Alfonso X el Sabio y el Canciller Ayala: Legado Literario y Político

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 3,82 KB

Alfonso X el Sabio

Nace en Toledo en 1221, hijo de Fernando III el Santo, y accede al trono en 1252. Reconquista Cádiz y Cartagena, pero pronto tiene que hacer frente a numerosos conflictos políticos y militares. Fracasa en la mayor parte de las empresas. Su tarea más relevante es elevar el castellano a la categoría de lengua culta equiparable al latín. Para ello, elimina el apócope y enriquece el vocabulario. Gracias a su impulso, el castellano pasa a ser la lengua de los españoles de las tres comunidades (musulmana, judía, cristiana). Con su equipo de sabios cristianos, árabes y hebreos, el monarca traduce al castellano los textos orientales. Además, nos ha dejado obras de recopilación y reelaboración.

Obras

  1. Grande e General Estoria: Con ella pretendía hacer una enciclopedia que diera cabida a todos los pueblos conocidos. Quedó truncada al llegar a los padres de la Virgen María. Esta obra aporta una innovación literaria y obedece a un criterio estético porque el lenguaje tiene gran eficacia expresiva.

  2. Las Siete Partidas: Son un conjunto de normas dirigidas a todos los estados y a todas las clases sociales para regular las acciones y las relaciones sociales de los individuos. Se trata de un código de leyes y de una serie de consejos y de normas para ordenar la vida de su reino. Trata los siguientes aspectos:

    • Religión y estado eclesial
    • Emperadores, reyes y señores
    • Justicia
    • Matrimonio y familia
    • Préstamos, cambios y compras
    • Testamentos y herencias
    • Acusaciones, castigos y males
  3. Lapidario: Es una obra científica que trata de las propiedades de las piedras semipreciosas y preciosas, según el signo astrológico bajo el cual se descubre. Consta de varios libros, aunque solo se llegaron a copiar 4 de los 11.

El Canciller Ayala (Crónicas)

López de Ayala (1332-1407) es la figura cumbre de la segunda mitad del siglo XIV. Representa el espíritu aristocrático y la moral severa frente al popularismo del Arcipreste de Hita, pero se le considera anclado en las ideas del pasado. Desempeñó importantes cargos durante el reinado de Pedro I el Cruel. Su intensa actividad como hombre de estado no le impidió dedicarse a las letras, y su gran inteligencia la aplicó por igual a la política y al cultivo de la literatura.

Obras

Rimado de Palacio: Es una mezcla de diversos asuntos morales, religiosos y sociales escritos en cuaderna vía. Tiene una intención didáctico-moral y viene a ser una crítica contra los vicios de la época. Su sátira es amarga y dura. Nos presenta un amplio cuadro de la sociedad del siglo XIV, como en el Libro del Buen Amor, pero desde el punto de vista estético esta obra es muy inferior a la del Arcipreste de Hita.

Las cuatro crónicas

Su producción en prosa es lo mejor que nos ha quedado de esta época. Estas cuatro crónicas se refieren a los reinados de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III. En ellas aparecen los retratos de personajes contemporáneos al autor. Es un gran lector de los clásicos y consigue dar, por primera vez en la literatura española, un verdadero vigor dramático a la exposición de los hechos históricos, destacando la figura del personaje central con rasgos rápidos. La crónica más importante es la Crónica de Pedro I. Además de las crónicas, escribe: Libro de cetrería o de la caza de las aves.

Su humanismo: Las traducciones

Es el que inicia en España una de las corrientes que iba a constituir el humanismo, es decir, el estudio y conocimiento de los clásicos. Tradujo la primera, tercera y cuarta décadas del historiador Tito Livio.

Entradas relacionadas: