Análisis de Los Cachorros de Mario Vargas Llosa

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Según declaraciones del propio Mario Vargas Llosa, Los cachorros, “es la historia, muy truculenta, de un muchacho al que la castración va convirtiendo en un marginado dentro de un mundo machista”, de este modo castración y marginación se unen para dar forma a una constelación de temas entrelazados frente al problema del sexo, frente a la disciplina y frente al compromiso.

La castración es el tema principal del relato. Cuéllar pierde sus atributos sexuales después de haber sido castrado por Judas, el perro del colegio. Este acontecimiento lo convierte en alguien diferente, en alguien que no se ajusta al modelo de “cachorro” establecido por la clase social a la que el joven pertenece. La falta de hombría, le ocasiona un sentimiento de inferioridad que irá aumentando con el paso del tiempo. Perder una parte de su cuerpo le supone, en una sociedad machista, el origen de su frustración y de su castración psicológica puesto que no tiene lo imprescindible para pertenecer al grupo. Pero en realidad también el grupo de amigos está castrado sin saberlo, porque está sujeto a los valores de su clase social, es decir, ostentar la hombría, seguir con la rutina y hacer lo mismo que hicieron sus antepasados y que luego harán sus hijos, sin ninguna esperanza de poder escapar de ese círculo vicioso.

El machismo es otro de los temas que ocupan un lugar privilegiado en Los cachorros. La sociedad miraflorina es una sociedad altamente machista, una sociedad en la que el miedo y la timidez están mal vistos. Cuéllar, desde el comienzo del relato, está caracterizado como un muchacho tímido. De hecho, es posible pensar que fue el miedo la causa por la que fue mordido por Judas (“Si se escapa hay que quedarse quietos, los daneses solo mordían cuando olían el miedo”). El tartamudeo también lo delata, como ocurre cuando intenta comunicarse con Teresita.

El arquetipo de macho que se presenta en la novela es un el de un hombre algo brutal que muestra su hombría a través de acciones que en muchos casos acaban resultando tragicómicas. Así pues, ciertos actos que lleva a cabo Pichulita son una especie de imitación-parodia de las de los machos; es decir, acciones arriesgadas como las carreras de coches, “correr las olas” cuando el mar está más peligroso, emborracharse, jugar con armas, etc. El fútbol (casi un mito para los muchachos jóvenes), es también un deporte absolutamente masculino y que aparece como un indiscutible símbolo de hombría.

El sexo también guarda cierta relación con el machismo, ya que es la hazaña sexual la que sirve para aumentar el autoestima y para ser respetado por los demás, lo que dará lugar a que los hombres de una sociedad machista, se respeten más a sí mismos.

Otro componente temático fundamental del relato es la violencia, tanto si es física como moral. Ejemplos del ejercicio de la violencia, abundan en Los cachorros: el ataque del perro Judas, la pelea de Cuéllar con Lalo, la ira del padre de Cuéllar hacia los hermanos del colegio y la de su hijo para sustituir su hombría con actos arriegados. Pero también hay otros casos de ejercicio de la violencia que son menos evidentes, como por ejemplo, los múltiples insultos (“maricón” es algo que se repite muchas veces) y, de hecho, el mismo apodo Pichulita, es una clara muestra de violencia hacia este joven; como también lo es la marginación que sufre Cuéllar. Se puede pensar que el sobrenombre es como la marca de fuego inflingida a los animales, un dominio del grupo sobre el individuo, de cómo éste es sometido a la ley colectiva, a la ley de la masa.

La hipocresía, es otro tema desarrollado en el relato, ya que es la base de las apariencias sociales a las que se atiene el grupo y que importan tanto a Cuéllar/Pichulita como al resto. La sociedad entera se guía según unas supuestas normas y se castiga con la marginación a quien no mantenga ese statu quo, a quien ponga en evidencia la falsedad de los valores morales y éticos, sobre los que se constituye este sociedad. Así, será la hipocresía la que facilite la integración de Pichulita, pero a la vez la que marque su diferencia respecto del resto del grupo.El protagonista, que debe enfrentarse por un lado a la condescendencia con que lo trata el mundo adulto, que consiente sus caprichos o le otorga beneficios inmerecidos.

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