Análisis de la Obra de Ramón del Valle-Inclán y la Generación del 27
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Ramón del Valle-Inclán
La originalidad de Ramón María del Valle-Inclán dificulta su clasificación. Aunque la crítica tradicional lo asocia con la Generación del 98, su estética lo distingue. Su obra, amplia y diversa, abarca novelas, cuentos, teatro y poesía, siendo esta última la que mayor trascendencia ha alcanzado. Su estilo evoluciona desde un modernismo elegante y nostálgico hacia una literatura crítica, basada en la distorsión de la realidad, que él denominó esperpento.
Evolución de su obra
Su obra se divide en tres etapas:
- Etapa modernista: Influenciado por Rubén Darío, sus primeras obras, como El yermo de las almas y El marqués de Bradomín, muestran un lenguaje refinado que plasma un mundo decadente y esteticista.
- Etapa de transición (Ciclo mítico): A partir de 1907, adopta un tono más crítico. Su lenguaje, aunque modernista, se endurece. Destaca el ciclo de las Comedias bárbaras (Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata), trilogía ambientada en Galicia, con Don Juan Montenegro, un personaje vicioso y pendenciero, como protagonista.
- Etapa del esperpento: En 1920, publica cuatro obras clave: Farsa italiana de la enamorada del rey, Farsa y licencia de la Reina Castiza (ambas ambientadas en la corte de Isabel II), Divinas palabras (con una visión cruel de la Galicia rural) y Luces de bohemia, la primera obra que Valle-Inclán denomina esperpento. Le siguen Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán, recopiladas como Martes de carnaval.
El esperpento
Con el esperpento, Valle-Inclán critica la España de su tiempo. Para ello, utiliza:
- Deformación caricaturesca de la realidad y los personajes, deshumanizados y tratados como marionetas.
- Creación de situaciones absurdas y exageradas.
- Uso de la ironía y la sátira.
- Lenguaje coloquial, incluso vulgar, con casticismos y juegos de palabras.
Las acotaciones, extensas y de gran valor literario, describen personajes y ambientes con precisión. Valle-Inclán, innovador teatral, anticipó técnicas cinematográficas (saltos temporales, escenarios múltiples) y acercó el teatro español a las vanguardias europeas.
La Generación del 27
Modelos literarios
La Generación del 27 no rechaza los movimientos anteriores, sino que selecciona autores que encajan con su visión del arte.
Modelos clásicos
- Góngora: Influye en la primera etapa como ejemplo de artista que busca crear una realidad artística autónoma.
- Poesía popular: Influye por su sencillez y por ser esencial en forma y contenido.
- Bécquer: Modelo para el tema amoroso y la sencillez formal.
Modelos contemporáneos
- Generación del 98: Influye en las últimas etapas, al compartir preocupaciones existenciales, religiosas y sociales.
- Ortega y Gasset: Su ensayo “La deshumanización del arte” define el arte de vanguardia.
- Ramón Gómez de la Serna: Innovador, introduce las vanguardias europeas en España.
- Juan Ramón Jiménez: Su ideal de pureza poética influye en la búsqueda de la deshumanización.
- Vanguardias:
- Ultraísmo: Incorporación del mundo moderno, metáfora como base del poema, humor.
- Surrealismo: Rehumanización, libertad imaginativa, preocupación por el hombre.
Temas
- La ciudad: Representa el progreso y la modernidad, aunque algunos autores critican sus aspectos negativos.
- La naturaleza: Cotidiana o asociada a los recuerdos.
- El amor: Se presenta con erotismo y sin inhibiciones.
- Compromiso político: Evidente durante la Guerra Civil.
- Otros temas: Muerte, soledad, nostalgia.
Evolución de la Generación del 27
- Poesía pura (hasta 1929): Eliminación de lo sentimental, influencia de Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez y Góngora.
- Poesía impura (1929-1939): Rehumanización de la literatura, influencia del surrealismo y el contexto sociopolítico.
- Poesía posterior a 1939: El grupo se disgrega tras la Guerra Civil y la muerte de Lorca. Los exiliados expresan nostalgia, mientras que los que permanecen en España exploran nuevas tendencias como el existencialismo.
Miguel Hernández
Considerado epígono de la Generación del 27. Su obra evoluciona desde el hermetismo de Perito en lunas (1934) hacia un mayor compromiso social. El rayo que no cesa (1936) es su obra maestra. Durante la Guerra Civil, escribe poesía de guerra (Viento del pueblo, 1937). En la cárcel, compone Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941).