Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración en España
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Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración: Partidos Dinásticos y Fuerzas de Oposición
Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
Alfonso XIII reinó de 1902 a 1931. Aunque al inicio de su reinado se esperaba una política regeneradora, su mandato estuvo marcado por una profunda crisis política. Hasta 1917, se mantuvo el turno bipartidista con predominio de la mayoría monárquica en el Congreso.
Durante este periodo, Alfonso XIII mantuvo una relación directa con los mandos militares e intervino en la política interna de los partidos, lo que, sumado a la falta de liderazgo, generó inestabilidad. Surgieron nuevas fuerzas políticas que debilitaron el caciquismo y el turnismo, incrementando la conflictividad social y el anticlericalismo.
El Regeneracionismo
La primera parte del reinado de Alfonso XIII estuvo marcada por el Regeneracionismo, una corriente política que surgió tras el Desastre del 98 como respuesta a la crisis del sistema de la Restauración. Esta corriente representaba la opinión de las clases medias y la pequeña burguesía que no se identificaban con el régimen.
El Regeneracionismo planteaba una reforma ética de la sociedad y la política, con diferentes propuestas:
- Regeneracionismo crítico (Maura y Silvela): Criticaban los aspectos negativos del sistema pero aceptaban su validez general.
- Regeneracionismo fuera del sistema (Joaquín Costa): Criticaba el sistema político de la Restauración, considerándolo enfermo y degenerado.
El Revisionismo
A la nueva actuación desde el poder se le denominó Revisionismo, que pretendía revisar el sistema, modificándolo y adaptándolo a las nuevas demandas. Tanto Maura como Canalejas realizaron varias reformas, pero sin afrontar las transformaciones necesarias.
El Partido Conservador
Los primeros intentos de modernización los inició el Partido Conservador, con Antonio Maura como líder. Maura captó la necesidad de reforma para evitar una revolución. Su gobierno se centró en cuestiones políticas y trató de socializar la política desde posturas conservadoras.
- 1903-1904: Intentó acabar con el enchufismo y la politización de los funcionarios, impulsando la Ley del Descanso Dominical.
- 1907-1909: Intentó acabar con el caciquismo con la Ley Electoral de 1907 y la Ley de Administración Local, pero fracasó. En el ámbito económico, promulgó leyes que favorecían a la industria como la Ley de Protección de la Industria Nacional y la Ley de Fomento de Industria y Comunicaciones Marítimas. Entre las disposiciones de carácter social destaca la creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908, antecedente de la Seguridad Social.
La Semana Trágica (1909)
Durante el mandato de Maura se produce La Semana Trágica (25 de julio - 1 de agosto de 1909). El envío de reservistas a Barcelona y Madrid como respuesta a una agresión a tropas españolas en Marruecos desencadenó protestas que en Barcelona se convirtieron en una gran revuelta urbana. La huelga general se combinó con manifestaciones anticlericales, reprimidas duramente por el gobierno. Las detenciones y las 17 penas de muerte provocaron protestas internacionales y la dimisión de Maura. Este evento marcó el regreso del Partido Liberal al poder, el fortalecimiento del movimiento obrero, el nacimiento de la CNT, la expansión del republicanismo (que en 1910, junto al PSOE, logró un escaño en el Congreso) y el aumento de la oposición del nacionalismo catalán al ejército.
El Partido Liberal
El Partido Liberal vivió la primera crisis del reinado de Alfonso XIII a raíz de la publicación de la Ley de Jurisdicciones, que dio lugar al triunfo de Solidaridad Obrera en 1907.
José Canalejas impulsó el “Reformismo social”, con una mayor intervención del Estado en materia social y laboral. Sustituyó el impuesto de consumos por un Impuesto sobre rentas urbanas, y en 1912 aprobó la Ley de Reclutamiento (servicio militar obligatorio) y la Ley de Mancomunidades, que canalizaba las reivindicaciones catalanas. Buscó la secularización de la vida política con la separación Iglesia-Estado, aprobando en 1910 la Ley del Candado, que limitaba el número de órdenes religiosas.
