Análisis del Clima y Evolución Geológica de la Península Ibérica

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Análisis del Climograma

El climograma es un gráfico que representa las temperaturas medias mensuales (mediante líneas) y las precipitaciones (mediante barras) de una zona a lo largo del año. Sus características generales son las siguientes:

Precipitaciones

Las precipitaciones presentan un total anual (A(+800).E(800-300).ME(-300).EE(-150)), ya que los valores se encuentran entre X mm, y una distribución (R(0 meses secos).BR(max.2m scs).I(+2mscos).MI(+7mscs).) a lo largo del año: x meses de sequía en verano con precipitaciones inferiores a x mm; un mínimo secundario en (estación); y un máximo principal en (estación) y secundario en (e). Dada las suaves temperaturas del invierno, caerán principalmente en forma de lluvia. El total y el régimen de precipitaciones son característicos del clima (OoM).

Temperatura

La temperatura media anual (M.(12-15)C(15-17)A(+17ºC)) y una amplitud térmica (MB(-8),B(9-12),M(13-16),A(16-18),MA(+18)). Temperatura de verano (Caluroso(m=tm(+22ºc)) o Cálido moderado(tm=-22ºc)), temperatura de invierno (Suave(m+frío=+10ºc)) o Moderado(6-10ºc) o Frío()6-3ºc). Estas características permiten suponer que este clima tiene una posición ((A.T.)costera(15-16ºC) o interior(-16ºC)). La relación entre las temperaturas y las precipitaciones muestra que existe una aridez durante x meses (panual/tM+10) por tanto, puede considerarse un clima (d(0-5),soe(5-10),semiárido(10-20),shumedo(20-30),h(+30)). Podemos concluir que se trata de un clima (MoO) el escaso volumen anual se debe a que las borrascas atlánticas son esporádicas, y la sequía estival a la influencia del anticiclón de las Azores, que se desplaza hacia latitudes más septentrionales en esta época del año. Las precipitaciones se producen en el momento en que el anticiclón de las Azores se desplaza hacia el Norte o Sur, teniendo su máximo en otoño, debido a la mayor frecuencia de las situaciones del este, tormentas y gotas frías, que tienen su origen en un Mediterráneo muy recalentado durante el verano.

Evolución Geológica de la Península Ibérica

Era Arcaica o Precámbrico (4 mil millones a 600 millones de años)

  • Levantamiento de una banda arqueada dirección NO-SE.
  • Materiales antiguos: pizarra y neis.
  • Zonas: Galicia, Sistema Central y Montes de Toledo.
  • Evolución: esta zona será arrasada por la erosión y cubierto de nuevo por los mares.

Era Primaria o Paleozoica (600 millones a 225 millones de años)

  • Plegamiento Herciniano: que hace surgir las cordilleras hercinianas o Zócalo o escudo:
  • Son el macizo Hespérico (Galicia, mitad occidental de la Cordillera Cantábrica, meseta, Sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena), el Macizo Bético-Rifeño (Cordillera Penibética), Macizo de Aquitania (Francia), Macizo del Ebro (parte S. Ibérico), Macizo Catalano-Balear (parte de Cordillera Costero-catalana).
  • Materiales duros, rígidos, antiguos: Granito, pizarra, cuarcita.

Era Secundaria o Mesozoico (225 millones a 68 millones de años)

  • Fase de Calma orogénica: erosión de las cordilleras hercinianas y sedimentarias de los materiales erosionados en las zonas marinas o hundidas.
  • Erosión de la Meseta que además se inclina hacia el Mediterráneo actual provocando una gran sedimentación al este de la Meseta.

Era Terciaria o Alpina (68 millones a 1,7 millones de años)

  • Plegamiento alpino: se pliegan los sedimentos de la era secundaria y se crean las Cordilleras Alpinas: Los Pirineos y las Cordilleras Béticas (con muchos pliegues).
  • Se hundieron los Macizos del Ebro y el Bético-Rifeño.
  • Se pliegan los bordes del zócalo de la Meseta creando macizos nuevos de materiales antiguos: Son Macizos Antiguos: mitad oriental de Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena.
  • El zócalo de la Meseta se fractura en Fallas con bloques levantados y Horsts o Pilar tectónico (Macizo Galaico, Sistema Central y Montes de Toledo) y bloques hundidos o Fosas Tectónicas o Graben (Depresiones dentro de la Meseta: Cuenca del Duero, del Tajo y de Guadiana).
  • La Meseta se inclina definitivamente hacia el Atlántico y se estableció la actual red fluvial.
  • Entre las nuevas cordilleras alpinas y los macizos antiguos que son los bordes de la Meseta aparecen zonas deprimidas, hundidas son las Depresiones del Ebro y la Depresión del Guadalquivir.
  • Aparecen zonas de actividad volcánica por las fallas: Olot (Girona), Campo de Calatrava (Ciudad Real), Cabo de Gata (Almería).
  • El plegamiento alpino rasga el fondo marino del Atlántico emergiendo rocas volcánicas que originan las Islas Canarias.

