Análisis Comparativo del Racionalismo Cartesiano y el Empirismo Humeano

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Cuestionario sobre Racionalismo y Empirismo

Parte 1: Racionalismo Cartesiano

  1. ¿Cuál es (y cómo se denomina en latín y en castellano) la sustancia (res) cuyo atributo es el pensamiento?
    Es la sustancia pensante (res cogitans): yo, mi alma o mi mente, que es independiente de mi cuerpo.
  2. ¿Cuál es (y cómo se denomina en latín y en castellano) la sustancia (res) cuyo atributo es la infinitud (o perfección suma)?
    Es la sustancia infinita o sumamente perfecta (res infinita): Dios, causa primera de las otras dos sustancias.
  3. ¿Cuáles son (y cómo se denominan en latín y en castellano) las sustancias (res) cuyo atributo es la extensión (geométrica)?
    Son las sustancias extensas o materiales (res extensa): los cuerpos físicos, inertes y vivientes; entre ellos, mi propio cuerpo, que es independiente de mi alma. Estas sustancias constituyen el mundo o universo.
  4. Enuncia o formula el criterio (“regla general”) cartesiano de verdad.
    “Las “cosas” (las ideas y proposiciones) que concebimos (intuimos) muy clara y distintamente –tan clara y distintamente como la proposición: “pienso, luego existo”– son todas verdaderas” (líneas 42-43 del texto EBAU).
  5. ¿Cuál es la regla (o el precepto) del método cartesiano con la que converge o corresponde el criterio cartesiano de verdad? Enúnciala brevemente.
    La regla de evidencia o intuición (claridad y distinción) es ésta: “No aceptar nunca nada como verdadero sin conocer evidentemente (clara y distintamente) que lo fuera”.
  6. ¿Qué es una sustancia (res) y cuál es la única res en sentido estricto (la única res propiamente dicha)?
    Es una realidad que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra realidad para existir. En sentido estricto, la única sustancia es la infinita (Dios), porque las otras dos necesitan de ella para existir. (Descartes está convencido de que ella ha creado el sujeto pensante –el yo– y el mundo).
  7. Las dos operaciones (cognoscitivas) naturales de la mente, que la razón ejerce para conocer la verdad, son la intuición (intelectual o racional) y la deducción. ¿En qué consiste la intuición intelectual? (Ver p. 189, apdo. 2.2).
    La intuición es la captación intelectual, directa e inmediata, de una verdad evidente. Su objeto propio es una “naturaleza simple” (ideal, no material), que es conocida mediante ideas claras y distintas.
  8. Formula brevemente la hipótesis del “genio maligno”, que es la cuarta de las razones y momentos de la duda metódica. (Es la única que no se menciona en el texto, porque está formulada en otra obra: Meditaciones metafísicas).
    Para extender la duda incluso a las proposiciones matemáticas, que son las verdades más evidentes, Descartes supone la existencia de un “genio maligno, astuto y engañador” que hubiera diseñado mi mente de tal modo que se equivocara o errara al considerar (intuir) como evidentes cosas que son falsas (p.e., en los teoremas de la Geometría).
  9. ¿De dónde proceden las ideas innatas (o connaturales a la razón) y cuáles son?
    Las ideas innatas o naturales, que son connaturales a la mente, emergen de la propia facultad de pensar, esto es, de la razón. Son muy pocas: res (sustancia), causa, número, yo, pensamiento, existencia, infinito (o perfecto). Son los elementos básicos de cualquier pensamiento y conocimiento.
  10. ¿Qué es una idea adventicia? Pon un ejemplo.
    Son las ideas que proceden de la experiencia, es decir, de las cosas del mundo exterior, que percibimos con los sentidos; p.e., las ideas de estrella, agua, árbol, ave, etc.
  11. ¿Qué es el solipsismo (cartesiano) y en qué momento es superado por Descartes?
    El solipsismo (lat. ipse: yo mismo; solus: solo) es la forma radical de subjetivismo en la que sólo existe –o sólo puede ser conocido– el propio yo (res cogitans), que se encuentra “encerrado” en sí mismo. Es superado cuando Descartes conoce con certeza (deduce o demuestra) la existencia de otra sustancia, distinta de él mismo: la res infinita.
  12. ¿Por qué decimos que los (tres) argumentos de Descartes para demostrar la existencia de Dios (res infinita) son “pruebas a priori” (no a posteriori, como las cinco vías de Tomás)?
    Decimos que son pruebas a priori porque en ellos toma como punto de partida una idea, previa a toda experiencia (a priori): la idea (innata) de lo infinito, es decir, la idea de Dios. (No parte de un hecho observable, sino de una idea innata). Así pues, a partir de la esencia (pensada: como idea o concepto) de Dios, deduce su existencia real.
  13. ¿Cuál es la clave (o el núcleo) de la tercera “prueba”: el argumento “ontológico”, reformulado por Descartes? (Ver el resumen del fragmento G: pp. 3-4 de la Guía; p. 194, último pár.).
    Este argumento propone una comparación –una analogía– entre dos ideas: una idea geométrica (p.e., la idea de triángulo) y la idea (innata) de algo infinito o perfecto. Así como la idea de triángulo incluye de un modo evidente (lo intuyo clara y distintamente) el teorema correspondiente (“la suma de los ángulos de un triángulo equivale a dos ángulos rectos: 180 grados”), pero no incluye en modo alguno la existencia real (en el mundo) del triángulo, del mismo modo (e incluso con mayor evidencia aún) la idea de algo perfecto incluye evidentemente la existencia real de ese “algo”, puesto que no es posible pensar (intuir) el ser sumamente perfecto como no existente.
  14. La primera verdad descubierta por Descartes es el cogito: “pienso, luego existo”. ¿Cuál es la segunda verdad? (Ver p. 192, apdo. 3.1).
    La segunda verdad descubierta por Descartes se infiere inmediatamente de la primera: “Yo (mi alma) soy una cosa (sustancia) que piensa: res cogitans”.
  15. ¿Cuáles son las facultades (o potencias) del alma humana (res cogitans)?
    Descartes distingue, en el alma, dos facultades: la razón (facultad de conocer) y la voluntad (facultad de querer y decidir), que es libre. La libertad es una propiedad esencial de la voluntad humana. En virtud de su libertad, el alma no está sometida a las leyes mecánicas que rigen el cuerpo.
  16. ¿Qué es lo que permite conocer con certeza la existencia de la res extensa (que estaba bajo la duda metódica); es decir, qué es lo que garantiza que los cuerpos que percibimos son reales? (Ver p. 195).
    La demostración de la res infinita permite a Descartes: a) eliminar la hipótesis del genio maligno (el que me ha creado –res infinita– no es un ser falaz, sino un ser infinitamente bueno: no puede engañarnos, ya que él nos ha dotado de sentidos (órganos sensoriales) que testimonian la realidad de los cuerpos que percibimos); y b) asegurar que, con respecto al mundo y los cuerpos, la idea de extensión (que el yo percibe clara y distintamente) se corresponde con la realidad: las cosas extensas (materiales) son reales.
  17. ¿En qué sentido afirmamos que la concepción cartesiana de la res extensa es mecanicista? (Ver p. 195, incluida anotación marginal).
    El universo es un mecanismo regido por las leyes naturales. El cuerpo humano –como cualquier otro organismo y cuerpo físico– está determinado por las leyes de la mecánica (cinemática y dinámica). Se trata, pues, de una concepción mecanicista (y determinista) de la naturaleza y del cuerpo humano. ¿Cómo conciliar mecanicismo y libertad?

