Análisis del Plano Urbano de Madrid y Pamplona
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La imagen muestra el plano urbano de Madrid. Representa un espacio complejo que refleja las distintas etapas de su desarrollo histórico. Podemos destacar las siguientes áreas.
1. El Casco Antiguo
Es la parte de la ciudad desde su nacimiento hasta la industrialización del siglo XIX. El casco antiguo de Madrid presenta un emplazamiento junto al río Manzanares que, a modo de obstáculo, ha determinado que la ciudad se amplíe desde el punto de vista geográfico hacia el NE. Amplia llanura (frente al sistema montañoso de NO) que facilitará las comunicaciones con las principales ciudades del norte y del Mediterráneo peninsular. Su situación centralizada en el territorio y como capital del Estado ha contribuido a un crecimiento constante, como demuestran los distintos planos que pueden observarse en su morfología, áreas de crecimiento que reflejan su evolución histórica. Se observan dos sectores: • Medieval; que corresponde al emplazamiento original de la ciudad, con un carácter defensivo típico de las ciudades medievales. Surge en una zona elevada junto al río. Plano irregular como resultado de un crecimiento no planificado, ciudad cerrada, limitada por murallas; la falta de espacio da lugar a calles pequeñas y estrechas. La ciudad surge en torno al Palacio Real, antiguo Alcázar. Las calles más importantes surgen del centro en forma radial hasta las puertas de la muralla. • Desarrollo de los siglos XV-XVII. En este momento histórico, el desarrollo y crecimiento de la ciudad están unidos a:
- Su carácter de capital.
- Actuaciones urbanísticas relacionadas con el poder absolutista del XVIII.
Surgen calles importantes que constituyen vías de acceso al centro, y edificios destinados, no solo a embellecer la ciudad, sino que también simbolizan el poder real: Paseo del Prado, El Retiro, hospitales, museos... Con el inicio de la industrialización, la población urbana aumenta, se diversifican los usos del suelo y tienen lugar importantes transformaciones en el casco antiguo: • Se remodelan y amplían nuevas calles que facilitan las comunicaciones: Ej. La Gran Vía. Importancia de la desamortización de los edificios y propiedades religiosas que dejan nuevos espacios para edificar. • Desaparición definitiva de los recintos amurallados que dará lugar a la expansión planificada de nuevas áreas residenciales: los ensanches.
2. Los Ensanches
El Ensanche Burgués de Madrid fue proyectado por el ingeniero Carlos María de Castro y se localizó en el este: el distrito de Salamanca. El distrito de Argüelles-Moncloa también se puede considerar ensanche, aunque fue proyectado posteriormente. Presenta un trazado regular, ortogonal, que facilita la parcelación, la venta de los terrenos y la organización de la circulación. Edificaciones cerradas en manzanas con patios interiores. Destinado a la mediana y alta burguesía principalmente. El desarrollo de los transportes permitió los primeros intentos de urbanización periférica, entre los que destacó la Ciudad Lineal de Arturo Soria. El proyecto se realizó teniendo como eje a una ancha calle central, vía de comunicación, en torno a la misma se debían construir, en parcelas regulares, casas unifamiliares con huerto y jardín. El proyecto tenía como objetivo unir elementos urbanos y rurales. Solo se realizó en parte. El desarrollo de la industria, el aumento acelerado de la población y el avance de los transportes provocaron un rápido crecimiento del espacio urbano. Surgen otros ensanches, siguiendo las principales vías de comunicación, que se extienden, con una planificación cada vez más irregular, hasta englobar núcleos urbanos y rurales ya existentes. Estos pueblos periurbanos presentan planos irregulares, propios de los núcleos preindustriales. Corresponden a esta etapa las zonas del Fuencarral (Norte), Hortaleza (Este), Vallecas (SE), Carabanchel (Sur)... La rapidez de este crecimiento, la necesidad de construir viviendas para la población trabajadora y la especulación darán lugar a un urbanismo desordenado y difuso, que no presenta una calidad ni en el trazado urbano, ni en los equipamientos, ni en las edificaciones...