Era Cuaternaria (1,7 millones de años hasta hoy)

  • Periodo de Calma Orogénica con erosión y sedimentación.
  • Alternación de periodos Glaciares e Interglaciares:
  • En los periodos glaciares: erosión de las cumbres más elevadas por efecto de los glaciares, que son auténticos ríos de hielo que modelaron los circos y los valles en forma de U. En Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada en Cordillera Penibética.
  • En los periodos interglaciares: en la época del deshielo de las cumbres de las montañas la fuerza erosiva de los ríos excava los valles en forma de V y ahonda su cauce dejando escalones de aluviones depositados a los lados formando Terrazas fluviales.

La Meseta

La Meseta, por su posición central y por su extensión, es la pieza fundamental en torno a la que se organiza el relieve peninsular. La Meseta es una llanura elevada situada a unos 600-800 metros de altitud. Se extiende desde la Cornisa Cantábrica a Sierra Nevada (N-S) y desde Portugal al Sistema Ibérico al Este. Su origen se encuentra en el antiguo Macizo Hespérico, surgido en la orogénesis herciniana (paleozoico), erosionado y reducido a penillanura durante el mesozoico. En la era terciaria el macizo fue deformado y destruido en gran parte durante la orogénesis alpina, cuyos efectos fueron:

  • Se fractura e individualiza en bloques, algunos de los cuales se elevaron y otros se hundieron, dando lugar a las cordilleras y depresiones interiores respectivamente.
  • Se pliega por los bordes exteriores (rebordes montañosos).
  • Se bascula –inclina- hacia el oeste, reestructurando la red hidrográfica y haciendo que los ríos desemboquen en el Atlántico.

El resultado de esta evolución orogénica fue la individualización de tres unidades de relieve en el interior de la Meseta:

A) El Antiguo Zócalo Paleozoico (penillanuras)

Éste aflora en el oeste, dando lugar a un relieve de penillanuras o superficies de erosión muy suavemente onduladas (penillanuras zamorano-salmantina y extremeña), donde afloran materiales silíceos primarios: granito, pizarra y cuarcita. Los ríos en esta zona crean profundas gargantas (arribes, tajos) al encajarse sobre los materiales duros.

B) Las Cordilleras Interiores

Son el Sistema Central y los Montes de Toledo, formados en la era terciaria (orogénesis alpina) por el levantamiento de algunos bloques del zócalo. Ambos poseen una litología silícea (granito, pizarra, neis) y tienen formas redondeadas y cumbres aplanadas.

El Sistema Central

Divide a la Meseta en dos mitades, la submeseta norte y sur. Destacan las sierras de Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata. Son bloques fragmentados y elevados del zócalo, que se alternan con bloques hundidos o corredores tectónicos por donde discurren los ríos lo que facilita la comunicación entre ambas mesetas (puerto de Somosierra). Las mayores altitudes de la cordillera se localizan en la Sierra de Gredos. Aquí y en Guadarrama hay un modelado glaciar, con circos, lagunas y navas.

Los Montes de Toledo

Son de menor altura que el Sistema Central, siendo su sierra más importante la de Guadalupe (1.600 m). Los Montes de Toledo dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Presenta un relieve apalachense, con crestas de cuarcita (materiales duros) alternando con depresiones.

C) Las Cuencas Sedimentarias Interiores

Las cuencas sedimentarias de la Meseta son las submesetas norte y sur, formadas en la era terciaria (orogénesis alpina) por el hundimiento de bloques del zócalo de la Meseta. Luego, se rellenaron con materiales terciarios, dispuestos horizontalmente en estratos: blandos en la parte inferior (margas y arcillas) y duros en la superior (calizas). La erosión posterior de estos sedimentos dio como resultado un relieve de páramos, campiñas y cuestas.

La cuenca de la submeseta norte

Es más alta (800-850 m de altitud media) y más uniforme, al ser ocupada en su totalidad por la cuenca del Duero, y está encerrada por montañas.

La cuenca de la submeseta sur

Es más baja (500-700 m), está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo -dividiéndola en las cuencas del Tajo y del Guadiana- y se abre al océano Atlántico.

Los Rebordes Montañosos de la Meseta

La Meseta está rodeada, excepto por el oeste, por cadenas montañosas que la aíslan de la influencia oceánica, confiriéndole un acusado carácter continental. Estos rebordes montañosos: Macizo Galaico-Leonés, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena.

A) El Macizo Galaico-Leonés

Se formó en la era terciaria (orogénesis alpina) por el levantamiento del ángulo noroeste del zócalo del antiguo Macizo Herciniano, por lo que sus materiales son paleozoicos: rocas graníticas y metamórficas. El relieve se encuentra fracturado en un complejo sistema de bloques levantados, creando montañas redondeadas de poca altura, y otros hundidos, formando valles y rías en la costa, originadas al ocupar el mar estas zonas hundidas. Las sierras más destacadas se localizan en los Montes de León, donde se superan los 2.000 m de altitud y donde existen huellas del glaciarismo -lago de Sanabria-.

