La Agricultura en España: Factores Clave, Estructura y Evolución Productiva
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Hasta hace pocos decenios, la actividad agrícola era la más importante de nuestro país y se llevaba a cabo de una manera rudimentaria, en la que la fuerza del animal era básica, especialmente para la tracción y el acarreo.
Desde las primeras décadas del siglo XX, se produjo un progresivo abandono de la zona rural. La gente joven prefería la ciudad, en la que había sueldo fijo (a diferencia de las incertidumbres del campo) y donde el nivel de vida era superior. Al mismo tiempo, la progresiva industrialización de la sociedad afectó también al campo; la introducción de maquinaria y herramientas más precisas, abonos químicos, y la dedicación de técnicos que previamente habían estudiado cómo obtener mejores rendimientos, contribuyeron a mejorar las cosechas, tanto en calidad como en cantidad, por lo que la necesidad de mano de obra cada vez era menor.
Factores Clave que Influyen en la Agricultura
El paisaje es el resultado de la interacción de variables, tanto medioambientales como sociales. Los condicionantes físicos permiten entender la producción del sector agrario, ya que influyen en los posibles cultivos de un territorio y en la forma de cultivarlos.
Los factores que influyen en la agricultura son:
La Altitud
Es uno de los principales problemas en España, que posee zonas de gran elevación en la mayoría del territorio. Las mejores condiciones se dan por debajo de los 200 metros de altitud, donde solo el 11.5% del territorio se halla.
La Orografía
La pendiente implica que, a mayor inclinación, mayor dificultad para labrar las tierras y elevar agua para el riego; además, a mayor pendiente, el agua de la lluvia provoca mayor arrastre y menos penetración en la tierra. Por este motivo, es necesaria la construcción de bancales y terrazas que disminuyan la inclinación del suelo.
El Clima
Pluviosidad
Desde el punto de vista de la pluviosidad, se diferencian dos ámbitos: la España húmeda (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y la zona de los Pirineos) y la España seca, que incluye el resto. Las crecidas súbitas de los cursos fluviales que inundan campos y estropean cultivos son frecuentes, y en pocas ocasiones la lluvia riega en el momento y lugar esperado. Sin embargo, algunos ríos han creado llanuras aluviales en sus cuencas bajas, lo que ha favorecido el cultivo de hortalizas y frutales, que necesitan un clima benigno a la vez que abundante riego. Además, se dan fenómenos como tormentas fuertes que destrozan cosechas enteras por el pedrisco, el granizo o la sequía. La consecuencia es, pues, que predomina un territorio árido y seco frente a otro húmedo y bien regado. En la España seca, con lluvias en determinados meses del año, los principales cultivos son el trigo, la vid y el olivo (la trilogía mediterránea).
Temperatura
Desde el punto de vista de la temperatura, en las zonas costeras existe menos oscilación térmica que en las zonas interiores, donde las temperaturas son más extremas. Por otra parte, al aumentar en altura disminuyen las temperaturas, lo que produce que los inviernos sean más fríos y haya mayor riesgo de heladas.
El Tipo de Suelo
Es determinante para el tipo de agricultura que se practica.
La Disponibilidad de Agua
La agricultura obtiene el agua de las lluvias o de la red de aguas que recorren el territorio, tanto de ríos como de acuíferos. La disponibilidad determina el tipo de cultivo:
Cultivos de Secano
De secano: se practica en las zonas secas y en las cuales no se hace aportación de agua. Los cultivos más típicos son el trigo, la vid y el olivo. El secano es un cultivo extensivo, dado que se practica en grandes extensiones de terreno, pero con una producción más baja.
Cultivos de Regadío
Los cultivos de regadío: se practican haciendo aportaciones de agua gracias a diferentes sistemas de riego que dependen del terreno, de las plantas y de la disponibilidad de agua. Los cultivos propios del regadío son las legumbres (lentejas, garbanzos y judías) y las hortalizas (zanahoria, lechuga, tomate o patatas). El regadío es un cultivo intensivo, ya que la aportación de agua y el trabajo del agricultor permiten que la producción sea muy elevada.
Estructura de la Explotación Agrícola
Se estudia a partir del tamaño y la propiedad. La distribución de la propiedad en España tiene como principal característica la concentración de grandes propiedades a la vez que la atomización en pequeñas propiedades: minifundios y latifundios.
La mayoría de las tierras agrícolas está gestionada directamente por sus propietarios, o bien, contratan jornaleros. Sin embargo, explotar una tierra no siempre implica propiedad, caso en el que existen distintos tipos de contratos entre el propietario de la tierra y quien la trabaja. Los principales regímenes de tenencia son:
Arrendamiento
El arrendamiento consiste en que el propietario cede una tierra al campesino a cambio de un alquiler.
Aparcería
La aparcería: el campesino paga al propietario una parte proporcional de lo que consigue.
Evolución y Mejora de la Producción Agrícola
Es constante el interés por mejorar los rendimientos e incrementar las cosechas. Estas mejoras se traducen en la mecanización, la investigación genética y biológica (selección de semillas, cruce de especies...), la utilización de productos químicos (abonos, fertilizantes...), nuevos sistemas de riego (aspersión, invernaderos, enarenado, bajo plásticos...), etc.