Alimentación y Ejercicio: Cuándo Comer para Optimizar tu Rendimiento Físico
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¿Comer o no comer antes de hacer ejercicio?
Un día cualquiera te levantas por la mañana con ganas de hacer ejercicio. Pero una vez más te preguntas: ¿desayuno antes o después de ir al gimnasio? Esta es una duda habitual, que se hace aún más seria cuando hablamos de hacer ejercicio antes o después de la comida del mediodía.
Después de comer, temes sentirte pesado y te da cierta pereza ponerte en movimiento. Antes, te da miedo no tener suficiente energía para afrontar la sesión de ejercicio como te gustaría. Cada amigo con el que lo comentas tiene su propia teoría al respecto. Así que la duda persiste: ¿es preferible comer antes o después de hacer ejercicio físico?
Razones a favor de comer antes de ir al gimnasio
1. El organismo necesita energía para poder afrontar la sesión de ejercicio
Querer hacer ejercicio sin haber comido antes es como querer que un coche arranque con el depósito de gasolina vacío. El organismo necesita glucógeno para poder funcionar correctamente. Es el equivalente para tus músculos a la gasolina del vehículo. Así que olvídate de levantarte y hacer ejercicio sin desayunar si, como se suele decir, tienes la cena ya en los pies. No es una buena idea comenzar una sesión de ejercicio después de tantas horas sin tomar alimentos. Lo más probable es que te quedes rápidamente sin energía, agotado. Y con el inconveniente añadido de que tus músculos no podrán aprovechar todos los beneficios de la sesión física.
2. Al ejercitarnos desciende el nivel de azúcar en sangre
No todas las personas son igual de sensibles a este problema, que afecta más a enfermos de diabetes y a mujeres embarazadas. Pero cualquier persona con un estado de salud normal puede sufrir de hipoglucemia al realizar ejercicio físico exigente sin haber comido. De modo habitual, los niveles de azúcar en sangre disminuyen durante los primeros 15-25 minutos de actividad física. Si lo hacen en exceso porque hemos comenzado la sesión de ejercicio con un nivel de azúcar bajo, es cuando pueden llegar los problemas.
Razones a favor de comer después de ir al gimnasio
1. Comer justo antes de ejercitarnos puede hacer que suframos una indigestión
Pretender enfrentarte a una sesión deportiva inmediatamente después de una comida copiosa es un error. Justo tras la ingesta, comienza el proceso de digestión, durante el cual parte de la sangre se desvía al estómago desde otras partes del cuerpo. Si en ese momento preciso realizamos una sesión de ejercicio físico moderado o alto, se interrumpiría ese proceso de digestión. Podrían aparecer problemas de náuseas y mareos. Y, en el peor de los casos, incluso sufrir un corte de digestión.
2. Hacer ejercicio justo después de comer no te ayudará a quemar lo ingerido
Si uno de los motivos de ir al gimnasio es controlar tu peso, hacerlo justo después de comer no es lo más adecuado para este fin. Existe la falsa creencia, muy extendida, de que así quemas las calorías recién ingeridas. Pero la realidad es que en ese momento la comida aún está en el estómago; tu cuerpo no la ha metabolizado todavía.
¿Es mejor comer antes o después de hacer ejercicio?
Como hemos visto, comer antes es vital para que el organismo pueda funcionar de forma correcta y sea capaz de llevar a cabo el trabajo muscular. Pero no es conveniente ingerir una gran cantidad de alimento inmediatamente antes de ejercitarte. Lo ideal es realizar una ingesta moderada de alimentos saludables y energéticos aproximadamente entre media hora y dos horas y media antes de empezar tu sesión deportiva.
Así que desayunar o comer antes de ir tranquilamente al gimnasio es una buena idea. Seguramente cuando llegues allí, tu cuerpo ya estará preparado para afrontar la sesión de ejercicio y aprovecharla al máximo.