B) La Cordillera Cantábrica

Constituye el borde septentrional de la Meseta y se extiende en paralelo al mar Cantábrico desde Galicia hasta el País Vasco, constituyendo una barrera climática entre la costa y las tierras meseteñas del interior. Se diferencian dos sectores:

El sector occidental o Macizo Asturiano

Se formó en la era terciaria (orogénesis alpina) por el levantamiento de este sector del zócalo de la Meseta, por lo que sus materiales son paleozoicos (pizarras, cuarcitas), existiendo también materiales del Carbonífero (carbón). Este sector se eleva gradualmente hacia el este, donde existe un gran afloramiento de calizas primarias (Picos de Europa), con presencia de relieve kárstico. Aquí se hallan las mayores alturas de la cordillera, superándose los 2.500 m.

El sector oriental o Montaña Cantábrica

Se formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios, principalmente calizas, depositados por el mar en el borde de la Meseta. El relieve es más suave y menos complejo que en el sector asturiano, pero también hay cimas que superan los 2.000 m de altitud (Peña Labra, Peña Prieta).

C) El Sistema Ibérico

Es una cordillera que ocupa el borde oriental de la Meseta con una orientación NO-SE. Se formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios depositados por el mar en el borde oriental del zócalo de la Meseta. Por tanto, sus materiales son predominantemente calizos, aunque hay sectores donde aflora el roquedo paleozoico del zócalo meseteño. El Sistema Ibérico se estructura en dos sectores separados por el valle del río Jalón (eje de comunicación entre el valle del Ebro y la Meseta):

El sector septentrional

En él están las sierras más destacadas –Picos de Urbión, Demanda y Moncayo-, donde se superan los 2.000 m, formadas por materiales paleozoicos unas y por materiales sedimentarios calizos otras. Es una divisoria de aguas entre las cuencas del Duero y del Ebro.

El sector meridional

Sector más ancho, de contornos y alineación menos precisos. Se distinguen dos ramas, una interior o meseteña (Albarracín, Cuenca) y otra exterior o aragonesa (Javalambre, Maestrazgo), separadas por la fosa tectónica de Calatayud, por donde discurre el río Jiloca.

D) Sierra Morena

Ocupa el borde meridional de la Meseta y está formada por materiales paleozoicos. Sierra Morena no es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón tectónico que separa la Meseta del valle del Guadalquivir. Se trata de una gran flexión del zócalo de la Meseta, fracturada en muchos puntos, formada en la era terciaria por el empuje desde el sur al levantarse las cordilleras Béticas. Presenta un relieve poco elevado y de formas suaves y onduladas, con sierras como las de Aracena, Pedroches y Madrona. Ofrece una gran disimetría entre las laderas norte y sur, siendo más pronunciada la pendiente desde el valle del Guadalquivir que desde la Meseta.

Las Depresiones Exteriores de la Meseta

Fuera de la Meseta y sin contacto directo con la misma se encuentran los sistemas exteriores, depresiones y cordilleras formadas en la era terciaria.

Las Depresiones Exteriores a la Meseta

Las depresiones del Ebro y del Guadalquivir son cuencas o fosas prealpinas formadas en la era terciaria entre el borde del zócalo paleozoico y las nuevas cordilleras alpinas en formación. Se rellenaron con potentes espesores de sedimentos terciarios y cuaternarios, dando lugar a relieves prácticamente horizontales.

A) La Depresión del Ebro

Es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por éstos, por el Sistema Ibérico y por la cordillera Costero-Catalana. La depresión, que ocupa el lugar donde estuvo el antiguo Macizo del Ebro –que se hundió-, fue ocupada por el mar. Posteriormente, la aparición de los relieves circundantes cerró la misma, transformándola en un gran lago. A finales de la era terciaria, el río Ebro se abrió paso hasta el mar a través de la cordillera Costero-Catalana. Los materiales que fueron colmatando la depresión, primero de carácter marino y después continentales –procedente de las montañas-, se fueron depositando selectivamente según su grosor, situándose los más gruesos en los bordes (conglomerados) y los más finos en el centro de la misma (areniscas, margas, yesos, calizas y sales). El proceso de erosión posterior ha dado lugar a diversas formas del relieve como los somontanos o piedemontes pirenaico e ibérico, las mesas o muelas (estratos superiores de calizas) y los badlands en las zonas áridas de materiales blandos –margas y yesos-, como en Los Monegros.

B) La Depresión del Guadalquivir

Es paralela a las cordilleras Béticas y se dispone entre éstas, Sierra Morena y el océano Atlántico. Esta depresión de forma triangular está abierta al océano Atlántico, del que recibe su influencia, y está recorrida por el Guadalquivir, cuyo curso discurre pegado a Sierra Morena. Inicialmente, la depresión fue un brazo de mar que recibió las aportaciones sedimentarias de las Cordilleras Béticas y de Sierra Morena. Luego se convirtió en un lago litoral y más tarde, por colmatación (relleno con arcillas, calizas y margas marinas), en marismas pantanosas. Las formas más características de la depresión del Guadalquivir son las campiñas, tierras llanas suavemente onduladas con predominio de las arcillas. Cuando surgen los mantos de caliza se forman cerros testigo o alcores. En el curso bajo del río, cercano a su desembocadura, se encuentran las marismas, zonas bajas inundadas por las aguas del río.

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