercial y monetaria próspera, en contraste con la economía rural de la España cristiana en su primera etapa. Se integró en el comercio islámico, llevando a Europa productos valiosos.
- Agricultura: Se continuó con la trilogía mediterránea de cereales, vid y olivo, y los excedentes de trigo y aceite se exportaban. Se intensificó el regadío en los valles del Ebro, Guadalquivir y Segura, mejorando los sistemas de riego con acequias y norias. Se introdujeron cultivos como arroz, algodón, azafrán y caña de azúcar.
- Artesanía: La artesanía fue muy importante, con talleres en Toledo, Córdoba y Granada que producían artículos de lujo como marfiles, cordobanes, sedas, damasquinados y brocados.
- Comercio: Al-Ándalus importaba productos de lujo como especias y metales preciosos, y exportaba materias primas y manufacturas como tejidos, armas y cerámica. El comercio se realizaba en los zocos de las ciudades. Controló las rutas del oro del Sudán, lo que fundamentó su sistema monetario basado en el dinar de oro y el dirhem de plata. Las rutas comerciales se extendían hasta Bizancio, la India y Europa.
Cultura y Legado Judío en la Península
La cultura andalusí era una mezcla de elementos religiosos musulmanes y tradiciones hispanas y orientales. Alcanzó un gran desarrollo cultural, especialmente durante el período califal y en las primeras taifas, actuando como puente entre Oriente (Bizancio, Persia, India) y Europa.
- Literatura y Filosofía: Destacan autores como Ibn Hazm (El collar de la paloma), el historiador Ahmad al Razi, y el filósofo Averroes, quien rescató el pensamiento de Aristóteles. En ciencias, se realizaron importantes estudios en astronomía, matemáticas y medicina.
- Arte: La construcción de la mezquita de Córdoba, la Torre del Oro y el palacio de la Alhambra en Granada son ejemplos emblemáticos del arte islámico en la península. El árabe era el idioma oficial, aunque los mozárabes utilizaban el latín y, más tarde, lenguas romances.
La comunidad judía sefardí, presente desde la antigüedad, experimentó una renovación intelectual significativa que influyó en el pensamiento europeo medieval en áreas como filosofía, teología, ciencia, gramática y poesía. Córdoba, Sevilla y Granada fueron centros importantes. Se recuperaron textos clásicos de la filosofía griega, destacando la figura del médico Maimónides, quien buscó adaptar el aristotelismo al judaísmo.