Análisis del Discurso y la Conversación: Orígenes y la Escuela de Birmingham
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Los años sesenta del siglo XX se caracterizan por ser un período de efervescencia en el panorama científico en torno a la relación entre dos aspectos: qué relación puede haber entre la lengua que utilizan las personas y sus prácticas sociales.
El interés general que motiva a los lingüistas variacionistas es ver qué papel tiene el lenguaje en la configuración de las redes sociales y el establecimiento de las relaciones humanas. La conversación no puede explicarse en los mismos términos, de manera estática; porque los factores que la envuelven son diferentes en cada caso.
El Análisis del Discurso (AD)
La Escuela de Birmingham
Hacia 1970 surge, en el English Language Research Group de la Universidad de Birmingham, una nueva escuela lingüística a raíz de los trabajos realizados por Sinclair y Coulthard (1975) sobre la interacción en el aula.
La Escuela de Birmingham se propone analizar el “inglés utilizado por profesores y alumnos” con las herramientas propias de la lingüística teórica de corte funcionalista. El AD se sitúa en un punto intermedio entre lo puramente pragmático/psicosocial y lo estrictamente estructural y formalizado.
El objetivo es estudiar la lengua como instrumento creado y empleado por los seres humanos en la comunicación, entendiendo la comunicación como un intercambio social. Las expectativas cambian, ya que se espera que la lengua refleje tanto las capacidades como las limitaciones cognitivas y sociales de sus creadores.
Este concepto se denomina “lingüística teórica” porque tiene preguntas lingüísticas que se deberán responder observando el plano lingüístico, pero irá más allá del corte lingüístico y entrará en juego la denominación de “corte funcionalista”. No serán solo importantes las formas de las cosas o la naturaleza de cada uno de los componentes lingüísticos, sino que serán destacables las funciones que van a desarrollar en el discurso. Por eso, también se le llama enfoque discursivo-funcional, porque los componentes lingüísticos se estudian en el seno del discurso y, en particular, a partir de las funciones que en él desempeñan. Dicho de otro modo, lo que interesa es ver de qué manera el uso de la lengua en diversos contextos comunicativos determina las formas de la lengua.
Conciben el discurso como un nuevo nivel de análisis lingüístico, distinto de la gramática (morfología y sintaxis) y de la fonología, necesitado de sus propias unidades. Aislando las unidades del discurso o categorías básicas y estudiando su combinación y funcionamientos en secuencias bien formadas que dan lugar a discursos coherentes”.
Actos, Movimientos e Intercambios
Hay cinco, pero las más importantes son acto, movimiento e intercambio. Con respecto al acto, podemos comparar la idea que tenían de este concepto la escuela de Birmingham con la de Austin.
Esta teoría surge a partir de la idea de que lo importante realmente son las acciones. De acuerdo con esta importancia, a Austin le interesaba relacionar lo que hacemos con lo que decimos. Este autor fijó 5 actos de habla:
- Asertivo: para constatar, describir e informar.
- Directivo: para ordenar y pedir.
- Compromisivo: con la idea de compromiso.
- Performativo: cambiar el estado de alguna cosa.
- Expresivo: la expresión de emociones, sentimiento y afectos.
A diferencia de esta concepción de acto por Austin que se entiende como intención comunicativa, el acto será entendido como función. La única coincidencia entre ambos autores es que se coincide en que el acto es la unidad mínima de análisis:
El acto es la unidad mínima, definido a partir de rasgos funcionales. Los actos se clasifican en 17 tipos diversos que se agrupan en tres grandes tipos que tienen que ver con la función discursiva:
- Meta-interactivo.
- Interactivo que funciona mediante los movimientos internos de iniciación, respuesta y continuación.
En un nivel superior, los actos se combinan para formar movimientos, cada uno de los huecos funcionales (inicio, respuesta y continuación) de que se compone un intercambio. La relación entre actos y movimientos es muy parecida a la que existe entre morfemas y palabras. Así como la palabra es unidad mínima libre, el movimiento es la “contribución mínima que un hablante puede hacer a un intercambio”, y así como hay palabras que están compuestas de un solo morfema, hay movimientos que están compuestos de un solo acto, pero hay actos, como los morfemas ligados, que no pueden constituir movimientos por sí solos. Cada una de esas intervenciones constituye un acto que en este caso tienen funciones interactivas, porque avanzan en el discurso. Esto hace que coincida con el movimiento: un primer movimiento de iniciación cuyo acto sería una pregunta, el segundo movimiento de respuesta que sería un acto de respuesta y finalmente el tercer movimiento de continuación cuyo acto es una evaluación de lo dicho anteriormente. Todo esto constituye un intercambio.
Objetivos principales del análisis del discurso según la Escuela de Birmingham
- Identificar la “gramática de la interacción” y, en particular, las reglas que rigen los enunciados de un hablante en el discurso.
- Establecer las “reglas del discurso” que el hablante posee de forma intuitiva (igual que posee un conocimiento de qué oraciones son gramaticales y cuáles no) y que le permiten juzgar cuándo un intercambio o una secuencia de intercambios están bien o mal formadas.
Aportaciones del análisis del discurso
Al Análisis del Discurso le corresponde el mérito de ser la primera corriente dentro de la lingüística que se ocupa del estudio del discurso dialogado (Cestero 2000:23). La principal aportación es la noción de intercambio, que no es una unidad estática, sino interactiva, “donde tiene lugar la negociación de la transmisión de información”.
Esta negociación es entendida como una negociación discursiva dónde el trasmisor y el receptor negocian constantemente hacia dónde transcurre el discurso.
Algunas objeciones
Es un intercambio cerrado y, como tal, constituye una unidad completa, con límites claros. Pero las dificultades a la hora de aplicar este modelo a otras actividades dialogadas menos institucionalizadas que la clase son evidentes.