Análisis del Conocimiento, la Ética y el Contrato Social en la Filosofía Moderna

Análisis del Conocimiento

El Origen del Conocimiento

El conocimiento comienza con la experiencia, pero no todo proviene de ella. Se expresa en juicios, que pueden ser analíticos (a priori) o sintéticos.

Juicios Analíticos (a priori)

En los juicios analíticos, el predicado está incluido en el sujeto. Son formales, no añaden conocimiento y siempre son verdaderos.

Juicios Sintéticos

En los juicios sintéticos, el predicado no está incluido en el sujeto. Añaden conocimiento, pero deben ser probados. Según su relación con la experiencia, existen juicios a priori, que se obtienen al margen de la experiencia y son independientes, universales y necesarios, y juicios a posteriori, obtenidos después de la experiencia. Los juicios de la ciencia deben ser a priori. Las matemáticas, porque sus axiomas son juicios acerca del espacio y el tiempo, y la física, porque sus leyes están basadas en las categorías. Quedaría por saber si la metafísica es una ciencia.

La Metafísica como Ciencia

Por metafísica entendemos el conocimiento de todo lo relativo a Dios, alma y universo como totalidad. De ellas no hay experiencia, solo intuición. La metafísica intenta establecer leyes acerca de estas tres ideas, leyes que deben estar basadas en las categorías. Pero las categorías solo proporcionan conocimiento científico si se aplican a la experiencia. La metafísica, por tanto, hace un uso ilegítimo de las categorías al aplicarlas a algo que queda más allá de toda experiencia y, por ello, no es una ciencia.

Fenómeno y Noúmeno

Los conceptos sin intuiciones son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas. Hay una parte que procede del propio mundo (los datos empíricos), pero hay otra que procede de la estructura cognitiva del sujeto (el espacio, el tiempo y las categorías). Esto lleva a Kant a distinguir entre fenómeno y noúmeno. El noúmeno es la cosa tal como sería en sí misma; el fenómeno es esa misma cosa en tanto que captada por la sensibilidad en el espacio-tiempo y pensada por el entendimiento con las categorías. El conocimiento es una composición de lo que recibimos del mundo a través de la experiencia y lo que nuestras facultades de conocimiento imponen a esa experiencia de forma innata (el espacio-tiempo y las categorías).

La Ética Kantiana

Kant pretende establecer una ética con validez universal y necesaria (a priori). A las éticas existentes las llama éticas materiales, que carecen de universalidad y cuyas acciones son heterónomas. La razón no es independiente para darse sus propias leyes ni autónoma, ya que depende de las condiciones de la experiencia. Kant formula una ética formal que no da contenidos, sino la forma de la ley. Los preceptos de la ética formal son a priori porque no dependen de la experiencia y, por ello, son universales. Es autónoma porque la razón se da a sí misma sus preceptos independientemente de la experiencia, y la acción de la voluntad es autónoma y libre.

Razón Teórica y Práctica

Todos los seres humanos tenemos una razón teórica y una práctica. La teórica nos dice lo que es la realidad, y la práctica nos dice cómo debemos actuar en base a lo que debe ser, ya que es inherente al ser humano distinguir entre bien y mal. Todos sabemos lo que está bien y lo que está mal porque forma parte de nuestra naturaleza.

La Ley Moral

No podemos decir lo que está bien y lo que está mal teniendo en cuenta lo que sucede (a posteriori), sino teniendo en cuenta lo que debe suceder (a priori). Esta es la única manera de establecer una ley moral universal para todos (cualquier tiempo y espacio). La ley moral se formula con un imperativo categórico de dos maneras:

1. Debes actuar conforme a una ley general.
2. Debes tratar a las personas como un fin y no como un medio (incluido uno mismo).

El fin racional de la historia es el cumplimiento de la ley moral. La existencia de Dios no puede comprobarse, pero tampoco negarse, y no resulta irracional suponerla, ya que nos lo exige la moralidad.

El Contrato Social

Rousseau sostiene que la civilización y la sociedad han corrompido la pureza y la libertad natural del ser humano. El hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado. Esta pérdida de libertad es el resultado de la civilización, la sociedad y la propiedad privada. Al perder su libertad natural en favor de las reglas, leyes y normas sociales, la solución reside en un retorno a la naturaleza, donde los seres humanos pueden recuperar su libertad y su igualdad perdidas, al ser en ella bueno y con una curiosidad innata, donde es feliz sin falta de nada. Sin embargo, Rousseau reconoce que este retorno a la naturaleza es imposible y sugiere la creación de un contrato social.

El Contrato Social según Hobbes, Locke y Rousseau

• Hobbes: Todos renuncian a su poder político para dárselo a una única figura: el soberano.
• Locke: Los individuos consienten libremente asociarse para constituir un gobierno que imponga el cumplimiento de los derechos naturales. La legitimidad de este gobierno se apoya en la voluntad popular mediante elecciones libres (monarquía parlamentaria).
• Rousseau: El contrato social tiene el objetivo de reformar la realidad social y recuperar la bondad mediante la educación y un contrato social sin división de poderes.

El contrato social es un nuevo modelo político y social que conserva la libertad y la igualdad en una organización social donde el individuo se somete a la ley. Permite perseguir las ventajas de vivir en sociedad sin renunciar a la libertad. En lugar de entregar el poder a alguien en concreto, cada uno cede su libertad al grupo entero. Los hombres se asocian libremente y se dan una ley a la que se someten, entregan su libertad a sí mismos. El pueblo ostenta la soberanía. Las leyes que el pueblo como soberano se da a sí mismo son el reflejo de la voluntad general, que es el cuerpo político que tiene la ciudadanía. Cada individuo es fuente de la ley y, al mismo tiempo, sometido a su propia ley. Esta ley es inalienable (no se delega a nadie) e indivisible (no puede separarse).