Alemania de Entreguerras: El Origen y la Estrategia del Partido Nazi

Alemania en la Posguerra: El Nacimiento de la República de Weimar

Como consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial, el emperador alemán Guillermo II abdicó y se formó un gobierno provisional encargado de organizar una república parlamentaria. En el proceso de formación del nuevo gobierno intervinieron el gobierno socialdemócrata, de tendencia moderada, el Partido Demócrata Alemán y el Partido de Centro Católico, ambos representantes de la burguesía liberal.

En cambio, los socialistas revolucionarios se opusieron al nuevo régimen, formaron consejos de obreros y soldados y lideraron levantamientos en diversas regiones de Alemania. El levantamiento más importante fue la Revolución Espartaquista. Durante una semana, obreros y soldados lucharon en las calles, pero fueron derrotados por las fuerzas paramilitares. Los principales dirigentes espartaquistas, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, fueron asesinados.

En 1919 se reunió la Asamblea Constituyente que estableció una república, con un presidente y un parlamento bicameral. El nuevo gobierno fue visto con desconfianza por los diversos sectores del país. Los nacionalistas lo acusaron de traicionar a Alemania y a su ejército, mientras que la clase media, temerosa de una posible revolución comunista, le negó su apoyo.

La Militarización de la Sociedad Alemana

Como consecuencia de las condiciones del Tratado de Versalles, la sociedad alemana inició un creciente proceso de militarización. Después de la guerra, todos los sectores políticos formaron organizaciones de veteranos. En marzo de 1919, el gobierno creó un ejército que incorporara a los Freikorps y a los antiguos oficiales y soldados del ejército imperial. Así logró reunir unos 300.000 hombres, pero, debido a que el Tratado de Versalles había dispuesto que el número de integrantes no debía superar los 100.000, el gobierno se vio obligado a desmovilizar a miles de ellos. La mayoría de los desmovilizados optaron por incorporarse a los grupos radicales de derecha que proliferaron en la Alemania de posguerra.

Las Disputas Territoriales con Polonia

Como consecuencia de la firma del Tratado de Versalles, Alemania sufrió importantes pérdidas territoriales. Estas incluyeron:

• La devolución a Francia de los territorios de Alsacia y Lorena, que tenía bajo su control.
• La creación del Corredor Polaco en el territorio de la llamada Prusia Occidental por parte de las potencias vencedoras.

Las disputas territoriales entre Alemania y los polacos continuaron luego de la firma del tratado. Uno de los enfrentamientos fue por el puerto de Danzig. También disputaron la región de la Alta Silesia.

El Camino Electoral del Nazismo

Después del fracaso del Putsch de Múnich, Hitler decidió cambiar de táctica. Su nueva estrategia se basó en dos pilares:

1. Optó por el camino electoral e hizo que el partido nazi presentara candidatos en las elecciones parlamentarias.
2. Desplegó una política de acercamiento a la alta burguesía alemana, de la que esperaba apoyo económico y político para llegar al poder.

En 1925, Hitler fue elegido presidente de su partido con el poder de nombrar y destituir a los integrantes del comité central. Organizó una guardia personal, las SS (Schutzstaffel), que utilizaban un uniforme negro.

La Recuperación Económica y la Crisis de 1929

Durante un tiempo, la situación económica de Alemania mejoró. Esto se debió a que los Estados Unidos, preocupados porque Alemania siguiera dentro del sistema capitalista, decidieron darle ayuda financiera. En 1924, el Plan Dawes permitió que Alemania pagara solo una parte de las reparaciones de guerra. Francia abandonó la zona minera e industrial alemana del Ruhr, que había ocupado en 1923. También se estabilizó la moneda alemana y se recuperaron industrias. En 1929, el Plan Young redujo aún más el monto de las reparaciones. Esta recuperación no benefició electoralmente al nazismo.

Sin embargo, la crisis económica mundial de 1929 afectó la economía alemana de manera devastadora, de tal modo que el nazismo tuvo entonces la oportunidad de aumentar su número de votantes capitalizando el descontento social.