Análisis de la estrategia narrativa en Crónica de una muerte anunciada

El nivel de detalle sobre el momento del asesinato de Santiago no solo refleja la convicción del narrador de investigar a fondo el hecho y esclarecer algunas cuestiones del caso que habían quedado difusas, sino que también constituye un ejemplo de la estrategia narrativa utilizada por García Márquez en esta novela. El hecho de valerse de un género periodístico como es la crónica contribuye a darle mayor nivel de verosimilitud a la historia y puede asociarse al perfil periodístico del autor.

El autor, con su peculiar forma de escribir, logra inventar una tensión narrativa donde ya no hay argumento, pues desde el comienzo conocemos la muerte del protagonista. No es de extrañar, por tanto, que esta obra fuera llevada al cine en 1987 y que su autor se haya convertido en unos de los escritores más admirados y valorados de la literatura contemporánea.

Como valoración personal del fragmento, creo que más allá de conocer cómo se produjo el asesinato en sí, nos hace reflexionar sobre el destino.

El destino en Crónica de una muerte anunciada

El destino ha sido un tema que ha inspirado a muchos escritores y filósofos a lo largo de la historia y analizar las distintas concepciones que tienen las personas de él. Por una parte, existen los que defienden que el ser humano es dueño de su destino y que asume las consecuencias de las decisiones que toma, sin que nada esté predeterminado. Por otra parte, otros defienden que todo lo que le sucede tiene su razón de causa en el destino, visto que este es una fuerza inalterable e inmutable que nos afecta a todos por igual. Esta sería la concepción que expresa García Márquez en su novela.

A veces pudiese parecer que estamos predestinados para que nos ocurran ciertos hechos, pero más que el destino, pueden ser unas circunstancias determinadas las que nos empujen por un camino, circunstancias que podemos cambiar.

Por ejemplo, si en tu niñez, vives en un entorno desestructurado de delincuencia, si no tomas decisiones para intentar salir de él, acabarás siendo un delincuente. Pero eso no es tu destino, son las circunstancias y la consecuencia lógica de lo que nos toca vivir, pero que podemos cambiar con más o menos esfuerzo.

Desde mi punto de vista creo que son nuestras acciones y decisiones, las que van moldeando nuestro futuro y no tenemos un destino predeterminado. Nos lo construimos nosotros mismos.