Agricultura en España: Cereales, Viñedos y Sistemas de Regadío
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Los Cereales en España
Los cereales más importantes cultivados en España son la cebada, el trigo, la avena y el centeno.
Estos son los cultivos que ocupan la mayor extensión de terreno agrícola, aunque presentan rendimientos generalmente escasos. Se trabajan predominantemente en régimen extensivo. Destaca la existencia del barbecho, una práctica tradicional que, en ciertos contextos, ha sido influenciada por normativas como las de la Unión Europea (UE). Las grandes áreas dedicadas al cereal se localizan principalmente en las cuencas sedimentarias del interior, a menudo bajo un régimen de monocultivo. Cabe destacar también el cultivo del maíz y su importante aprovechamiento para la elaboración de piensos para el ganado.
El Viñedo: Cultivo Emblemático de Secano
El viñedo es el cultivo de secano más importante en extensión y valor económico en España. Nuestro país se sitúa entre los principales productores de vino a nivel mundial.
El sector vitivinícola español se vio favorecido tras la entrada en la UE, al recibir subvenciones destinadas a modernizar las viñas y mejorar la calidad de los productos. La calidad está supervisada por los Consejos Reguladores de Denominación de Origen. Castilla-La Mancha es la principal comunidad autónoma productora de vino.
Los Cultivos de Regadío
El regadío es una práctica agraria cuyo objetivo es complementar la acción de la lluvia o sustituirla completamente, aportando agua a los cultivos de forma artificial. Su finalidad es mejorar el desarrollo de las plantas cultivadas y aumentar la producción.
Regadíos Extensivos
Los regadíos extensivos se concentran principalmente en la España interior. Antes de la entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE), predominaba una agricultura más tradicional y menos modernizada, con sistemas de riego basados en canales y acequias. Con la integración en la CEE, estos regadíos experimentaron una notable modernización, lo que permitió mejorar los rendimientos.
Los principales cultivos asociados al regadío extensivo son:
- Cereales (como el maíz).
- Cultivos industriales: Aquellos que necesitan una transformación antes de su consumo final, como el tabaco o el algodón.
- Cultivos forrajeros: Destinados a la alimentación del ganado, entre los que destaca la alfalfa.
Regadíos Intensivos
Los regadíos intensivos se diferencian de los extensivos en varios aspectos clave:
- Utilizan cultivos extraestacionales, permitiendo obtener cosechas fuera de su temporada natural, y algunos incluso producen durante todo el año.
- Alcanzan rendimientos muy elevados por unidad de superficie.
- Contribuyen significativamente al Producto Interior Bruto (PIB) agrario.
- Desde una perspectiva socioeconómica, son muy importantes, ya que generan empleo y contribuyen al bienestar social generalizado en las áreas donde se implantan.
Técnicas Destacadas en Regadío Intensivo:
- Enarenados: Consiste en la superposición de tres capas sobre el suelo original: tierra, estiércol y una capa superficial de arena. La arena facilita una mejor circulación del agua y reduce significativamente su evaporación.
- Acolchados: El suelo se cubre con bandas de plástico negro o transparente. En estas bandas se realizan orificios por los que la planta emerge y se desarrolla, controlando malas hierbas y manteniendo la humedad.
- Cultivos bajo invernaderos: Se utilizan estructuras fijas, generalmente de plástico y con forma abovedada, donde se crea un microclima artificial (cálido y húmedo) que favorece el crecimiento acelerado de los cultivos y los protege de las inclemencias del tiempo.
- Cultivos hidropónicos: Las plantas se cultivan sin suelo, directamente en una solución acuosa de sales inorgánicas que contiene todos los nutrientes necesarios. Se suelen utilizar recipientes de cemento u otros materiales, empleando grava, arena o ceniza como soporte físico para las raíces.
El regadío intensivo obtiene una altísima productividad y gran parte de su producción está dirigida a la exportación, especialmente a otros países europeos. La producción se centra fundamentalmente en la hortofruticultura, destacando:
- Cítricos: Naranja, limón, mandarina (principalmente en la costa levantina y Andalucía).
- Frutas de pepita y hueso: Melocotón, ciruela, manzana, pera.
- Hortalizas: Tomate, lechuga, pepino, calabacín, pimiento.