3. La Periferia
Se construyó a partir del enorme crecimiento de la ciudad desde la posguerra. En ella pueden distinguirse diferentes tipos de áreas: 1. Las áreas residenciales son de distinta categoría; antiguos barrios de chabolas, mejorados posteriormente; diversos tipos de poblados de promoción oficial de la década de 1950, con malos materiales y escasos equipamientos, recibieron después remodelaciones y mejoras (Manoteras, San Blas, Entrevías...); barrios de bloques y torres con trama abierta y de diferentes niveles en las décadas de 1950 a 1970 (Concepción, Aluche...) y urbanizaciones de viviendas unifamiliares de baja densidad a partir de la década de 1970. 2. Las áreas industriales son también de diverso tipo: polígonos industriales relacionados con el desarrollismo de la época, localizados principalmente en el sector sur, junto al río Manzanares, y nuevos espacios industriales de mayor calidad (parques industriales y empresariales, en el sector norte y noreste). 3. Las áreas de servicios y equipamientos buscan en la periferia espacios más baratos: centros comerciales, escolares, sanitarios... a partir de la década de 1980.
El plano urbano de Pamplona es la representación cartográfica de los espacios construidos y libres de la ciudad. Pamplona, como todas las ciudades con una larga historia, presenta un plano urbano complejo en el que pueden apreciarse distintas áreas correspondientes a las diferentes etapas del desarrollo urbano: el casco antiguo, el ensanche y la periferia.
1. El Casco Antiguo
Pamplona se asienta en un emplazamiento estratégico de carácter defensivo, sobre una terraza del río Arga. Se sitúa en la cuenca de Pamplona, en un punto crucial para las comunicaciones y el comercio, tanto con Francia (está al pie del paso más accesible del Pirineo occidental) como con otras regiones españolas (País Vasco, La Rioja, Aragón, y norte de Castilla). El casco antiguo tiene un origen romano: se remonta al campamento establecido por Pompeyo (Pompaelo) sobre una antigua población vascona (Iruña). Conserva restos de las murallas, que tenían finalidad defensiva, fiscal y sanitaria. El plano del casco antiguo es irregular y se organiza en tres barrios en torno a la plaza del Castillo: un barrio de forma pentagonal y otros dos más o menos rectangulares. En el plano de esta zona se aprecian plazas correspondientes a épocas posteriores. La trama es compacta debido a que el crecimiento urbano a lo largo de la historia ha tendido a densificarla para aprovechar al máximo el espacio. La edificiación tradicional es de baja altura. Quedan restos de edificios históricos y artísticos, como iglesias medievales, la catedral gótica, palacios de la época moderna e iglesias del siglo XVIII. Las casas del siglo XIX son más altas, de 4 o 5 plantas, y muestran la tendencia a la verticalización cuando el hacinamiento del centro obliga a crecer en altura. En algunas áreas, la edificación pertenece a las últimas décadas debido a procesos de renovación que sustituyeron inmuebles en ruinas por otros modernos. Los usos del suelo tradicionales eran residenciales, artesanales y comerciales. Actualmente, la plaza del Castillo es el centro comercial y de negocios, con funciones administrativas (gobierno de Navarra), financieras y toda clase de oficinas y servicios. Los problemas que afectan al casco antiguo son el deterioro de algunos inmuebles y el envejecimiento demográfico, que han dado lugar a algunos procesos de sustitución social, aunque sin llegar a los extremos de otras ciudades, de modo que socialmente la población residente es mayoritariamente obrera y asalariada. La solución a estos problemas es la rehabilitación morfológica y funcional.
2. El Ensanche
El ensanche urbano que se produjo en otras ciudades españolas desde mediados del siglo XIX llegó a Pamplona con retraso. Durante la mayor parte de ese siglo, el crecimiento de la ciudad tuvo lugar intramuros, debido al obstáculo que la gran ciudadela oponía a la expansión urbana y a que la economía regional seguía basándose en la agricultura. La ampliación de la ciudad que se produjo durante este período se debió a su configuración como centro principal de servicios de un área en proceso de modernización agraria y al establecimiento de algunas industrias. En esta expansión urbana hay que distinguir entre el ensanche ortogonal surgido para residencia de la clase media al sur del casco antiguo, las instalaciones industriales y barrios obreros que se crearon en el norte en torno a la estación del ferrocarril y algún ejemplo de barrio jardín adosado al ensanche burgués. a) El ensanche burgués adoptó el plano ortogonal. Los usos del suelo fueron inicialmente residenciales para las clases medias tradicionales. Pero desde los años cincuenta se incrementaron los usos terciarios, comerciales, financieros y de servicios, que se trasladaron a esta zona desde el casco antiguo. b) Las instalaciones industriales y los barrios obreros, al construirse la estación del ferrocarril en el norte de la ciudad, sobre la orilla derecha del Arga, se localizaron en sus proximidades. Estos barrios presentan trama cerrada, edificación de baja calidad y deficiencias en equipamientos y servicios, que deben subsanarse con políticas urbanísticas. c) Los barrios jardín de trama abierta, viviendas unifamiliares con jardín y función principalmente residencial se adosaron al ensanche burgués.