Su política se vio truncada con su asesinato en 1912, lo que marcó el inicio de la crisis del regeneracionismo. Los gobiernos se volvieron inestables, dominados por los acontecimientos.
Eduardo Dato y la Primera Guerra Mundial
En el Partido Conservador, Eduardo Dato (1913-1915) continuó con las reformas sociales, como la Ley de Accidentes de Trabajo. En 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, España se declaró neutral. La guerra tuvo consecuencias sociales negativas que aflorarían en la Crisis de 1917 y supusieron la quiebra del sistema de la Restauración. A partir de marzo de 1918, se ensayaron gobiernos de concentración.
Las Fuerzas Políticas de Oposición
Frente a los partidos del turno, surgieron partidos de oposición:
Los Republicanos
Eran la principal fuerza de oposición, proponiendo un reformismo político con secularización, ampliación de las bases sociales del régimen, reformas sociales e instrucción pública. Su base social eran las capas medias urbanas e intelectuales, como Benito Pérez Galdós y Santiago Ramón y Cajal. Su crecimiento se veía condicionado por su fraccionamiento:
- Unión Republicana (fundada por Nicolás Salmerón)
- Partido Radical (Alejandro Lerroux): Populista, izquierdista, anticlerical, autonomista y socialista.
- Partido Reformista (Melquiades Álvarez y Gumersindo de Azcárate): Más moderado, incluso dispuesto a admitir una monarquía democrática que mantuviera una política social. Se preocupaba por la cultura y la educación.
Los Socialistas
Republicanos con identidad propia, partidarios de participar en el juego político parlamentario sin renunciar a la revolución social, aunque rechazaban la vía insurreccional. En las elecciones de 1910 se presentaron dentro de la Conjunción Republicana-Socialista, obteniendo un escaño que ocupó Pablo Iglesias.
Los Anarcosindicalistas
Efectuaron una transición desde la estrategia terrorista hacia el sindicalismo. En 1907 surge Solidaridad Obrera y en 1910 la CNT. Veían el sindicalismo como herramienta para la transformación revolucionaria de la sociedad, utilizando la huelga general revolucionaria. Su mayor arraigo lo tuvo en Levante, Cataluña y Andalucía.
Los Partidos Nacionalistas
El Nacionalismo Catalán
Contaba con el mayor apoyo político. El más importante era la Lliga Regionalista, partido conservador cuyo principal objetivo era la autonomía para Cataluña. Entre 1902 y 1923, su base social era la burguesía. En momentos de crisis, colaboró con el régimen. En 1906 se fundó Solidaritat Catalana, que unió a todas las tendencias políticas catalanistas para defender los derechos de Cataluña. La izquierda catalana no tuvo un papel destacado hasta 1922 con la creación de Estat Català, partidario de un nacionalismo catalán no conservador.
El Nacionalismo Vasco
Su única expresión era el PNV, que se apoyaba en la pequeña burguesía bilbaína. A principios de siglo, su base social se amplió, incorporando un liberalismo conservador, autonomista y antiseparatista que facilitó el acercamiento de la burguesía vasca. Existieron diferencias internas entre los partidarios de colaborar con el sistema y los que se oponían.
El Nacionalismo Gallego
Experimentó un desarrollo importante, pero aún no era una fuerza política consolidada. En esta línea, se creó en 1906 Solidaridad Gallega, una agrupación campesina que participó en las elecciones de algunos ayuntamientos. También se funda Acción Gallega, que intentó liderar el movimiento agrario gallego.
El Nacionalismo Valenciano
Surge con la Asociación Cultural Valenciana Nova en 1907, que reivindicaba la autonomía. En 1918 se constituyó la Unión Valenciana.
El Nacionalismo Andaluz
localizado n Sevilla en torno a Blas Infante x el año 1910. (Ninguno de estos tres nacionalismos o regionalismos consiguió éxitos electorales.)