Análisis de Obras Maestras del Impresionismo y Postimpresionismo
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Impresión, Sol Naciente (1872) - Claude Monet
Museo Marmottan, París
Esta obra resume las características del impresionismo. Monet representa la salida del sol, un sol rojo entre la bruma y los mástiles del puerto de Le Havre, filtrándose y reflejándose en las aguas. Al fondo, se aprecian los barcos mercantes y las chimeneas de las fábricas. Tres botes de remos navegan por aguas tranquilas que reflejan el sol del amanecer.
Monet busca captar la impresión de una realidad cambiante en un instante, algo presente en toda su obra. Su pintura plein air, sin retoques de estudio y con una técnica rapidísima, captura la luz y el color del instante. Despreocupado por la forma, busca la sensación colorista, aspecto criticado en su época. Sus pinceladas cortas y sueltas, cargadas de pintura, permiten que la retina del espectador fusione los tonos. Esta forma de sentir la pintura culmina en sus series, que reflejan la transformación de un mismo tema bajo diferentes condiciones atmosféricas y horas del día.
Una Tarde de Domingo en la Isla de la Grande Jatte (1884-86) - Georges Seurat
Art Institute of Chicago, EEUU
Obra cumbre del puntillismo y la más ambiciosa de Seurat, requirió dos años de trabajo y varias pruebas, a diferencia de la técnica veloz de los impresionistas. Seurat representa la atmósfera y los efectos de la luz en la isla de la Grande Jatte, llena de paseantes en una tarde de domingo. Basándose en teorías del color, sistematiza un principio impresionista: la aplicación de pinceladas diminutas de colores puros (puntillismo) que se mezclan en la retina del espectador, creando un espacio luminoso y colorido.
Con una composición lógica y organizada, la escena se estructura a partir de una vertical central que divide el cuadro en dos. Cada mitad se divide por otras dos líneas, con una pareja de pie a la derecha y tres personajes sobre la hierba a la izquierda. Seurat usa figuras geométricas para aportar fugacidad. La serenidad y quietud de la escena evocan una gran obra del pasado transferida a la vida moderna, con el tiempo detenido e inmovilizando a los personajes.
La Noche Estrellada (1889) - Vincent van Gogh
The Museum of Modern Art, New York, EEUU
Pintada durante su estancia en un hospital psiquiátrico, esta obra de la etapa final de Van Gogh representa una noche estrellada. En primer término, dos cipreses, uno paralelo al campanario de la iglesia, crean un impulso ascendente. El cielo, con dos grandes espirales, ocupa la mayor parte del cuadro, iluminado por once estrellas y con la figura del sol-luna a la derecha. La luz amarilla del horizonte se extiende sobre las colinas. Las casas del pueblo, trazadas con líneas rectas y formas geométricas básicas, contrastan con el azul dominante, el amarillo de las luces y el verde de los cipreses. El color adquiere un gran valor expresivo.
La pincelada gruesa sigue las formas: paralelas y concéntricas en los astros, ondulantes en los cipreses y rectas en las casas. Los cipreses, nexo con el cielo, parecen perderse en la altura. La obra transmite inquietud e intranquilidad espiritual. El cielo, como un mar de líneas ondulantes, refleja el alma atormentada de Van Gogh, quien usa la naturaleza para expresar su interior.