3. La Periferia
El crecimiento urbano de Pamplona se produjo sobre todo a partir de los años sesenta. El motor fue un fuerte impulso industrializador, que convirtió a la ciudad en un centro industrial importante, a lo que hay que sumar las funciones administrativas como capital y las funciones comerciales, financieras, universitarias y sanitarias. Dentro de la periferia pueden diferenciarse diversas áreas caracterizadas por sus usos del suelo: a) Las áreas residenciales son de diversa categoría y morfología: alternan barrios de trama abierta y cerrada. b) Las áreas industriales se localizan en la zona norte, que concentra el grueso de la industria en torno a los principales accesos por carretera y de acuerdo con la programación industrial (polígonos industriales). En la zona sur, en la orilla derecha del río Sadar, se han creado también algunas instalaciones industriales.
El plano de una ciudad es la representación gráfica de las superficies construidas organizadas en manzanas y superficies libres (calles, plazas, jardines, parques) que se suceden en el espacio y a través del tiempo, pudiendo diferenciar fundamentalmente tres grandes unidades morfológicas: el casco antiguo o histórico o ciudad preindustrial, los ensanches burgueses y barrios industriales del siglo XIX y las periferias del XX y XXI.
4. Emplazamiento de la Ciudad de Barcelona
El emplazamiento es el lugar que sirve de soporte físico a la ciudad. Barcelona se emplaza a orillas del mar Mediterráneo; actualmente, el plano representa los espigones o muelles con los que cuentan las instalaciones portuarias, relacionadas con la importante función comercial que la ciudad ha tenido desde sus orígenes romanos.
5. Unidades Morfológicas
El plano representa tres grandes unidades morfológicas que se han sucedido en el espacio y a través del tiempo: a) El casco histórico o ciudad preindustrial: ocupa una superficie relativamente pequeña dentro del área municipal urbanizada. El casco histórico está delimitado por un sistema de rondas o calles amplias que surgen al derribar la muralla que fortificaba la ciudad preindustrial y abarca el casco antiguo, el Raval, Sant Pere y la Barceloneta, huellas de las distintas etapas históricas por las que ha atravesado la ciudad. La Barceloneta es la expansión que se lleva a cabo en el siglo XVIII, y que, siguiendo las ideas de la Ilustración, se organiza en un plano ortogonal de manzanas rectangulares definidas por calles que se cortan en ángulo recto. De las edificaciones que se levantaron en el siglo XVIII, prácticamente no queda nada, porque la especulación del valor del suelo ha intensificado la construcción.
b) El ensanche burgués proyectado por Ildefonso Cerdà (1860): en el siglo XIX, Ildefonso Cerdà proyecta un ensanche en torno a la ciudad preindustrial; la superficie del mismo superaba con mucho a la superficie de la Barcelona preindustrial. Cerdà planifica el ensanche adoptando un plano en cuadrícula o damero u ortogonal, es decir, manzanas cuadradas delimitadas por calles que se cortan formando ángulo recto. No obstante, en la manzana cuadrada, Cerdà introduce la novedad de rasgar las esquinas en chaflán, para facilitar la visualización a los conductores del tráfico rodado; de esta manera, la manzana cuadrada se transforma en octogonal. Por otro lado, Cerdà, imbuido de las ideas de los higienistas sobre la importancia del aire y el sol en la salud de las personas, dota a los edificios de dichas condiciones ambientales proyectando amplias calles entre las manzanas. Con el tiempo, el proyecto de ensanche de Cerdà se ha visto modificado por el alto valor del suelo que ha conducido a permitir una mayor edificación en altura y cerrar las manzanas construyendo en los cuatro frentes, mientras que el proyecto de Cerdà contemplaba manzanas abiertas y mayor superficie de espacios verdes.
c) Las periferias de los siglos XX y XXI: En el siglo XX, el hecho de que Barcelona se convierta en una ciudad industrial estimula su crecimiento, englobando en su plano nuevas expansiones que suponen la anexión a la ciudad de lo que eran pueblos agrícolas transformados en barrios urbanos. El plano de estas periferias no presenta la regularidad geométrica y la amplitud de calles que tiene el ensanche burgués. En estas periferias, en torno al ensanche burgués, se localizan los barrios industriales, barrios obreros, etc., con distintas morfologías relacionadas con los gustos urbanísticos y arquitectónicos de las distintas etapas históricas.