La Era de Alejandro Magno: Conquistas, Diádocos y el Fin del Clasicismo Griego

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El Helenismo: Unificación y Expansión del Mundo Griego

El concepto de Helenismo se refiere al periodo que se inicia a finales del siglo IV a. C., cuando un rey de Macedonia, considerado por muchos griegos como un "bárbaro", Filipo II, logró vencer y dominar a todas las ciudades-estado griegas, unificándolas bajo su poder tras la decisiva Batalla de Queronea (338 a. C.). Este logro fue algo que los persas nunca consiguieron, a pesar de las Guerras Médicas.

Filipo II buscó unir toda Grecia bajo un solo mando. Un año después de su victoria, murió asesinado y fue sucedido por su hijo, de poco más de veinte años, Alejandro Magno.

Alejandro Magno: La Conquista del Mundo Conocido

Si su padre unificó Grecia, Alejandro se propuso unificar el mundo conocido, abarcando territorios como Egipto, Grecia y Persia, llegando incluso hasta la India. Murió prematuramente a los 32 años, en el 323 a. C., tras solo diez años en el poder.

En esta década, Alejandro llevó a cabo vastas conquistas. Partió de Pella y obtuvo victorias cruciales en Tracia, Antioquía, Gaugamela y Bucefalia. Todo territorio ganado en batalla era inmediatamente ocupado. Sus mecanismos de control se basaban en la fuerza de sus ejércitos (infantería) y en la diplomacia, que incluía casarse con princesas locales y proclamarse hijo del dios de cada región.

En diez años, conquistó aproximadamente 7.000 km, movilizando ejércitos de entre 20.000 y 30.000 hombres. Alejandro pretendía unir el mundo bajo la cultura griega, de la cual era un gran admirador, a pesar de no ser griego. Su preceptor, el filósofo Aristóteles, también era macedonio y admirador de la cultura helénica.

Sin embargo, la idea de consolidar la unión mundial bajo la cultura griega no se pudo materializar completamente, ya que su muerte marcó, paradójicamente, el fin de la época griega clásica. Después del siglo IV a. C., el esplendor de la ciencia y la filosofía clásica griega decayó.

La División del Imperio: Los Diádocos

Tras la muerte de Alejandro, el vasto imperio se dividió entre cinco de sus generales macedonios, conocidos como los diádocos (término que significa 'sucesores' o 'repartidores del imperio').

  • Macedonia y la antigua Hélade: Asignadas a Casandro, el general de mayor confianza de Filipo y Alejandro. Sin embargo, no pudo establecer una dinastía duradera (Antígono).
  • Tracia, Jonia y Paflagonia: Conformaron el reino de Lisímaco.
  • El reino más grande: Fue el de Seleuco, que abarcó gran parte del antiguo Imperio Persa.
  • Egipto: Se lo llevó Ptolomeo. Un descendiente de esta línea (Ptolomeo IX) se casaría posteriormente con Cleopatra.

Este reparto territorial duró hasta el año 30 a. C. Aunque las relaciones entre los diádocos fueron tensas, este periodo supuso un gran esplendor económico, especialmente en el reino de Seleuco.

Contexto Histórico Previo: Las Guerras Griegas

Las Guerras Médicas (490-479 a. C.)

Las Guerras Médicas fueron los conflictos que enfrentaron a los griegos contra los persas. Aunque la famosa batalla de las Termópilas es muy conocida, la fundamental para la unión de los griegos fue la batalla de Maratón.

Otras batallas clave incluyen la de Salamina, donde la flota griega venció a los persas, y las victorias terrestres posteriores en Platea y Micala.

Personajes importantes de estas guerras incluyen a Temístocles, Leónidas, Milcíades, Pausanias, Nicias y Alcibíades. Tras estos conflictos, en el año 467 a. C., Atenas alcanzó su máximo esplendor bajo el liderazgo de Pericles.

Las Guerras del Peloponeso (434-404 a. C.)

Las Guerras del Peloponeso fueron considerablemente más destructivas, ya que enfrentaron a griegos contra griegos. El historiador Tucídides documentó estos eventos en su gran obra, La Guerra del Peloponeso, por lo que es considerado el primer gran historiador.

Los espartanos derrotaron a los atenienses, con apoyo de los persas. Con la llegada del siglo IV a. C., comenzó el declive del esplendor griego clásico. Esto permitió el surgimiento de otra polis dominante, Tebas, liderada por Epaminondas.

Durante todo este siglo, las luchas y tensiones entre las polis continuaron (ejemplo: Batalla de Mantinea). Después de este periodo de inestabilidad, surgió en Macedonia el rey Filipo II, quien se enfrentó a los griegos y los venció, unificando Grecia bajo su poder en el 338 a. C. en la Batalla de Queronea, marcando el inicio formal del Helenismo.

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