Parte 2: Empirismo Humeano

  1. En la teoría empirista del conocimiento, ¿cuáles son los dos elementos que constituyen el conocimiento, presentes en la mente del sujeto?
    Los dos elementos son las impresiones y las ideas (simples y complejas). Toda idea simple procede de una impresión: es la “huella” que una impresión deja en la mente.
  2. ¿Cuál es el criterio (empirista) que aplica Hume para determinar (averiguar) la validez (verdad) o invalidez (falsedad) de una idea (sobre todo, de ideas metafísicas), es decir, el criterio empirista de verdad?
    El criterio humeano es éste: hay que considerar inválida o ficticia o falsa (o inventada por mi mente) cualquier idea que no tenga su origen en una impresión o que no corresponda a ninguna impresión.
  3. ¿En qué sentido decimos que el empirismo radical de Hume, llevado a sus últimas consecuencias, nos conduce a una posición radicalmente escéptica y fenomenista?
    Una vez criticadas las ideas básicas de la Metafísica –en particular, las ideas de causa, sustancia y de las tres ideas cartesianas: alma (yo), Dios y mundo–, no sé ni puedo saber (escepticismo radical) si existe (hay) algo real más allá de mis impresiones (sensoriales): sólo puedo hablar de los fenómenos (y cualidades sensibles) que percibo en mi experiencia (fenomenismo radical).
  4. La crítica de Hume a las ideas metafísicas le lleva a afirmar que no podemos conocer con certeza (y menos aún “probar” o demostrar) la existencia de Dios (res infinita): la Teología (el saber acerca de la existencia y la esencia de Dios o lo divino) es imposible. (Otra cosa distinta es la religión como actividad humana o práctica cultural). ¿Cuál es la razón fundamental de esa tesis empirista, relativa a la idea de res infinita?
    La razón fundamental es que tal idea es inválida: no procede de (o corresponde a) ninguna impresión, puesto que todos los objetos de mis impresiones o percepciones (sensoriales) son finitos, es decir, están delimitados. En este sentido, la posición de Hume ante la cuestión de Dios es el agnosticismo: él es un agnóstico (radical).

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