Análisis del Plano Urbano de Madrid: Evolución y Estructura
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Introducción
El plano urbano de Madrid refleja la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo, mostrando la interacción entre las superficies construidas y los espacios libres. Se pueden identificar tres unidades morfológicas principales: el casco histórico, los ensanches burgueses y los barrios periféricos e industriales.
Emplazamiento y Situación de Madrid
Madrid se sitúa a orillas del río Manzanares. Desde su designación como capital en 1951, se ha convertido en la ciudad más grande de España y en un importante nudo de comunicaciones debido a su ubicación céntrica en la Península. La ciudad se extiende hacia el noreste del Manzanares, en una amplia llanura frente al sistema montañoso del noroeste.
Madrid se encuentra en el centro de España, en la provincia y Comunidad Autónoma homónimas. Su ubicación en una llanura facilita las comunicaciones con las principales ciudades del norte y del Mediterráneo peninsular. La ciudad está delimitada por el río Manzanares al oeste.
El Casco Histórico
Origen y Características
El casco histórico representa la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta el inicio de la industrialización. Ocupa una pequeña superficie de la ciudad actual, pero posee un gran valor por su legado cultural.
El origen de Madrid es musulmán, remontándose a las plazas defensivas que los árabes crearon en el siglo IX para defender Toledo. Su finalidad defensiva determinó su emplazamiento inicial. Actualmente, Madrid se configura como una ciudad post-industrial con numerosos núcleos satélites.
El casco histórico presenta un plano irregular característico de la ciudad medieval, con calles estrechas, cortas y retorcidas. Existen excepciones como las calles Arenal y Mayor, que unen la Puerta del Sol con el Palacio Real. En el siglo XVII, durante el reinado de Carlos III, se construyó la Plaza Mayor. En el siglo XIX se abrió la calle Bailén frente al Palacio Real, y la principal reforma interior del casco histórico fue la construcción de la Gran Vía en 1926. Este recinto histórico está bordeado por grandes calles como la Gran Vía al norte, el Paseo de Recoletos al este y las Rondas al sur (Atocha, Valencia y Toledo), que ocupan el espacio que dejó la muralla al ser derribada en el siglo XIX.
Su trama es cerrada y compacta, ya que el crecimiento de la ciudad se concentró durante siglos en el espacio intramuros. La edificación, aunque no se aprecia directamente en el plano, era inicialmente de baja altura. El casco antiguo alberga algunos de los edificios históricos más importantes de la ciudad, como iglesias, monasterios y el Palacio Real.
Los usos del suelo, además del residencial, han evolucionado hacia usos terciarios (comercial y de negocios).
Problemática Actual
El casco histórico enfrenta problemas como el deterioro de algunos barrios depauperados, el envejecimiento y la marginalidad de sus habitantes, la excesiva tercerización y los problemas de tráfico, que contribuyen al deterioro ambiental. Se han implementado políticas de rehabilitación física y social para abordar estos desafíos.
El Ensanche
Contexto y Diseño
El crecimiento de las ciudades impulsado por la industrialización, el aumento de la población y la elección de Madrid como capital de provincia, hicieron necesario un ensanche. La ciudad se expandió más allá de la muralla, donde se construyó un cinturón de ronda que rodea el casco antiguo.
El ensanche de Madrid se sitúa principalmente al norte del casco histórico y fue diseñado por Carlos María de Castro, inspirándose en el Plan Cerdá de Barcelona.
Características
El plano del ensanche presenta un trazado ortogonal, en cuadrícula o damero, siguiendo el modelo del urbanista Hipodamo de Mileto. Se organiza en torno a calles largas, rectas y anchas (como Velázquez, Serrano y Goya) que se cruzan perpendicularmente formando manzanas cuadradas. La trama es abierta, con viviendas unifamiliares con huerto y jardín.
La edificación primitiva, con manzanas abiertas y edificios de mediana altura y palacetes (como el Palacio de Linares o el del Marqués de Salamanca), dio lugar a una baja densidad de ocupación. El uso principal era residencial, destinado a la clase media-alta.