Alejandro Magno: Vida, Conquistas y el Misterio de su Muerte

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ALEJANDRO MAGNO: Vida y Conquistas

Hijo de Filipo II de Macedonia. Nacido en 356 a.C., educado como príncipe con interés por poemas sobre hazañas de héroes. Imitarlos era su obsesión. Aristóteles, su tutor, marcó su comportamiento contagiándole interés por la ética, la política, la filosofía, la literatura, la geografía... Para iniciarlo en las armas: su padre, con el que no tuvo una buena relación que empeoró cuando este se casó con una aristócrata, lo que motivó el exilio de su madre de su tierra natal, y el de Alejandro con ella. Después de un año, padre e hijo se reconciliaron y Alejandro regresó a la corte para retomar sus obligaciones de heredero. Con 16 años participó en su primera batalla militar. Dos años después dirigió la caballería macedonia que destrozó la coalición griega en Queronea. Su padre murió asesinado y Alejandro subió al trono. Mandó eliminar a todos los opositores peligrosos, algunos familiares suyos. Retomó el proyecto de su padre de conquistar Asia. Combatiría siempre como un soldado más. Sus mayores enemigos: los persas, que eran muy superiores en número, pero se hizo con la victoria. Pero los combates no habían hecho más que empezar.

Llegó a Gordión donde existía una leyenda: quien desatara el nudo del yugo del carro de Midas sería dueño de Asia. Alejandro lo cortó con su espada para dejar constancia de su deseo de dominar el mundo. Tras atravesar las montañas del Tauro se topó con el ejército de Darío III a quien venció. Alejandro se dirigió hacia Jerusalén, tomó la ciudad y entró en Egipto, donde se proclamó hijo de Zeus y rindió culto a los dioses egipcios para ganarse a los lugareños. Fundó en el delta del Nilo una ciudad: Alejandría. Se dispuso a tomar el corazón del imperio persa, así que atravesó el Éufrates y el Tigris y se enfrentó otra vez al ejército de Darío en la batalla de Gaugamela. Ganó Alejandro y Darío fue asesinado por los suyos por ser un monarca perdedor. Alejandro inmediatamente se proclamó heredero del trono persa, hizo ocupar las tres grandes ciudades: Babilonia, Susa, Persépolis y Bujará, donde encontró al asesino de Darío. Siguió avanzando por el mar Caspio para acceder a la India. Después de recorrer muchos kilómetros, sus tropas se rebelaron, tuvo que ceder y retomó camino hacia Babilonia, donde se hizo reconocer como Dios. Actuaba como un rey absoluto y mandaba eliminar a todo aquel que se le oponía. Esa actitud hizo que se le conociese como el más cruel tirano y que tuviera no pocos enemigos. Murió en Babilonia el 13 de junio de 323 a.C., mientras pensaba en conquistar Cartago y Arabia. Había cumplido 33 años y era dueño del mundo oriental.

El Fin de Alejandro: Misterio de su Muerte

Cuando Alejandro falleció, su imperio se extendía desde el valle del Indo hasta Egipto. Había fundado más de 70 ciudades. Era un ser amado y odiado, ansiado y temido. Había muchos que deseaban la muerte de Alejandro, pero su mala salud dejó al aire cuál fue la mano ejecutora. Alejandro no se cuidó demasiado; eran célebres sus borracheras, aunque no lo mató el alcohol. La noche que murió ya llegó indispuesto a sus aposentos. Algunos investigadores creen que padecía malaria; otros, que padecía alguna enfermedad grave. Pero otras fuentes dicen que bebió agua de algún pantano putrefacto de Babilonia. Otro de los posibles culpables podía haber sido Aristóteles, su antiguo tutor. Decían que Aristóteles odiaba a Alejandro por haber ordenado matar a su sobrino Calístenes. También es sospechosa Roxana, que estaba harta de las aventuras extramatrimoniales de Alejandro. Según investigadores, fue Roxana quien se encargó de envenenar el vino. Su muerte sigue siendo un misterio.

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