Afectos, Libertad y Trascendencia: Claves para Comprender la Conducta Humana
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Afectos y Emociones
Afectividad: modo como somos afectados y reaccionamos interiormente por las circunstancias que se producen a nuestro alrededor.
También debemos saber que la afectividad es poco conocida según su dimensión de la persona, aparte de que ha sido valorada de manera muy diferente a lo largo de la historia e influye enormemente en la conducta.
El origen de los afectos está en los objetos externos que nos afectan. Podemos diferenciar cuatro elementos:
- Dónde encontramos el objeto desencadenante.
- La reacción anímica a la afectividad.
- Las alteraciones orgánicas.
- El comportamiento, es decir, como
se manifiesta por parte de la persona.
El comportamiento humano, que hace buena o mala a una persona (según su forma de ser y actuar) no procede solo de su inteligencia (cabeza) y de su voluntad (puños), sino que también de su afectividad. Los hombres nos comportamos en base a los afectos.
Por último, podemos decir que los afectos tienen una gran importancia en el comportamiento en base a sus sentimientos y de su tipo de conductas. Dado que depende de cómo nos afecta, tenemos un tipo diferente de estado anímico, que puede variar a lo largo del tiempo y a la hora de la conformación de la personalidad en base a la importancia de los afectos. Éstos dependen de los sentimientos desarrollados; los sentimientos se manifiestan sobre todo en la conducta y en la verbalización de éstos.
La Libertad y sus Implicaciones
Libertad: es la capacidad de alcanzar la perfección a través de la autodeterminación de la persona al bien a través de sus actos libres.
La libertad NO es el fin de la vida humana, es el medio para seguir el camino hacia los fines.
La persona realiza actos voluntarios que pueden ser tanto actos pensados previamente como libres y espontáneos. El ser humano es radicalmente libre
.
El ser humano experimenta su libertad siendo constantemente conscientes de ella. Experimentamos nuestra apertura ante la multiplicidad de lo real. Y no coincide con la elección, pero su acto primero es elegir fines, medios y actuar o no actuar.
Para que un acto sea libre deberá cumplir las siguientes condiciones:
- Uso de razón: conocimiento, inteligencia. Es decir, saber por qué lo quiero.
- Dominio del sí: voluntad. Es decir, dónde está la capacidad de querer que tiene nuestra conciencia.
- Ausencia de violencia física o coacción moral.
La Libertad y el Sentido de la Vida
Cuando hablamos del sentido de la libertad, nos referimos a para qué queremos la libertad, por eso es importante saber que la libertad no es el fin de la vida humana, sino que es solo el medio para seguir el camino hacia los fines de la persona.
Encontramos distintas posturas sobre la libertad:
- Materialistas: los que creen que no existe por motivos científicos.
- Libertarios: los que defienden que es lo más importante, PERO lo entienden en términos egoístas.
- Existencialismo Ateo: los que creen que existe sin ninguna referencia.
- Humanistas: los que creen que tiene sentido porque tiene sentido la realización humana. Lo que espera la vida de nosotros.
La libertad es la capacidad de dedicarse a la realización de valores. Es responder bien a lo que la vida nos pide: elegir lo mejor (hacer el bien) y la donación.
La conquista de la libertad implica lo que nos hace humanos: tener sabiduría y principios morales.
Condiciones sobre la felicidad. Todo lo que buscamos y la felicidad es el resultado. La felicidad vendrá sola si se acierta con los bienes que la causan.
- La felicidad es la aspiración más profunda de nuestra psicología.
- Pero la aspiración no es suficiente para saber en qué consiste, ni para lograrla.
- Existe un malentendido grave: parece que la felicidad es un derecho con el que se nace. (Egoísmo) ----- La felicidad NO es un derecho con el que se nace.
- Es preciso compensar este egoísmo de la felicidad integrándola en la realización de la persona: EL BIEN que se puede alcanzar.
Fórmula de la Felicidad: Produce Felicidad
- La posesión de la sabiduría, el goce de la belleza y la realización honrada de una tarea.
- Amar y ser amado (es la mayor aspiración humana). Donación.
- El testimonio de la conciencia: responder a lo que la vida nos va pidiendo.
- Valorar lo que se tiene, los dones que se han recibido.
La Trascendencia
En los anhelos humanos y el más allá, debemos apreciar cuatro consideraciones: la primera son los anhelos humanos, seguidamente las objeciones, motivos y argumentos sobre el más allá, tercero, lo que se puede decir del más allá, y por último la idea cristiana de Dios.
Respecto a los anhelos humanos, son aquellos que intuyen la infinitud, por eso tenemos grandes deseos de verdad, de amor, de paz, de bien y de justicia. Estos anhelos pertenecen a la naturaleza de nuestra conciencia. Por lo que respecta a las objeciones del más allá, encontramos el materialismo, agnosticismo, el más allá como ensoñación de los débiles, el “egoísmo” de aspirar a un premio eterno y la eternidad debe ser “aburrida”.
Los motivos a favor del más allá son: el anhelo del más allá, una afirmación sobre las personas, una exigencia de justicia y, por último, un anhelo de final feliz. Y por otra parte, las críticas a este son que no podemos experimentar nada, que el más allá es lo que dicen las religiones y el Cristianismo, y que se destaca como bien que no cansa nunca y principal el amor.
Por último, nos centramos en la idea cristiana de Dios, donde este es único y personal, padre de amor y misericordia, y es el único ser capaz de cumplir todos los deseos de los hombres.
El Hombre, Transformador del Mundo
Podemos decir que el hombre es un ser que perfecciona el modo de satisfacer sus necesidades mediante el trabajo. La aparición de instrumentos es una manifestación de comportamiento inteligente, por eso la inteligencia es creadora. Cabe añadir que el hombre usa su cuerpo y su mente para inventar objetos, instrumentos para adaptarse al mundo circundante y para desarrollarse y evolucionar como persona.
Si nos centramos en las posturas ante la Naturaleza, observamos cómo el hombre se puede destruir a sí mismo mediante sus obras, lo que es la Tecnocracia; por eso la mejor actitud ante la Naturaleza es reconocerla y respetarla, lo que es la Benevolencia.
Por último, debemos saber que el hombre es más que “homo faber”, donde además de trabajo y seriedad, hay ocio y juego.