Aldo Rossi: Exploraciones Arquitectónicas sobre Tiempo, Espacio y Memoria Urbana

Enviado por Chuletator online y clasificado en Plástica y Educación Artística

Escrito el en español con un tamaño de 4,8 KB

Manipulación Perceptiva del Tiempo y el Espacio: Un Enfoque Metafísico en la Arquitectura

¿Cómo podemos lograr no percibir el tiempo? Esto se explora a través de un mecanismo perceptivo vinculado a los principios del Barroco. En una zona central delimitada por los testeros de hileras de nichos, si nos situamos allí, observamos al fondo una chimenea. En ese foco perspectivo, las líneas de los testeros de los nichos convergerían naturalmente. Sin embargo, para evitar esta convergencia, a medida que se avanza, los elementos se acortan en planta y se elevan en altura. Durante un recorrido, esto se percibiría como una línea de fuga convergente en el punto central. No obstante, al elevarse progresivamente con el avance, no se produce dicha convergencia y, por lo tanto, el espacio parece no avanzar. No hay fuga; las líneas se mantienen en paralelo. El avance físico no se corresponde con una percepción de avance temporal.

Se trata de un ejercicio metafísico. La obra se construyó parcialmente años más tarde, y sus dibujos esenciales no divergen de la parte finalmente ejecutada. Se define así un concepto vinculado a la muerte, donde el tiempo parece detenerse: una lectura culta del Barroco. Es la congelación temporal, la eternidad. La sensación es: “Me muevo, pero el espacio no parece moverse conmigo”.

En los edificios de su segunda fase, esta esencia se diluye; el arquitecto, ahora muy demandado, se convierte en una marca.

Edificio de Viviendas en Wilhemstrasse (Berlín, 1986-1988)

Se trata de un edificio en esquina, con los lados de la 'L' de diferente longitud, ya que las dos calles a las que da son distintas: una convencional y otra que se abre a un parque. Está formado por unidades yuxtapuestas, con juntas claramente marcadas tanto por su dimensión como por el uso de diferentes materiales. Dada la diferencia entre las calles, se ofrecen dos respuestas distintas para las fachadas, potenciando el carácter de la esquina. Introduce el material, en este caso el ladrillo. Los huecos se potencian con cargaderos y carpinterías blancas; el material se presenta con todos sus atributos. Sucede algo parecido a lo que hizo Le Corbusier con el Pabellón Suizo en los años 20. Rossi identifica en los brazos de la 'L' lugares especiales: los extremos y la propia esquina. Propone diferentes soluciones de alzado; al llegar a los extremos, cambia el ritmo de la unidad, utilizando huecos más grandes. En la esquina, reutiliza huecos de orden gigante para remarcarla. En su composición, existe una simetría parcial, ya que la 'L' de la esquina también tiene lados desiguales, generando una simetría diagonal parcial. En las plantas superiores no hay chaflán, solo arista, mientras que en las inferiores se monumentaliza con un enorme pilar de hormigón blanco. El otro lado, que da a la calle-parque, presenta en su alzado una galería de color verde. El material principal sigue siendo el ladrillo con impostas, el mismo que en el brazo anterior pero con un cambio de tonalidad, algo similar a lo observado en la obra de Venturi. Al ser un cerramiento de ladrillo, se evidencia el cargadero metálico, que vuela lo suficiente para garantizar la apertura del hueco. Las impostas amarillas que marcan el ritmo de las alturas no se unifican en una masa continua, ya que se intercala otra de ladrillo rojo. Las ventanas se forman por la división de un gran hueco en cuatro partes, y cada una de estas, a su vez, en otras cuatro, creando una cruz primaria y cuatro secundarias. Se observan variaciones cromáticas que van más allá de su primera etapa, predominantemente blanca. La línea de cornisa es continua, pero de ella emergen volúmenes que le confieren ritmo.

Edificio de Viviendas La Villette Sud (París, 1990)

Este edificio en esquina no da continuidad a una calle, sino que limita con el parque de La Villette. La esquina se materializa y se transforma en un rincón, definido por dos piezas de ladrillo y marcado por un cilindro. Este cilindro no es macizo, sino ligero, de chapa azul con huecos, y alberga las comunicaciones verticales. En el frente largo, los huecos de ventana son pequeños, mientras que en el corto reaparece la solución de ventana resultante de la división de un gran hueco, con la diferencia de que ya no existen las bandas a modo de impostas. En este caso, el gran hueco se traduce en cuatro balcones, a diferencia del edificio anterior donde eran cuatro ventanas. Mantiene el cargadero verde y la carpintería blanca. En el otro lado, Rossi rinde homenaje al tejido residencial característico de París, utilizando una cubierta en Mansarda, curva y de plomo.

Entradas relacionadas: